Retablo de estilo neoclásico, policromado con la técnica de "trompe l´oeil" o trampa al ojo también conocida como "finto masmo" para simular que los páneles son de mármol; las molduras con acabadas con filos dorados. Sobre un banco de mampostería arranca un retablo de dos cuerpos y tres calles, el retablo se adapta al arco rebajado del sotocoro, no conserva sus pinturas En el segundo cuerpo, calle central se ubica un crucifijo. Ya desde 1777 el Rey Carlos III emitió ciertas recomendaciones para renovar los retablos de madera por unos de mármol y jaspes aludiendo que los retablos de madera barrocos eran altamente combustibles. Sin embargo, aún a pesar del decreto real, "durante el neoclásico muchos retablos se ejecutaron con madera y estuco imitando con pintura y enlucido los mármoles, el jaspe o el alabastro" (Ortíz Macedo, 2004, citado en Los Retablos de la Ciudad de México).
Observaciones del bien mueble
Presenta un avanzado ataque de insectos xilófagos.