Seguramente Perteneció Al Antiguo Altar Dorado Que Presidía La Nave, Es Talla Completa, Vestida Y Estofada, Sobre El Trabajo De Oro Se Repintó En El Siglo Xix Con El Fin De "modernizarla", Pueden Verse Los Vestigios Bajo El Tono Verde Y En La Muñeca Derecha. Está De Pie Sobre Un Grueso Tablón, Calza Botines Con Los Dedos Descubiertos, Le Sobreponen Ropajes En Oro Y Blanco Y Un Libro En La Mano Izquierda. Es Un Hombre De Mediana Edad De Cabello Obscuro, Barba Rizada Y Labios Abiertos, Los Ojos Son De Cristal.
A Su Mano Derecha Le Ataron El Mango De La Espada De Madera Sobredorada, Que Alcanza La Altura Hasta Medio Rostro.
El Encarnado De La Cara Muestra Vestigios De Repintes En Pintura Corriente.
Observaciones del bien mueble
Forma pareja con San Pedro.
Junto a sus pies está el dedo índice de la mano que se rompió.