Al centro de la composición y dentro de un rompimiento de gloria se puede observar a Cristo resucitado, su cuerpo parcialmente cubierto por un manto blanco y una capa roja, sus brazos extendidos hacia los costados y con su mano izquierda sostiene una cruz de vara alta, sus piernas flexionadas hacia su lado izquierdo, abajo la tumba y a los costados aparecen varios personajes civiles y militares, todos en posiciones dinámicas con expresiones sorpresivas, en la parte superior de la obra varios querubines entre las nubes.Después de su muerte el viernes santo, Cristo fue bajado de la cruz y puesto por sus discípulos en un sepulcro cavado en la roca. Una gran piedra aseguró la entrada. Según San Mateo (XXVII, 62-66) los jefes de los judíos, recordando que Jesús había dicho que iba a resucitar, fueron con Pilato para pedirle que se asegurara la tumba. El gobernador les proporcionó soldados y "pusieron guardia al sepulcro después de haber sellado la piedra" "Pasado el sábado, ya para amanecer[ ... ] sobrevino un gran terremoto, pues un ángel del Señor[ ... ] removió la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Era su aspecto como el relámpago y su vestidura blanca como la nieve. Al verlo, los guardias temblaron de miedo y quedaron como muertos" (Mateo, XXVIII, 1-4). El mismo Mateo, como los otros evangelistas, cuenta cómo el ángel después les anunció a las mujeres que habían venido a la tumba que avisara a los discípulos que Jesús había resucitado.
