Sobre una columna labrada surge en forma de cáliz la base del púlpito con planta exagonal, al cual se accede a travéz de una escalerilla lateral con barandal tallado y labrado. El balcón dividido en recuadros conserva al centro tableros labrados y pintados de dorado. En el respaldo que baja hasta el piso para servir de apoyo se encuentra aun una pintura de San Ignacio de Loyola que además sirve de soporte al tornavoz. Este último dividido en gajos labrados remata en un detalle central con diseño de ánfora. El acabado en en barníz natural. Se encuentra en buen estado aunque le faltan algunos barandales de la escalera.
Observaciones del bien mueble
El barandal está incompleto, le faltan algunos barrotes.