La Virgen de la Antigua tenía un enorme culto en la catedral de Sevilla, España y en fecha muy temprana entró a la catedral de México y su culto se extendió con rapidez. La Virgen tiene al Niño en los brazos y lleva una rosa en la mano, por eso los franciscanos la llaman la Virgen de la Rosa. Dos ángeles sobrevuelan con una corona en las manos. Se recortan totalmente del fondo porque es evidente que éste ha sido repintado repetidamente. De todos modos la obra es excepcional.