Imagen principal
Nombre del Inmueble
San José
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000325
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000325
Contenidos
1.-ANTECEDENTES
Los comienzos del actual templo de San José se originaron en los primitivos métodos de evangelización de las órdenes religiosas; la creación de semilleros de l doctrina cristiana, donde se enseñaba y predicaba religión a los naturales en su lengua original. El primitivo templo de San José fue una fundación jesuita construida por los habitantes del pueblo de Jalatlaco entre 1588 y 1594, (1) en un terreno donado por una india rica llamada María. Tras haber resultado seriamente afectado por los sucesivos terremotos de 1603, 1604 y 1608, el edificio quedó definitivament estruido por el sismo de 1616 y abandonado durante muchos años. Se abrió de nuevo al servicio religioso hacia mediados del mismo siglo, pero con el temblor de 1696 volvió a dar en tierra.
A comienzos del siglo XVIII el obispo Fray Angel de Maldonado propuso reedificar el templo y construirle un convento anexo con el fin de solicitar la fundación de Capuchinas españolas en Antequera, establecidas ya en México desde 1665. La idea fue acogida con interés por los vecinos, quienes ofrecieron su apoyo al prelado. Solicitada autorización al rey y recibida la cédula de erección, se comenzó la obra en 1720. Correspondió continuarla al vicario capitular Félix Valverde hasta su conclusión en 1728, fecha que coincide con la muerte del obispo Maldonado. El templo fue consagrado bajo su advocación original en junio de ese mismo año con sermones y grandes festejos religiosos que duraron ocho días (2).
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1. MARTINEZ GRACIDA, passim.
2. Ibidem.
2.-EMPLAZAMIENTO
Una de las características de la ciudad de Oaxaca consiste en que la retícula de manzanas cuadrangulares dispuesta en 1529 por Alonso García Bravo se extendió tanto sobre terrenos planos entre los ríos Atoyac y Jalatlaco, como sobre algunas laderas del vecino cerro del Fortín. El conjunto formado por San José y por La Soledad está precisamente en este último caso. La topografía accidentada de esta parte de la ciudad determina el carácter de ambos templos y del gran espacio abierto y escalonado que los separa. Est consta en realidad de dos partes: (sin incluir al atrio de La Soledad, que por sí solo es enorme). A la parte más baja, conocida como Jardín de La Soledad, se accede desde la calle Independencia. El lugar combina jardines y tramos de escalinatas con una plaza propiamente dicha, conocida como Plaza Sócrates, donde algunas refresquerías han dispuesto mesas con sombrillas al aire libre en torno a una fuente muy pintoresca. De su pileta de cantera, emerge un cáliz de bronce cuya fundición data de 1881. Más arriba está la Plaza de la Danza, un gran espacio claramente delimitado, con gradas precisamente frente al atrío de San José. Es accesible sobre todo desde la avenida Morelos. En él se llevan a cabo representaciones de danzas populares a cargo de grupos provenientes de todas las regiones del Estado, que han dado un merecido renombre al folklore oaxaqueño.
El desnivel entre las dos calles mencionadas es cercano a los ocho metros, por lo que San José, a pesar de su discreta escala, está desplantado en la parte más elevada del conjunto, más alto incluso que La Soledad, cuya famosísima fachada es justo motivo de orgullo para la ciudad.
3.-HISTORIA
En 1728 se inició la construcción del convento de capuchinas españolas bajo la dirección del arcediano Diego De Las Heras y Torres y del capitán y regidor Manuel Landeta. Este último fue representante de la testamentaría de don Ignacio Gómez Márquez, quien -según reza una inscripción en una bóveda del edificio- costeó la mayor parte de la obra, terminada el 6 de marzo de 1744, gracias al impulso del obispo Santiago Calderón y de su sucesor Tomás Montaño y Aarón.
El grupo de fundadoras, solicitadas al obispo de Guatemala por el Cabildo Eclesiástico, estaba compuesto por Sor María Lucía, Sor María Angela, Sor María Rafaela, Sor María Isabel, Sor María Manuela y Sor María Buenaventura, que tomaron posesión del convento en mayo de ese mismo año (3).
El convento fue ornamentado con rica imaginería entre la que destaca una escultura del Corazón de María actualmente venerada en el templo de San Felipe Neri.
Con la puesta en vigor de las Leyes de Reforma, el convento fue valuado por la Oficina Federal de Hacienda en 30,215 pesos y vendido a particulares. La ley de exclaustración de religiosas se retrasó en llevarse a la práctica debido a la ocupación de Oaxaca por el ejército conservador, y no se consumó ésta sino hasta 1867. El convento quedó desocupado y fue adquirido en 1893 por el obispo Eulogio Gillow con el fin de convertir en hospicio de huérfanos y desamparados y asilo de ancianos. Durante la revolución el centro funcionó como hospital de sangre y asilo de ancianos. Más tarde fue abandonado.
En 1947, el Lic. Eduardo Vasconcelos, al ocupar la jefatura del estado oaxaqueño el 15 de enero, se dedicó a la restauración del ex-convento para transformarlo en Escuela de Bellas Arte. Las obras duraron de 1947 a 1950, y el edificio funciona con esa finalidad desde la última fecha.
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3. GAY, p. 241.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
La disposición general del templo sigue la forma de cruz latina: el brazo mayor es ocupado por la nave, los brazos laterales dan lugar a sendas capillas y el último brazo aloja al presbiterio, formando así un ábside. Este esquema es uno de los más frecuentes durante los siglos XVII y XVIII, tal como el sistema empleado para las cubiertas que sin embargo, ostentan algunas variantes. En la nave se dispuso una bóveda semicilíndrica de cañón corrido, que salva un claro de apenas siete metros y medio. Los brazos cortos de la cruz también llevan tramos de cañón corrido, semicilíndricos pero con lunetos. El sotocoro es también un cañón con lunetos, pero su perfil es escarzano. Además, el arco que recibe el borde hacia la nave no se apoya en pilastras, sino en sendas impostas.
En cambio, el coro alto se cubrió con una bóveda vaída, y en el crucero no se levantó la clásica cúpula sobre tambor, sino solamente otra bóveda vaída, apoyada sobre los arcos del crucero, que forman pechinas en las esquinas. Ambas soluciones son típicamente oaxaqueñas: la primera obedece posiblemente a razones acústicas, mientras la segunda indica una sana prevención contra los efectos de los sismos.
A ambos lados del presbiterio, los espacios interiores se complementan: a la izquierda, con la sacristía, y a la derecha, con la Capilla del Santísimo Sacramento. La última es de reciente construcción y la crubre un cañón corrido de perfil escarzano.
El aspecto exterior del templo refleja claramente esta disposición y concentra su expresividad en la fachada principal. Sin embargo, la presencia el otra lado de la plaza de la famosa portada de La Soledad influyó seguramente para que en San José se adoptara un lenguaje austero y contenido, no exento de algunos acentos de arquitectura popular.
Dos torres rematadas por sendos campanarios flanquean la portada. Lugar donde se combinan elementos aplanados con formas de cantera labrada. Estas últimas se concentran en las jambas, el arco de medio punto, el entablamento y el frontón quebrado, y constituyen la base formal. Tanto las pilastras como el arco llevan canalanduras o estrías en los bordes, que ahudan a delinearlos. Por su parte, la clave del arco asume la forma de un modillón. Arriba, destacándose del frontón quebrado, hay una hornacina más clara, de piedra labrada, con la imagen de San José y con jambas y arco de medio punto adornadas con flores; dos pilastras pequeñas y un entablamento enmarcan esta parte de la portada, y de las pendientes del frontón emergen en relieve otras pilastras escalonadas que apoyan sendos pináculos de perfil abalaustrado. La portada prosigue con un óculo que disimula un vano cuadrangular sobre el coro, y con un remate que, en vez de tener una cruz y dos pináculos, culmina con cornisas de trayecto sinuoso y escalonado.
Entre el templo y el ex-convento e Capuchinas se levanta un paramento escalonado de piedra verdosa que confiere gran unidad a todo el conjunto. El ex-convento, ahora ocupado por la Escuela de Bellas Artes, conserva todavía muchos elementos dignos de verse. La portada de ingreso, que es más libre e imaginativa que la del templo, comienza con jambas y dintel de la puerta labradas con almohadillados que siguen las juntas de los sillares y las dovelas del vano. Más arriba, en un recuadro más amplio, se ha abierto un vanoenmarcado por dos medias columnas salomónicas, con decoración foliácea y capitel corintio que soportan un entablamento liso. En el lugar del vano debe haber existido una hornacina, posiblemente con la imagen de Santa Clara o San Francisco, fundadores de la orden, porque todavía se conserva la peana en la que se apoyaba la efigie. Encima del entablamento surge un frontón, y ocupa un nicho apenas insinuado, de perfil mixtilíneo, que prepara el caprichoso cornisamento del remate. Las superficies a ambos lados de la portada lucen primero combinaciones de rombos y flores de estuco, después dos arcos invertidos con decoración foliácea, luego sendos monogramas de María y José, y encima de éstos, nichos rectangulares que alguna vez llevaron relieves alusivos.
En el interior de este edificio es digno de verse el decorado de estuco en la bóveda de cañón de la portería, a base de cordones que se entrelazan en torno al escudo de la orden.
El claustro principal es interesante y se halla muy bien conservado. Cuenta con cinco arcadas por cada lado. Los pilares que reciben los arcos se resolvieron como haces formados por una media columna toscana y dos pilastras. El pretil del piso superior lleva la clásica solución oaxaqueña: la moldura del pasamenos se apoy sobre pilarcillos y arcos minúsculos.
5.-OBRAS DE ARTE
Son pocos los objetos artísticos que aún quedan en el templo. En el presbiterio se encuentra un retablo de madera relaltivamente reciente, pintado, ante todo, con dorados. Sobre el banco se alzan cuatro columnas corintias que dejan un espacio central dominado por una vitrina con la imagen de San José, y a los lados dos nichos sin las figuras que alguna vez se alzaron en las peanas. El entablamento alterna triglifos y metopas con rosetas; se interrumpe para recibir una vitrina, que lleva un frontón quebrado de perfil curvo. De su centro emerge el soporte de un fanal o resplandor. Inmediatamente por encima de todo esto, el óculo acentúa el símbolo esplendente, y está flanqueado por dos pilastras y dos nichos, también vacíos.
En el muro, a la derecha de la nave, hay un marco retablo de buena calidad con la imagen de la Guadalupana. En el brazo, del mismo lado del crucero, se encuentra una estupenda imagen del Señor de la Columna. Por último, en la sacristía existe un crucifijo de buena factura.
6.-OBRAS REALIZADAS
En los últimos años se han emprendido trabajos de rehabilitación que comprenden la consolidación estructural del templo y la impermeabilización de azoteas. Muchos aplanados se han repuesto o consolidado, incluyendo las decoraciones rehundidas en forma de pétalos en las bóvedas vaídas del coro y el transepto. También se han hecho trabajos de pintura en general. Se rebajó la altura de los lambrines y se retiraron canceles en las entradas. Por otra parte, se rehabilitó la instalación eléctrica, suprimiendo las luminarias fluorescentes. Las puertas metálicas se forraron con duelas de madera, y se pintó el retablo.
ELABORO: ARQ. ALBERTO GONZALEZ POZO
FECHA: 1986.
Inmueble de pertenencia
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San José