Se encuentra Cristo con los brazos extendidos y el rostro inclinado hacia su lado derecho, los ojos entreabiertos al igual que la boca. La rodilla izquierda ligeramente flexionada y un pie sobre el otro perforados por el clavo. Su rostro denota serenidad y se pueden ver las sangrantes heridas de su pasión y muerte. Lleva un cendal doblemente anudado del lado izquierdo. La cruz arbolada tiene en la parte superior una cartela al parecer escrita en hebreo y griego.