Forma parte de una colección de trece cuadros que representan las estaciones del Viacrucis; la séptima estación ha desaparecido de los espacios del templo. La pintura junto con su marco dorado con hoja han sido restaurados por el taller de Guanajuato, Patrimonio de la Humanidad, A.C. en Junio de 1996. La pieza perdió la inscripción con el nombre de la estación que le identificaba.