En primer plano San Juan Bautista está de pie parcialmente cubierto por una piel de camello. En su mano izquierda sostiene una cruz de vara larga de la que pende una filacteria y con la derecha hace un ademán. A su izquierda, sobre el piso se encuentra un cordero. Sobre el lado izquierdo de la obra se pueden ver personajes de diversas edades y sexos que escuchan atentamente al orador. Destacan de entre estas personas una mujer cargando a un niño y un hombre de ricos atavíos que está de pie a la izquierda. El paisaje está conformado por varios árboles y en el horizonte se dibuja el amanecer.
El evangelista San Marcos narra este episodio de la siguiente manera: "En este tiempo se presentó Juan Bautista en el desierto de Judea predicando de esta forma: cambien su vida y su corazón, porque el reino de los cielos se ha acercado"., de él habla el Profeta Isaías al decir: "escuchen ese grito en el desierto, preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos. Juan vestía un manto de pelo de camello con un cinturón de cuero...
Entonces iban a verlo los judíos de Jerusalén, de Judea y de toda la región del Jordán".
Juan habla de lo alto de una peña, pintoresco detalle tomado de la puesta en escena de los misterios. La predicación se realiza al aire libre, no en un desierto, sino en un bosque.
Observaciones del bien mueble
En el ángulo inferior izquierdo se aprecia la siguiente leyenda: Y EN AQUELLOS DIAS VINO JUAN EL BAUTISTA PREDICANDO EN EL DESIERTO DE JUDEA, Y DICIENDO, HACED PENITENCIA PORQUE SE HA ACERCADO EL REINO DE LOS CIELOS.
S.MATEO. C. 3 V. 1 Y 2.
