La Inmaculada aparece parada sobre el globo del mundo rodeado de nubes y la serpiente con la manzana en la mano recordando el pecado original y por lo tanto el triunfo de la Virgen María sobre el mismo. Tiene el pelo tallado y las manos juntas pero en un gesto extraño, pues las puntas de los dedos se separan como para dar cabida a algo.
Observaciones del bien mueble
Imagen de vestir repintada, de ojos de vidrio y pestañas.