Se encuentra de rodillas en un banco de nubes, usa finas sandalias y viste de azul con cenefas doradas en oro de hoja. El rostro es bello y apacible, tiene las manos sobre el pecho. Su hechura corresponde a la escultura dulzona del neoclásico y no tiene la fuerza y vitalidad que el barroco da a sus obras, sin embargo es una bella figura de buena talla. Presenta repintes sobre el color original, a excepción de cabeza y pies; tiene varios dedos de la mano fracturados.
Observaciones del bien mueble
CAMBIA DE LUGAR YA QUE LO USAN PARA DIFERENTES EVENTOS LITURGICOS.