Este es un retablo de cantera, de un neoclásico sorprendente. Tiene un frontal con cantera labrada con elementos ornamentales y el nombre de María Reina. Cuatro columnas de fuste liso rematadas con capitel con guirnaldas, limitan un espacio central donde hay un nicho con una pintura de la Virgen del Refugio. El conjunto remata con un friso ornamentado, una cornisa lisa y un frontón partido. El retablo es sobrio, con un lenguaje neoclásico bien asimilado.