Al centro de la composición, Santa Teresa de rodillas, con las manos extendidas hacia ambos costados, a su derecha un ángel se encuentra de pie con las alas extendidas y el cuerpo cubierto por un paño de color rosa, a su izquierda sobre una mesa un ángel, de ricas vestimentas, túnica roja y un manto verde, en sus manos sostiene un arco tensado con una flecha de punta flamígera. En la parte superior de la obra se puede observar al Espíritu Santo en su representación de paloma y al costado izquierdo tres querubínes.
Sin duda la escena de contenido místico más conocida y representada de la vida de Santa Teresa es la que se conoce con el nombre de "Transverberación", corresponde a aquella ocasión en que según narra la propia Santa en el capitulo XXIX de "su vida" se le apareció un ángel y con un dardo de fuego la abrazó en amor divino.
Veía, dice, "un ángel cabe mihacia el lado izquiedo en forma corporal (...) no era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos que parecen todos se abrazan (deven ser los que llaman cherubines, que los nombres no me los dicen (...) víale en las manos un dardo de oro, largo, y al final del hierro me parecía tener un poco de fuego; éste me parecía meter por el corazón algunas veces, y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle me parecía que llevava consigo, y me dejava toda abrasada en amor grande de Dios". (Ruíz Gomar, Rogelio, Arte y Mística del Barroco, 1994.)
Observaciones del bien mueble
La obra solamente conserva un fragmento del marco (moldura dorada). Al parecer esta obra no corresponde al retablo
