En la parte central de la obra se puede ver a la Virgen María recostada en un lecho, vistiendo una túnica blanca y un velo gris que le cubre la cabeza, sus manos se encuentran cruzadas sobre su re cintura, y a partir de ella se encuentra cubierta por un paño verde. Su rostro tiene los ojos entrecerrados y su cabeza irradia luz.
Alrededor se encuentran los doce Apóstoles en diferentes actitudes (uno de ellos arrodillado ante la Virgen) entre los que destacan Pedro que está de pie al lado derecho del lecho vistiendo una túnica azul y manto ocre y Juan al izquierdo que apoya su mano izquierda en el brazo de la Virgen mientras que la derecha está posada en su pecho. En el ángulo superior izquierdo de la obra se puede ver a dos ángeles entre nubes dirigiendo su mirada hacia la Virgen. En la parte inferior se ven flores sobre el piso.
Poco sabemos sobre la muerte de la Virgen, unos dicen que murió en Éfeso, otros en Jerusalén donde se elevó la Basílica sobre un lugar de su tumba. Tampoco se sabe sobre la edad de María a la hora de su muerte, si bien los autores bizantinos opinaban que alcanzó los 80 años, la Leyenda Dorada la fija en los setenta años, y otros dicen que murió doce años después de Cristo. La fórmula iconográfica bizantina es la que se impuso en Occidente; según ella, aparece la Virgen tumbada en su lecho de muerte con las manos juntas, en medio de los apóstoles y ángeles, mientras Cristo la asiste para recibir en sus manos el alma de María; es la única vez en que Cristo actúa como psicopompo supliendo el oficio habitual de San Miguel.
Tránsito de la Virgen. En el momento de la muerte de la Virgen, los Apóstoles se encontraban dispersos por el mundo, la Virgen expresa al ángel su deseo que estos se reúnan en torno a ella. El ángel le responde que aquel que en otros tiempos hizo transportar por los cabellos al profeta Habacuc desde Judea hasta Babilonia puede, si así lo quiere, transportar a los apóstoles en un momento. Milagrosamente avisados, estos consiguen llegar a tiempo a la cita fúnebre. Generalmente la Virgen está acostada sobre su lecho de muerte, con las manos unidas o cruzadas. En medio de los doce apóstoles reunidos alrededor, aparece Cristo que recibe en sus brazos el alma de su Madre, en forma de niñita nimbada y fajada como una momia. Es la única ocasión en que Jesús oficia de "psicóforo", en lugar de San Miguel. Encima de él planean uno o dos ángeles con las manos veladas, listos para llevarse su alma al cielo
Observaciones del bien mueble
La obra presenta deformaciones de soporte por falta de tensión.
