Talla en madera de Cristo crucificado y muerto. Tiene la cabeza inclinada hacia la izquierda casi recostada sobre el hombro, aunque su postura es rígida, de forma que recuerda más a los Cristos del siglo XVII. Sus brazos se levantan justo a la altura de la cabeza conservando la horizontal, el puyazo en el costado es visible y de él sale un hilo de sangre que corre hasta el borde de un cendal, de sencillo diseño, estilo faldellín sin amarres en los costados pero que aún conserva un poco de dorado. Está sujeto por tres clavos y tiene el pie izquierdo sobre el derecho. La cruz que lo sostiene también es de madera.
Lleva corona de espinas que le cae justo por encima de los ojos.
Observaciones del bien mueble
Se encuentra en el remate de la calle principal del retablo.
