Pintura en la cual observamos a Jesús vestido de verde y azul, con el pelo largo, se encuentra de pie con la mano izquierda sobre el pecho; a su lado está Judas Iscariote vestido de verde, quien lo abraza y besa en la mejilla. Detrás vemos a tres personajes identificados como soldados que llevan los brazos levantados. De lado derecho identificamos a San Pedro, representado como un hombre de edad avanzada, con barba y calvicie. Sostiene a un hombre con la mano izquierda al tiempo que empuña una espada con la mano derecha. El personaje en el suelo y al cual está a punto de cortarle la oreja se trata de Malco. Esta escena es la continuación inmediata de la Oración del Huerto y tiene tres momentos que los artistas suelen unificar en una sola escena. Primero el beso de Judas a Cristo, rodeados ambos por la turba con linternas y armas. Luego, el prendimiento propiamente dicho, tras haber declarado Jesús su identidad. Por último Pedro cortando con su espada una oreja a Malco. "Todavía estaba hablando, cuando de pronto se presenta Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo con espadas y palos, de parte de los sumos sacerdotes, de los escribas y de los ancianos. El que le iba a entregar les había dado esta contraseña: Aquel a quien yo dé un beso, ése es, prendedle y llevadle con cautela. Nada más llegar, se acerca a él y le dice: Rabbí, y le besó. Ellos le echaron mano y le prendieron. Uno de los presentes, sacando la espada, hirió al siervo del Sumo Sacerdote, y le llevó la oreja. Y tomando la palabra Jesús, les dijo: ¿Cómo contra un salteador habéis salido a prenderme con espadas y palos? Todos los días estaba junto a vosotros enseñando en el Templo, y no me detuvisteis. Pero es para que se cumplan las Escrituras. Y abandonándole huyeron todos (Marcos, 14: 43-51).
