En este gran armario que cubre todo un muro de la sacristía, se guardan ornamentos y otros objetos de la liturgia. Su diseño es neoclásico, formado por tres cuerpos, con puertas rematadas por frontones triangulares y floreros. Sigue el mismo esquema que está trazado en el muro de enfrente en la misma sacristía, pero en cantera.