El Santo Diácono Aparece Con La Parrilla, Instrumento De Su Martirio, En Una Mano Y La Palma, Atributo De Su Condición De Mártir, En La Otra. Lleva El Traje De Diácono, Con Las Grandes Mangas Abiertas Y Debajo La Casulla Blanca. Se Le Ve Joven E Imberbe Y Como En Las Otras Pinturas De Este Retablo, Está De Pie En Medio De Un Paisaje Inocuo, Rodeado De Querubines.