Esta pintura junto con la No. 231, presentan como interés primordial, aparte de ser posiblemente del mismo taller, características que la enmarcan dentro de la pintura popular mexicana del siglo XVII, que aunque carente de una gran técnica, tienen el atractivo de la ingenuidad y el valor documental. Esta obra fue restaurada en el taller de restauración de "Guanajuato Patrimonio de la Humanidad A.C." en Diciembre 1993.