En Esta Región De Jalisco, Parece Que La Devoción A San Martín De Porres Está Muy Extendida Y No Relacionada Directamente Con Una Evangelización Dominica. En Este Caso, Como En Otros Estudiados En Jalisco, La Imagen Es Nueva, Aunque Sigue Los Lineamientos Tradicionales Para La Iconografía Del Santo Terciario Peruano. Los Elementos Característicos Siguen Siendo El Hábito Blanco Y Negro, La Escoba Y La Cruz, Además Del Color De La Piel Que Lo Identifica.
En Este Caso El Imaginero Intentó Reproducir Las Características Propias De Su Calidad Étnica: La Nariz Achatada, Los Ojos Muy Grandes Y Los Labios Un Poco Más Gruesos, Pero Todos Estos Elementos Están Suavizados Por La Expresión General De La Imagen.