La Anunciación

Descripción del bien mueble

La anunciación del arcángel Gabriel a María es uno de los momentos más importantes de la historia de la religión cristiana y por eso se ha representado en innumerables oportunidades, tanto en ciclos marianos como cristológicos. Se apoya en el texto bíblico que relata el momento en que a María se le comunicó haber sido elegida como madre de Dios y que concebiría a un hijo a quien pondría por nombre Jesús. El mensajero de Dios, el arcángel Gabriel, aparece el en el lateral izquierdo, arrodillado sobre un banco de nubes. En una mano lleva una vara de azucenas y con la otra señala hacia arriba: parece indicar que es la voluntad de alguien superior, que es la voluntad de Dios. Su vestuario sigue el tipo que se fijó en México desde mediados del Siglo XVII: un traje corto, que permite ver las piernas desde más arriba de las rodillas, con cantidad de joyas de oro y piedras preciosas que lo adornan. La Vírgen María está arrodillada frente a un atril donde se ve un libro abierto. A sus pies hay un cesto de costura y atrás en la penumbra se ve una cama. Esto da un sentido de mayor intimidad a la escena, que no solamente transcurre en un interior, sino que además es la habitación de María. Como el ángel aparece por atrás, el cuerpo de la Virgen se dobla sobre sí mismo, generando un movimiento fuerte e intencional en la composición. Entre ambos personajes, se ve arriba, en un importante rompimiento de gloria, a la paloma del Espíritu Santo, pero además, y lo que habría que considerar, es la presencia de Dios Padre en el remate de la obra. Angelitos y querubines completan el sentido milagroso del momento.