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Nombre del Inmueble
San Agustín
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000176
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000176
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
Salamanca, antigua Xidoo, termino otomí que significa tierra de tepetate. Su origen se remonta a las vísperas de la llegada de los españoles y lo que es propiamente el territorio Salmantino que estaba poblado por indígenas, seminómadas, que se mantenían de la caza de la recolección de frutos silvestres y de una rudimentaria agricultura en lugares propicios.
Historiadores Guanajuatenses sostienen que la región del Bajío en cuyo centro está Salamanca, fue conquistada por tropas del Capitán Español Rodrigo del Río y de Don Nicolás de San Luis Montañéz, casique de Jilotepec. Sin embargo es más exacto que los primeros españoles que pisaron tierras hoy Salmantinas fueron lo que envió Nuño de Guzmán, cuando acampó a orillas del Río Lerma cerca de Pénjamo, para hacer reconocimientos por las orillas del río, tanto aguas arriba como aguas abajo.
En la segunda mitad del Siglo XVI se otorgaron Mercedes de tierras en la región de Salamanca, fundándose en ellas las estancias de Mendoza, Valtierra y donde hoy está la Ciudad, la de los Barahona. En tal virtud, más que conquistada, esta zona del bajío fue colonizada durante este período de tiempo.
Al inicio del Siglo XVII ya se encontraban radicadas en el suelo Salmantino un cierto número de familias españolas que pretendían fundar en la estancia una Villa. Encabezó la gestión Bartolomé Sánchez Torrado, y el primero de enero de 1603, dicha la misa, electos los regidores y electo como primer Alcalde el mismo Bartolomé Sánchez Torrado, quedó fundada la Villa de Salamanca.
Por Decreto Nº 57 del XVI Congreso del Estado, el 20 de mayo de 1895 se declaró que fuera elevada a rango de Ciudad la antigua Villa de Salamanca.
A pesar de que Salamanca se fundó en una de las zonas más fértiles del país, que al cabo del tiempo sería conocida como el granero de México; durante el Siglo XVII se presentó en la Villa una fuerte crisis que sumió a la población en años de miseria y hambre.
Este grave problema se debió a que la fertilidad de las tierras del lugar hicieron que se levantaran enormes cosechas las cuales no pudieron ser vendidas porque en la zona aún existían pocos habitantes. Fue hasta finales del mencionado Siglo XVII y en los principios del XVIII cuando el auge de las minas de Guanajuato provocó un fuerte incremento demográfico en las poblaciones a las cuales fue vendido el producto. De esta manera Salamanca logró salir del problema.
Sin embargo durante la difícil etapa, el pueblo Salmantino dejó importantes ejemplos de la Arquitectura Colonial Mexicana.
2.-EMPLAZAMIENTO
El templo de San Agustín forma parte del convento, se enclava en la zona sur de la ciudad.
Su portada principal se orienta hacia el norte y su fachada lateral hacia el oriente en donde corre una avenida que se desplaza de norte a sur y corresponde a la salida a Morelia.
A escasos metros del templo pasa un río de poniente a oriente, sobre el que se levanta un puente de hierro que lleva por nombre el molinito.
Este templo se levanta a las orillas de la ciudad y forma parte de un contexto compuesto por una gran plaza al frente, al poniente el convento ocupado actualmente en parte de la cárcel, el cuerpo de bomberos, completan el contorno campos deportivos, el lienzo charro y una casa antigua ocupada actualmente por el DIF.
El monumento destaca por la amplitud de su traza y se puede apreciar desde varios puntos y largas distancias.
3.-ASPECTO HISTORICO
Durante el proceso de colonización en nuestro país, no solo la acción del soldado fue de primordial importancia, estuvo también como parte fundamental de este fenómeno la mano del evangelista; pues si bien es cierto, que el primero logró someter militarmente el territorio, no debemos tampoco olvidar que durante ese período fueron los frailes los encargados de educar y muchas veces consolar a los vencidos.
Fueron estos religiosos los que transmitieron el conocimiento del idioma traído por el conquistador y los que los instruyeron en los preceptos básicos necesarios para la sobrevivencia en el nuevo orden social.
Los conventos se convirtieron, entonces, en los lugares en donde se traducía la mayor parte de los dialectos prehispánicos y donde se dotó al indígena de múltiples oficios que formarían más tarde la herencia cultural de México.
La orden de religiosos de San Agustín llegó a poner en marcha esa inmensa tarea de la educación popular en Salamanca en el año de 1615. En esas fechas la Villa ya contaba con Curato, pues éste había sido fundado por el Obispo Vasco de Quiroga, en el año de 1563 y pertenecía a la Jurisdicción de Michoacán.
La fundación del Convento de San Agustín se realizó de manera muy sencilla, el día 26 de marzo de 1615. Ese día Fray Juan de San Nicolás colocó una campana y un altar al aire libre y se dispuso a oficiar misa, mediante esta simple ceremonia el religioso tomó posesión y estableció la sede de la Congregación en el lugar.
La Orden de San Agustín construyó en un principio, un templo de adobe, muy pobre, y que fue adornado con los objetos que obsequiaron los habitantes de la población. A este edificio se le dió el nombre de San Juan de Sahagún en recuerdo del fraile agustino que en la Ciudad de Salamanca, España, puso fin a los sangrientos encuentros entre las familiar importantes del lugar convirtiéndose en su patrono.
Transcurridos 26 años de la construcción de la primera iglesia, se inició la fabricación del actual convento. En 10 años se habían concluído sus muros y cerrado la bóveda de la nave. Para el año 1655 el presbiterio y los cruceros quedaron listos y sus torres estuvieron terminadas dos años más tarde.
El proceso de la ornamentación interior, se llevó a cabo entre lo siglos XVII y XVIII, y, por fin, después de 64 años se dedicó el día 6 de diciembre de 1706 al Señor San Agustín.
En sus retablos se puede observar gran influencia del barroco queretano, y están considerados entre los más importantes de la época colonial.
El sueño dorado de los religiosos agustinos, fue fundar en el convento una universidad lo cual nunca se llevó a efecto; sin embargo, lograron establecer un importante colegio en el cual se impartían las materias más avanzadas de la época, entre ellas Filosofía, Teología, Matemáticas, Historia, Botánica, Zoología, Literatura y Música.
El convento contaba con una importante biblioteca, que con el tiempo se dispersó pasando una parte al Colegio del Estado (hoy Universidad de Guanajuato), otra al Obispado de Michoacán y el resto se repartió entre las distintas personalidades de la Orden.
En el medio siglo que siguió a la Independencia, el monasterio sufrió varias invasiones; en 1833 el General Antonio López de Santa Ana lo convirtió en cuartel y hospital.
Actualmente encontramos en el Convento de San Agustín una de las más ricas muestras de nuestro pasado arquitectónico colonial.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
Su planta invariablemente es de cruz latina con cúpula en el crucero de estructura barroca con cubiertas de bóveda de arista con lunetos: una bovedilla abierta en forma de media luna practicada en las bóvedas para permitir el paso de la luz.
La portada es muy sencilla, a diferencia de sus torres, de un barroco (estilo arquitectonico muy ornamentado) muy original semejan minaretas moriscos, rematadas en su pináculo (elemento de ornato en forma de pirámide que remata un capitel) con la cruz, son de un solo cuerpo cuadrangular con dos ventanas de arco en cada costado y tres columnas adosadas. Cada columna ostenta en relieve una escultura siendo de los apóstoles, las doce de la torre derecha, y agustinas, las doce de la izquierda. La cúpula es una media naranja dividida en ocho gajos, revestida de azulejos con dibujos en línea quebrada. Su linternilla, muro hueco formado por columnillas entre las que forman pequeñas ventanas de las que forma su nombre, culmina una cruz de hierro labrado. Su tambor, elemento hueco de forma van de que sirve de base a una bóveda, octogonal tiene cuatro ventanales rectangulares y cuatro ovalados, y en los ángulos que forman las columnas sobre está lleva almenas (pequeñas pilas salientes).
En la fachada de la iglesia pegado al cornisamiento rectilíneo, hay un Crucifijo labrado en piedra.
La arquitectura de piedra, parece perderse en el bosque de la arquitectura de oro, sin embargo alcanzan a destacar las pilastras y arcos de medio punto que sostienen la cúpula con pechinas (cada uno de los cuatro triángulos invertidos sobre los que se levanta la cúpula), las cuales sustentan pinturas de los padres de la iglesia, y los que dividen la nave y sus bóvedas en cuatro cuerpos, formando así dos bóvedas iguales a las de arriba.
Todas las pilastras son de cantera labrada, los arcos son de cantera con estrías laterales, su cara frontal, sufrió el pitarrajeo del decorado.
La sacristía que corresponde al sentido longitudinal construida detrás del presbiterio, ofrece un magnifico cupulín, pequeña bóveda que cubre una linternilla, con cuatro ventanales, los cuatro arcos y pilastras que los sostienen y otros que casi parabólicos enmarcan las entradas a sendos corredores que comunican a uno y otro lado del crucero y una portada de canteria barroca que da acceso a la sala de profundis.
Toda la estupenda obra de los retablos interiores esta trabajada en madera y estúco, todo esto acabado con un dorado en oro de hoja fina de veintitres kilates. La obra fue una sola concepción artística unitariamente estílista, pero no uniforme pues cada uno de los once retablos churriguerescos ostentan características de forma y labrado diferente a sus congéneres.
La mayor parte corresponde al estílo barroco moderado y solamente los de sus cruceros representan el barroquismo en su más profusa y dinámica expresión, en los cuales a su extructura y decoraciones se refiere, los recuadros ocupan con las representaciones de la vida de San José y Santa Ana.
La base octogonal en las aristas sirve de puerta a un guardacáliz.
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Agustín