Este Es Uno De Los Temas Centrales De La Iconografía Cristiana, No Solamente Porque Se Está Bautizando A Cristo, Sino Porque Se Está Fundando El Sacramento Del Bautismo. Hay Varias Modalidades Iconográficas Para Esta Escena. En Ésta, Cristo Está Arrodillado Frente A Juan Bautista, Quien También Está De Rodillas. En Medio De Ambos Personajes, En El Cielo, Se Abre Una Gloria De Nubes En Medio De Las Cuales Aparece La Paloma Del Espíritu Santo.
Tanto Jesús Como Juan Bautista Presentan Serios Problemas En El Dibujo Corporal: Brazos Muy Cortos En El Caso De Juan Bautista Y Extremadamente Largos En El Caso De Cristo, Piernas Larguísimas En Los Dos Hombres Y Torsos Muy Cortos. Es Evidente Que Al Pintor Le Interesó Enfatizar La Posición De Rodillas De Ambos, Pero También Que Su Incapacidad Para Representar La Anatomía Humana Era Muy Grande.
El Cuadro, Sin Embargo, Cumple Con Su Función: Representar, Recordar, Evocar, El Bautismo De Jesús Y Así La Institución Del Sacramento Inicial De Todo Cristiano. El Paisaje Que Rodea A Los Dos Personajes Crea, Efectivamente Un Encuadre Y Un Paisaje Azuloso Hacia El Fondo, Crea La Convención De Lejanía.
Observaciones del bien mueble
Visiblemente retocado.
Presenta agujeros en diversas partes del lienzo.
