La devoción a la Virgen del Refugio fue iniciada a principios del siglo XVIII. Según cuenta la tradición, el Padre Antonio Baldinucci de la Compañía de Jesús fue "...uno de los mayores devotos de la Virgen Santísima. Tenía siempre cuidado de fomentar que, en los lugares donde él se encontraba sacaran en procesión por las tardes una imagen de María. Una vez que predicaba en los contornos de Viterbo, entró el padre Antonio en la proceción y vio que en un estandarte llevaban las doncellas una imagen de la señora, la que aunque en estampa, le sorprendió por su hermosura. Resolvió sacar una copia y en efecto en el año de 1709 se lo encargó a un pintor que aunque poco instruido en el arte, hizo un magnífico cuadro que llenó el gusto de Antonio".
Aunque en realidad la imagen está tomada de la Virgen de la Encina que se venera en Poggio, Italia, el Padre Baldinucci difundió y procuró su culto hasta lograr del Papa Clemente XI la coronación de la imagen el 4 de Julio de 1717.
La devoción a la Virgen del Refugio fue introducida a la Nueva España el mismo siglo XVIII por los jesuitas.
Está la Virgen sentada con una túnica roja y un manto azúl y un velo de color café; todos estos con aplicaciones y encajes dorados. El niño Jesús está cubierto por una túnica de seda transparente y permanece de pie en el regazo de su madre. Ambos tienen sobrepuestas unas coronas de plata al igual que los aretes, collar y pulseras de la Vírgen. Los dos presentan un resplandor con aplicación de hoja de oro y están rodeados por flores.
Observaciones del bien mueble
Sin Información
Materiales constitutivos
Pigmentos al óleo, Hoja de Oro, Metal, Perlas, Lienzo, Madera
