Esta Lámina Que Forma Parte Del Vía Crucis Que Se Está Tratando, Está Organizada A Partir De La Presencia De Cristo En El Espacio Central, Plenamente Iluminado, Mientras Los Demás Personajes Característicos De La Escena, Aparecen En Distintas Posiciones Y En Cierto En Interesante Claroscuro.
San Juan Está De Espaldas Y Recuerda A Los Recursos Manieristas De Colocar A Un Personaje De Espaldas En Primer Plano Para Crear Una Sensación De Espacio. El Rostro De Juan Está Iluminado Según Las Convenciones Hispanoflamencas Que Dependen Claramente De Martín De Vos, Que Convierten A Las Sombras Del Rostro En Una "s" Que Baja Desde Las Sienes Hasta La Mejilla.
La Virgen María, Muy Joven, Con Las Dos Manos Unidas A La Altura Del Pecho Y El Rostro En Plena Luz, Muestra Un Gesto De Aflicción Que Recurre Al Recurso De Levantar Las Cejas En Ángulo Hacia El Centro Del Rostro.