Imagen principal
Clave del bien mueble
MX-SC-DGSMPC-BM-000385-000154-000
Número de Cédula
154
Tipo de objeto (texto)
Pintura
Tipo de objeto
Nombre o título del objeto
Marcial Obispo
Estudio Monográfico
Nombre del Inmueble
San Francisco
Autor
Anónimo
Época
S. XVIII
Siglo de creación
Descripción del bien mueble
Representación de cuerpo completo, de pie, dentro de un nicho de mármol veteado. Su rodilla derecha proyectada al frente. En su mano derecha sostiene un báculo, mientras que en la izquierda sostiene un libro abierto a la altura del pecho y hacia el que dirige su mirada. Su rostro con largas barbas asi como el cabello. Viste una alba blanca y una capa pluvial con estola, ambas ricamente decoradas en color naranja y oro. Sobre su cabeza lleva una mitra.
En al ángulo inferior izquierdo aparece sentado sobre la misma peana que el personaje principal un enfermo, su cuerpo parcialmente cubierto por una túnica gris y en su cuerpo se pueden ver varias llagas, dirige su mirada hacia el santo. Del lado derecho un ángel sostiene una cartela en la que se puede leer: "MARCIAL OBISPO ABOGADO TODO GENE DE FUEGO PESTILENCIA".
En la parte superior se observan a ambos lados fragmentos de un cortinaje de color verde.
Marcial. Obispo de Limoges (Francia).
La leyenda lo supone uno de los setenta y dos discípulos, compañero de San Pedro y primer evangelizador de Galia. Por lo general viste de obispo: casulla, mitra y báculo. En representaciones muy antiguas con túnica y palio apostólico.
LEYENDA. Según San Gregorio de Tours, fue a mediados del siglo III, -- secución de Decio, cuando San Marcial habría viajado desde el siglo VI, no por el papa sino por la Vox populi. Pero para acrecentar el prestigio de su santo patrón a quien dieron el título de apóstol, y también para sustraerse e la autoridad del Obispo de Limoges, en el siglo XI, los monjes de la abadía de Saint Martial forjaron una leyenda que hizo de este misionero de la región no sólo el apóstol de toda la Aquitania sino incluso un contemporáneo y hasta uno de los setenta y dos discípulos de Cristo. Se considera a Aureliano, sucesor de San Marcial en la sede episcopal de Limoges, el autor de esta Vita prolixior, pero fue en realidad un monje anónimo a quien la crítica moderna llama el Pseudo Aureliano. Marcial habría asistido, siendo muy niño, a la Multiplicación de los panes, y luego a la Resurrección de Lázaro. Y en el Lavatorio de los pies él sostuvo la toalla, y en la Santa Cena, sirvió la comida. Pero aún hay más: según Vicente de Beauvais, habría sido primo de San Pedro. Y se aseguraba que en Roma se había encontrado con el apóstol, quien lo eligió para evangelizar Las Galias y confiarle su báculo mágico con el cual resucitó a su compañero que falleció durante el camino. Predicó en Tule (en realidad Toulx Sainte Croix, cerca de Boussac, Creuse), donde exorcizó a una joven mujer. Por fin llegó a Limoges donde Santa Valeria, que había sido decapitada, recogió su cabeza cortada y se la presentó mientras él oficiaba misa. Jesucristo se le apareció para anunciarle su muerte inminente. Como si todo ello no hubiese bastado, los monjes le hicieron consumar numerosos milagros, incluso después de muerto. El conde Sigisberto de Burdeos se irguió, curado, sobre su lecho de paralítico en el momento en que su mujer lo tocó con el bastón de San Marcial. El origen de esta leyenda es el mismo que el de tantos otros santos. Los monjes trataban de atribuir a su santo patrón una prioridad que justificase las pretensiones de la abadía al primado, y en segundo lugar, a proveerse con él de una lucrativa peregrinación. Para conseguir estos fines en principio era necesario establecer, con la ayuda de documentos falsificados, que San Marcial era contemporáneo de Cristo y de San Pedro, y que había sido, si no uno de los doce apóstoles (lo cual era difícil de admitir, incluso por los más crédulos), al menos uno de los setenta y dos discípulos de Jesucristo. Esta última condición se convertía en una equivalencia del apostolado. Conseguido este primer objetivo, se advierten con facilidad las ventajas que podían conseguirse y que efectivamente consiguió Adhémar de Chabannes, el presunto autor de la Vita del santo. Al ser San Marcial discípulo de Cristo (discipulus Dei), la iglesia de Limoges que éste fundara se convertía en la "madre de todas las iglesias de Las Galias", incluidas las de Arles y Lyon. Y el título de primado correspondía al obispo de Limoges. Las diócesis de Burdeas, Poitiers, Saintes, que se pretendía que también habían sido creadas por San Marcial, quedaban reducidas a la condición de sufragantes de Limoges Metrópoli religiosa del reino de Francia. En tales condiciones la fortuna de la peregrinación estaba asegurada.
Observaciones del bien mueble
La pintura lleva un marco de estilo colonial español que no corresponde a la época de la pintura.
Materiales constitutivos
madera, tela, pigmentos
Técnica de manufactura
Óleo sobre lienzo
Alto 1
1.9
Ancho 1
1.2
Profundidad 1
0