Esta imagen venerada en el Templo de Cata, conocida como el Señor de Villaseca, en honor de su donante benefactor del Templo y dueño del mineral de Cata que según cuenta la tradición, hizo traer la escultura de España, para que años más tarde, 1618, la entregara a su santuario un descendiente del acaudalado español; fecha a partir de la que se le venera en este sitio y se le atribuyen innumerables milagros.