Otra representación de la Santísima Trinidad formada por las tres personas iguales. En este caso, las tres están vestidas no solamente igual sino con el mismo color blanco. Solamente se distinguen entre sí por el atributo que se ve en medio del pecho: de izquierda a derecha: el cordero, el sol y la paloma. Se reconoce así a Cristo, Dios Padre y el Espíritu Santo. Están sentados deteniendo entre los tres un cetro, compartiendo el trono de la gloria. Sus pies se apoyan sobre cabezas de querubines.