Imagen principal
Clave del bien mueble
MX-SC-DGSMPC-BM-000385-000134-000
Número de Cédula
134
Tipo de objeto (texto)
Pintura
Tipo de objeto
Nombre o título del objeto
Triunfo de la Inmaculada Concepción
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Francisco
Estudio Monográfico
Nombre del Inmueble
San Francisco
Autor
Catalina Moreno
Época
S. XX
Siglo de creación
Descripción del bien mueble
Al centro de la obra se puede ver a la Inmaculada triunfante sobre el demonio, su mano derecha hacia arriba empuñando un látigo que lleva una filacteria que dice " Concebida en gracia" , con la mano izquierda sostiene dos cordones con filacterias, el izquierdo dice " sin mancha de pecado" y el derecho " En el instante de mi ser", los cordones están anclados sobre dos argollas que el demonio tiene a los costados de las fauces, de dichas argollas salen otros cuatro cordones, el primero a la izquierda es sostenido por San Francisco, quien se encuentra arrodillado a un costado de la Vírgen, el segundo por el Cardenal Alejandro de Alex quien está de pie frente a la Vírgen, el tercero está sostenido por San Fernando Rey y el cuarto por Juan Duns Escoto. La escena en la parte superior está rodeada por querubines. En la parte inferior de la obra se puede leer lo siguiente: "Triunfo de la inmaculada Concepción". Cada uno de los personajes, con excepción de la Vírgen, lleva su nombre a un costado.
INMACULADA CONCEPCION. Dogma de la Iglesia católica según el cual la Virgen María, destinada a ser madre de Jesucristo, fue preservada del pecado original desde el momento de su concepción. Fue establecido en el concilio de Basilea de 1431 , proclamado solemnemente por el Papa Pío IX en 1854. El dogma de la Inmaculada Concepción no tiene propiamente un fundamento evangélico, sólo se puede aludir a él en la mención de san Lucas en la Anunciación: "Ave.. Gratia Plena", y en la mujer del Apocalípsis. Las escrituras no se oponen pero tampoco afirman expresamente nada. Las primeras comunidades de la iglesia griega creyeron en la pureza de María, e incluso tuvieron una fiesta dedicada a la "concepción de la Virgen". Durante largo tiempo este tema fue muy discutido e incluso encontró oposición en grandes personalidades. San Agustín afirma que la exención del Pecado Original fue exclusiva de Cristo. A partir del siglo IX la Idea de que la virgen María fue preservada del Pecado Original fue ganando terreno y se creó la fiesta de la Concepción de María. A fines de la Edad Media el tema cobra nueva fuerza. Dionisio el Cartujo afirmó que "cómo iba a estar sometida al pecado la que tenia que pisar la cabeza de la serpiente". Los franciscanos tomaron esta idea, especialmente Duns Scoto Y San Buenaventura apoyados por los Carmelitas. San Buenaventura, San Bernardo y Santo Tomás de Aquino, admitieron la santificación de María antes de nacer pero no desde el momento de su concepción. Por otra parte los tomistas predicaban que la Virgen había pecado en Adán, argumento que fue rechazado por papas como Sixto IV (1482), Gregorio XV ( 1622) y Alejandro VII ( 1661) .
Por su parte los primeros en hablar sobre su significado doctrinal fueron el inglés Eadmer de Canterbury y el irlandés Ostert de Clare. Posteriormente se sumó la Universidad de Paris, y se aprobó la doctrina inmaculadista en 1477 por el Papa Sixto IV. En el siglo XVI los jesuitas apoyan esta docrtina que ratifica el Concilio de Trento (1545 - 1563). En 1644 la fiesta tuvo carácter de precepto en España. Finalmente encontró un gran defensor en San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia . La plenitud de la gracia de María fue convertida en precepto en 1708 gracias al Papa Clemente XI. Desde entonces la devoción aumentó en tal forma que. en 1767 fue declarada la Inmaculada Concepción como patrona de España y de sus reinos, extendiéndose el fervor a la Nueva España. La Contrarreforma defendió con vehemencia todos los dogmas cuestionados por los protestantes, exaltando a la Virgen María como prototipo de belleza. Y a partir del decreto emanado del Concilio de Trento, los artistas se sujetaron a los preceptos religiosos, convirtiendo el arte en un eficaz instrumento de propaganda y reforma católica. Como ejemplo podemos citar el fresco de Domenichino, en la capilla de San Javier de la Catedral de Nápoles, que representa "El triunfo de la Virgen contra la Reforma".
Aunque teológicamente habían existido debates sobre este punto, fue hasta finales de la Edad Media cuando apareció este tema en la Iconografía, por lo tanto es muv posterior al de las vírgenes en majestad o las llamadas "Piedad".
En la representación de la Inmaculada Concepción, María tiene un papel pasivo, ya que ella al haber sido predestinada no intervino en ese momento:"desde el origen fui ya concebida".Esta es la razón por la que siempre se le representa joven.
Aunque los emblemas de la letanía aparecen en 1484 en una vidriera de la Catedral de Cahors, Y en pintura aparecen en 1492 con Carlo Crivelli, el tema de la Inmaculada no aparece antes del siglo XVI; en 1505, aparece en un grabado de las "Horas de la Virgen al uso de Roma", publicado en París. Después el tema pasó a los Países Bajos.
El tema evoluciona desde el siglo XVI hasta el siglo XIX, pero el tipo iconográfico definitivo se creó en el siglo XVII uniendo todos los símbolos de la Letanía Lauretana, situados generalmente en un rompimiento de gloria, mientras que María pisa a la serpiente sobre un creciente lunar.
Junto a la Inmaculada suelen aparecer los símbolos de la Letanía como sus armas "Arma Virginis", símbolos tomados del Cantar de los Cantares Y del libro del Apocalipsis. En el primer caso María se asocia a la Sulamita de la que se proclama "Tota pulcra es, amica mea. et macula non es in te". La letanía lauretana procede de una oración a la Virgen de Loreto, que data, en su forma actual, del 1576. Esta letanía se le compara con los astros: "Electa ut sol", "pulchra ut luna, Stella Maris". Otros elementos la comparan con flores y plantas bellas o benéficas. Del Cantar de los Cantares surgen comparaciones con la fuente, el jardín cerrado. etc. También se compara con objetos como la Torre de David, la Puerta del Cielo, la Ciudad de Dios, y finalmente del Apocalipsis surge la idea de representarla como una mujer vestida de sol y coronada por doce estrellas y la luna bajo sus pies.
El tema de la Inmaculada Concepción de Maria ha sido uno de los más populares en el arte español especialmente a partir del siglo XVI, cuando empezó a tomar importancia la defensa de este dogma. Basta comentar que Bartolomé Esteban Murillo trató el tema unas 25 veces.
La representación de María vistiendo el rojo y azul, que se había tomado de los modelos de la mujer del Apocalipsis, desaparece en España en el segundo tercio del siglo XVII, siguiendo los dictados del Concilio de Trento y de los tratadistas , como Pacheco e Interían de Ayala. En la iconografía más frecuente de la Inmaculada el manto continuará siendo azul pero él vestido cambió del rojo al blanco, como en los típicos ejemplos de Murillo.
En relación a la iconografía de la Asunción había una diferencia que no siempre se respetó: La Inmaculada tendría un sentido de descendimiento, mostrando el momento en que Dios envía a la tierra a la Virgen Inmaculada, mientras que la Asunción tendría una actitud en sentido inverso.
El 8 de diciembre de 1854 el papa Pió IX promulgó la Bula "Ineffabilis Deus" (Inefable Dios). preconizando la definición dogmática de la Inmaculada, privilegio por el que solamente la Virgen Maria, de entre todos los descendientes de Adán y Eva, se había preservado de toda mancha del pecado original, desde el instante mismo de su concepción. Estas son las palabras de la bula: "Para honor de la santa e indivisa Trinidad, para gloria y ornamento de la Virgen Madre de Dios, para exaltación de la fe católica, acrecentamiento de la religión cristiana. con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser, por tanto, firme y constantemente creída por todos los fieles" .
Observaciones del bien mueble
En el ángulo inferior derecho se aprecia la firma Catalina Moreno C. La obra lleva un marco de estilo colonial español muy popular en los años treintas.
Materiales constitutivos
madera, tela, pigmentos
Técnica de manufactura
Óleo sobre lienzo
Alto 1
3
Ancho 1
2.4
Profundidad 1
0