Originalmente Tenía Su Propio Altar, El Libro De Fábrica Del Padre Figueroa Anota Sobre Los Gastos "... Para El Altar De San Antonio, De Cantera, Según El Mapa De Tresguerras... 100 Pesos...". Es La Única De Las Imágenes Que Aún Conserva El Estofado, En Magnífico Acabado De Blanco Y Oro, Viste De Sayal Con El Cordón De La Orden Franciscana Atado A La Cintura, Bajo El Cual Asoman Los Pies Descalzos. Está De Pie Sobre Una Pieza Cuadrada.
En La Mano Izquierda Sostiene Un Libro Abierto De Pastas Negras. Levanta La Mano Derecha En La Que Debía Llevar La Paloma De Su Atributo.
El Rostro Es De Hombre Joven, Con Sombra De Barba Obscura Y Cabello Tonsurado. Los Ojos Son De Cristal.