Este santo es muy venerado en la región tarasca, se le hace fiesta en la víspera del primer corpus, en que sale en andas. Tratándose de un santo de origen madrileño, viste como campesino español con botas, pantalón y chaqueta con cinto, lo cubren con sombreros locales y ese es el objeto que se le ofrenda. Lo acompaña un ángel ya sin alas, en memoria de que fueron ángeles quienes araban sus tierras mientras él oraba, ambas figuras están burdamente repintadas al aceite.
El conjunto se compone de andas, yunta, ángel y santo. Lo único que no está repintado son los bueyes, de indudable factura popular, no así el patrón que en general tiene buena talla y proporciones.
Observaciones del bien mueble
Está repintado con pintura de aceite sombreros y morrales. Las andas se adornan con listones para salir en peregrinación por los campos.
Los repintes han provocado que se vea bisco y se pierda la expresión original del santo.