Al centro de la obra se puede ver a la Virgen vestida con túnica blanca y manto azul posada sobre un mundo con una serpiente. Debajo se puede ver el mar y una porción de tierra donde crecen dos palmeras. La Virgen lleva sus manos juntas al frente a la altura del pecho y su mirada se dirige al frente. En el ángulo superior derecho de la obra, entre nubes, se puede ver de medio cuerpo a Dios Padre vestido de túnica azul y manto rojo extendiendo el brazo derecho al frente con el dedo índice y medio extendidos (dirigidos hacia la Virgen) su brazo izquierdo extendido sobre el mismo costado. Arriba de la cabeza de la Virgen se puede ver al Espíritu Santo en su representación de paloma. En el ángulo superior izquierdo un grupo de querubines miran a la Virgen. A la altura del codo izquierdo de la Virgen posado sobre nubes, se pueden observar a dos querubines que miran a la Virgen. Se trata de la Santísima Virgen María en la advocación de Inmaculada. El desarrollo iconográfico de esta advocación, encaminada a resaltar la pureza de María, se inició en el siglo XVI en Europa, sin embargo, es hasta mediados del siglo XVII que adquiere las características con que la vemos: túnica blanca, símbolo de la pureza, manto azul, señal de sabiduría; serpiente con manzana en la boca, en cumplimiento a la profecía de que una mujer vendría a vencer al ángel rebelde que hizo caer a Eva. El dogma de la Inmaculada Concepción se promulgó el año de 1854.
Observaciones del bien mueble
La obra se encuentra totalmente repintada por lo que es difícil precisar su época de factura. El marco de esta obra está fabricado en madera de pino de moldura sencilla y factura reciente.
