Es Una Escultura Interesante Por Varios Motivos. Por Una Parte Porque Es Una Imagen Española, Del Primer Tercio Del Siglo Xix, Que Corresponde A Una Línea De Imaginería Que Vuelve A Hacerse En Madera Y Que De Alguna Manera Intenta Recuperar La Tradición De La Imaginería Con Talla De Calidad, Estofado Y Dorado. Eso Es Evidente Tanto En La Posición Del Santo, Como En La Capa Dorada Que Lo Envuelve Con Cierta Elegancia. El Niño Está De Pie Sobre Esa Capa, De Manera Que No Se Sabe Bien Cómo Se Sostiene. Rompe Todas Las Convenciones Establecidas Para Este Tipo De Imágenes, Porque Parece Una Niño Cualquiera, Con Expresión Alegre Y Juguetona.