Representación de Cristo durante el escarnio. Se encuentra sentado, cubierto con un cendal blanco con galones dorados, con las heridas sangrantes en rodillas, pecho, manos y frente. Su brazo derecho esta apoyado con el codo sobre la pierna, su mano ligeramente tocando el rostro, los ojos abiertos mirando hacia abajo y la boca entreabierta, tiene pelo natural y una corona de espinas, lleva atada al cuello una capa roja con galones dorados. En su mano izquierda se puede ver un cetro.
Después de la flagelación ordenada por Pilato, viene la feroz mascarada de una soldadesca desenfrenada. Esta segunda escena de escarnio se sitúa después del interrogatorio a Jesús por el procurador romano, y se explica en todos sus detalles por la pregunta que se planteó: se preguntó a Jesús "¿eres tú el Rey de los Judíos?", después de su respuesta afirmativa, los soldados echaron una clámide de púrpura sobre sus hombros, lo hicieron sentar a la fuerza sobre un trono irrisorio y le pusieron en la cabeza una corona trenzada con espinas de Judea. Luego, poniéndole en la mano una caña a manera de cetro, le escupieron la cara y se arrodillaron ante él diciéndole "Salve, Rey de los Judíos".
