El Estado De Conservación De Esta Obra Permite Solamente Hacer Algunas Observaciones. Tal Como Se Ve En La Fotografía, Tiene Sucesivas Capas De Barnices Que Se Oxidaron Y Dieron Lugar A Una Tela Acantonada Y Oscurecida.
El Santo Aparece Representado Con Su Báculo Como Atributo De Fundador De Orden. Lleva Las Dos Manos Al Pecho Donde Se Descubre Una Cruz De Piedras Preciosas, Tal Como Debe Llevarla Un Obispo. El Resto Del Hábito Negro De Los Agustinos Apenas Se Percibe.
Las Manos Son Firmes, Finas Y De Un Cuidado Dibujo. Están En Franca Proporción Con El Resto Del Cuerpo. La Cabeza Muestra Una Frente Amplia Y Despejada, Donde Resaltan Los Ojos Pequeños Y Expresivos, Elevados Hacia El Cielo. A Pesar Del Mal Estado De La Pintura Aún Se Observa La Fineza Con Que Están Terminadas Las Carnaciones.