Cristo vestido como peregrino, le encomienda a San Agustín el cuidado de su Iglesia, mientras el santo le lava los pies en gesto de humildad. En el ángulo inferior izquierdo se ve a la iglesia, en lenguaje arquitectónico y en el ángulo superior derecho se ve a la iglesia en lenguaje simbólico, representada por el Papa, con tiara, cruz y apoyado sobre una construcción. A este lenguaje barroco se le suma un angelito en el margen izquierdo, que levanta una cortina roja, encima del lugar donde está sentado Cristo.
Observaciones del bien mueble
Sin Información
Materiales constitutivos
pigmentos al óleo, tela
Técnica de manufactura
Óleo sobre lienzo
Alto 1
0.53
Ancho 1
0.39
Profundidad 1
0
Responsable del levantamiento de información del bien mueble