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San Pedro y San Pablo Apóstol
Clave del estudio monográfico
MX-SC-DGSMPC-EM-000329
Estado, Municipio, Localidad
Estudio Monográfico
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1.-ANTECEDENTES
La región de los Valles centrales de Oaxaca se encuentran poblados desde hace cerca de los ocho mil años antes de la Era Cristiana. Los primeros pobladores fueron tribus nómadas que se fueron estableciendo en cuevas de las montañas circundantes a los valles. De este período existen más de trescientos sitios arqueológicos, entre otros en la región de Etla.
Fue necesario que transcurriera más de seis mil años para que estos primeros moradores-recolectores cambiaran su sistema de vida, se iniciaran en la agricultura, dejaran sus ceuvas y se establecieran en el Valle cerca de sus cultivos, en las riberas del Rio Atoyac.
Es de suponer que las relaciones con la Cultura Olmeca más antigua y un comercio más o menos activo con las regiones de la costa del Golfo y del Pacífico, influyeran en este cambio que puede fijarse hacia 1550 aC. durante el Período Preclásico.
Hacia el año 300 aC. arriba a los Valles de Oaxaca otro grupo tal vez procedente de Guatemala con nuevos rasgos que se fundieron con la cultura de esta época y que influyeron decisivamente en el Período Monte Albán II (200 aC a 200 dC).
Hacia el año de 1050 dC, los mixtecos, uno de los elementos más belicosos de los Olmecas Históricos, ocuparon las dos vías de comunicación entre region zapoteca y la zona norte del hoy Estado de Oaxaca y sur del de Puebla, emprendiendo las penetraciones y conquista de las regiones en que se extendía la Cultura de Monte Albán.
En el período zapoteca, Etla se llamó Loovhana, que significa Lugar de mantenimientos, porque según reza la tradición, allí se hacían aprovisionamientos de víveres para los ejércitos zapotecas, cuando salían a campaña.
En el período del predominio mexica se llamó Etla, cuyo elemento inicial es Etl frijol, significa Donde abunda el frijol. Este predominio mexica principia con el reinado de Moctezuma I de 1440 a 1469 dentro de un período de luchas cuyomobjetivo era establecer un control en el Valle de Oaxaca. Hacia 1486 establecen los mexicas de Ahizotl una guarnición en Huaxyacac. Siendo Etla paso obligado de norte a sur y tradicionalmente un lugar de abastecimiento, bien pronto cayó a manos aztecas.
La última fase de la historia precolombina está considerada entre el año de 1440, inicio del reinado de Moctezuma I y el año de 1519 con la muerte de Moctezuma II.
Por otra parte durante la conquista española, entre los años de 1520 y 1522, Pedro de Alvarado y Francisco de Orozco conquistan las regiones de los mixtecas y zapotecas. Merced a la alianza de estos últimos con Cortés y la unión de un ejército de cuatro il aliados de habla náhuatl y a la dirección de Francisco de Orozco fue posible la toma de Huaxyacac el 30 de octubre de 1521 y, consecuentemente, el dominio sobre las poblaciones aztecas, zapotecas y mixtecas de los Valles de Oaxaca.
Al iniciar los españoles la colonización de esta estretégica región también dan comienzo una serie de pugnas entre los encomenderos y el propio Hernán Cortés. A raíz de la concesión real del Marquesado del Valle de Oaxaca. Esta situación culmina con la reducción del mismo a cuatro villas, incluyendo Etla, sometida por Martín de la Mezquita.
El primer gobierno español de la Antequera fue caótico, hasta que en 1530 el Valle, junto con el territorio circundante fué dividido en unidades políticas y eclesiásticas. En este último aspecto, primero perteneció la provincia al Arzobispado de México y, a partie de 1535, al Obispado de la Antequera con la designación del primer Obispo Juan L ópez de Zárate, que gobernó la Diócesis de 1535 a 1555.
En 1786 se establecieron doce intendencias en la Nueva España entre ellas la Antequera de Oaxaca, con diociocho partidos. El tercero a éstos fue el de Hitzo y Valle de Etla.
En Etla se instaló el primer molino de pan moler del Marquesado, fue vendido por los descendientes de Cortés en 1591.
El Generalísimo Don José María Morelos, tomó la plaza de Etla en 1812, durante las guerras de Independencia.
2.-EMPLAZAMIENTO
San Pedro Apóstol Etla se asienta en el Valle de Etla, al norte, se inicia en San Sebastián de las Sedas y termina en el estrechamiento que provoca el Cerro del Fortín con las colinas de Monte Albán. De norte a sur lo cruzan el Río Atoyac, el Ferrocarril Mexicano del Sur y la Carretera Panamericana. En el kilómetro 527 de ésta se encuentra, hacia el poniente, la desviación de setecientos metros que conduce al poblado. De la ciudad de Oaxaca dista veinte kilómetros. Casi en su totalidad el Valle de Etla se encuentra cultivado.
Por lo que respecta al centro urbano es de traza irregular de acuerdo con la topografía de su emplazamiento. El ingreso es de oriente a poniente por la Avenida Benito Juárez que llega al Centro Cívico y religioso en este orden: ex-convento, mercado y plaza de la Constitución. La vía del ferrocarril se encuentra al poniente de la población.
El solar del convento se encuentra sobre una explanada que domina en altura al centro cívico. Ha sufrido invasiones en sus frentes norte, sur y poniente, aún cuando en estos dos últimos dejaron el paso al atrio. En el desnivel del frente poniente construyeron una crujía con locales para el Registro Civil, Jefatura de Pliciía y comercios; se abren a la Calle 2 de Febrero. El edificio de la Presidencia Municipal se ubica en el costado norte del templo.
Comercialmente, Etla se ubica en el área de influencia de la Ciudad de Oaxaca, celebra su día de mercado principal o tianguis en miércoles.
3.-HISTORIA
Sometida Etla por Martín de la Mezquita, paso a formar parte con otras tres villas, del Marquesado de Don Hernán Cortés desde el 25 de noviembre de 1535, hasta fines del siglo XVIII administrados sus bienes por sus descendientes.
Don Hernán Cortés encomendó a los súbditos de Etla a los dominicos, quienes iniciaron la actividad religiosa levantando una humilde vivienda e iglesia de muros y techos de paja Burgoa la supuso a quinientos metros al sur del templo actual y en una fecha posterior al 1550 cuando fue aceptada por el décimo (Sept. 1550) Capítulo de la Orden celebrado en la Ciudad de México. Esta primera iglesia sirvió hasta el año de 1575 cuando se derrumbó en parte, causando la muerte del Vicario Fray Alonso de la Anunciación y ciento veinte feligreses.
La traza de la nueva iglesia, sobre una eminencia rocosa, era tan ambiciosa en sus dimensiones que resultaba difícil cubrir la con bóvedas; la amplia nave fue reducida de diecisiete metros de ancho a los 12.60 que tiene actualmente, cuando se reforzaron los muros, adicionándoles las arquerías que forman las capillas laterales, así la nave fue cubierta por un magnífico techo de madera, obra ejecutada por el carpintero español Sebastián García. Este murió hacia 1595 y la obra fue terminada posteriormente por los feligreses. Kubler apunta que en 1941 todavía era visible parte de este artesón.
Ya en el siglo XVII, Fray José Calderón Prior de Etla, construyó el primer nivel del claustro en catorce meses y, hacia 1636, Fray Alonso de Espinosa dió término a otras partes del convento. En este mismo siglo se construyó un acueducto para proveer el riego de la huerta y de agua al convento y, probablemente, los dos campanarios del templo.
En noviembre de 1753, por orden del Virrey, se entregó la parroquia de Etla al clero secular como sufragánea de la Diócesis de Oaxaca, conservando su antigua advocación de San Pedro Apóstol.
En una reseña del periódico La Voz de la Verdad publicado el 14 de julio de 1896, describe el convento en ruinas y poco después, su reconstrucción por un Ing. Desmonth, siendo párroco el Presbítero Mantecón. Un fuerte sismo en 1928 averió notablemente el edificio. Entre 1940 y 1941 se iniciaron los trabajos de reconstrucción, con planos que Kubler usó para su publicidad. En 1952 se terminó la bóveda de concreto armado del templo. La restauración del convento es de fecha feciente cuando lo visitó el Mullen en 1969 todavía se encontraba en ruinas.
4.-DESCRIPCION ARQUITECTONICA
El conjunto religioso se ubica en un solar ligeramente trapezoidal. Se compone de atrio, templo, convento y huerta; los edificios están ligeramente elevados con respecto al nivel general del atrio.
El atrio es una explanada ubicada al poniente del edificio, conserva su barda atrial y dos accesos: al norte y al poniente que es el principal. Mullen describe las cimentaciones de posas en sus cuatro ángulos. El atrio no tuvo función de cementerio originalmente; sin embargo, en épocas posteriores se dedicó a tal fin y a partir de las leyes de Reforma fue proscrita tal costumbre.
La barda atrial está completa, construída con grandes piedras color ocre, de corte regular, conserva dos arcos atriales con sus respectivas escalinatas de acceso, andador de piedra irregular alrededor del atrio y, al eje del templo, con dos ampliaciones de concreto. No existe cruz atrial, pero sí una fuente de ladrillos frente al convento.
La fachada principal del templo se abre al poniente y hacia el centro cívico de la población, a un nivel más bajo que el conjunto religioso. Está compuesta por una portada, dos robustos cuerpos de torres y campanarios sensiblemente menores en su planta.
La portada remetida con respecto a las torres, la forman dos arcos sobrepuestos, el de ingreso y el correspondiente al coro ambas con arquivolta dovelada sobre impostas y jambas. La puerta es de dos hojas, con postigos, de duela de madera de construcción reciente. El arco superior envuelve otro, de menor tamaño, que aluja el sencillo vitral de la vantana del coro. Ambos arcos están encuadrados entre dos pares de pilastras toscanas, sobre plinios, con entablamentos individuales; solamente una cornisa corre a todo lo largo del primer nivel. El segundo remata en la caja del reloj, carrillón y veleta, franqueada por dos frontones quebrados. Toda esta portada está construída a base de sillares y dovelas de cantera ocre; sobre la clave del acceso al templo está adosada una placa con una inscripción del año de 1636.
Los cuerpos de torres son de planta rectangular y, seguramente fueron planeados para recibir grandes campanarios. Su construcción es una mampostería concertada con aristas formadas por sillares mejor trabajados. Los campanarios son de planta cuadrada de conformidad con el lado menor, el primer cuerpo es de un solo vano en arco, en cada frente; un segundo cuerpo reducido en todas sus dimensiones y termina en cúpula repaltada con una linternilla.
En la fachada del convento destaca la arquería del portal de peregrinos de cuatro claros trabajados, las columnas y las arquivoltas en cantera ocre. El muro del fondo tiene dos puertas y dos ventanas; es de un solo nivel. Las demás fachadas del edificio son paños lisos trabajados con una mampostería aparejada y, solamente, las aristas verticales presentan sillares mejor trabajados para la mayor trabazón de muros; los pretiles terminan en una pequeña cornisa.
El templo es de una sola nave formada por muros con capillas criptocolaterales, es decir que fueron formadas dentro de los gruesos muros y cuya función es el contrarresto de la bóveda de cañón que cubre la nave, actualmente de concreto armado con arcos transversales, ligeramente marcados y descansando en una imposta corrida y en un fondo de lámpara que define cuatro tramos.
En el primer tramo de ingreso, el nivel alto, se ubica el amplio coro, cuyo acceso es a través de una escalinata en el grueso muro sur o de la epístola, desde el convento. Está subdividido en dos tramos, e l primero cubierto con una bóveda de cuarto de esfera, sobre dos pechinas o triángulos esféricos, a manera de un ábside.
El sotocoro, después del grueso muro de la fachada, también está dividido en dos tramos cubiertos con bóveda de cañón de cuatro lunetos, o bovedillas en forma de media luna, que permiten los encasamentos o pequeñas capillas practicadas en los muros laterales. El sistema de bóveda e intersecciones es recibido por pilastras adosadas a lo muros; los arcos transversales apenas si sobresalen unos centímetros delintradós de la bóveda.
Después del coro, los tres tramos de la nave siguiente se definen por los tres arcos de las capillas laterales, de dos metros de profundidad y cuyas claves llegan a la altura del piso del coro. En el muro norte o del evangelio, sobre los arcos; se abren las ventanas que iluminan la nave. En el muro de la epístola, en cada una de las capillas dejaron comunicación con el claustro.
En el cuarto tramo, la capilla criptocolateral del lado de la epístola fue fraccionada con objetos de lograr una comunicación con la sacristía, cámara cuadrada abovedada, parte de la crujía oriente del convento. Termina la nave en el arco que precede al presbiterio, cámara de menor claro que el de la nave y abovedada con un cañón. El presbiterio, ligeramente elevado con respecto a la nave, es muy sencillo se compone de altar respaldo para el sagrario y un ambón, todo construído con la piedra ocre y aparejo irregular. Un pasadizo practicado en el muro de la epístola conduce al sagrario, capilla adosada al muro del templo, sin formar parte del conjunto del convento. S trata de una sala rectangular de dos tramos con bóvedas simples de crucería.
Situado el convento al sur del templo, con el claustro adosado completo, de cuatro corredores y patio central rodeado en tres de sus lados libres por una crujía al sur, otra al oriente y dos al poniente, sobresaliendo el portal de peregrinos. Después de éste sigue una crujía compuesta de cinco cámaras, dos de estas sobresalen hacia el sur fueron parte de los servicios de hospedería del convento; la primera cámara, adosada al muro del templo correspondía al racionero; la segunda, de igual superficie y hacia el claustro. La portería propiamente dicha. A la derecha oficinas y sala de visita.
Las tres crujías que rodean el claustro correspondían a los servicios complementarios del convento, como son: sala de capítulo, sala de profundis, refectorios, cocina, despensa, servicios sanitarios y baños, así como el cubo de la escalera.
Los cuatro corredores del claustro están cubiertos en los dos niveles que lo forman, de veinte compartimientos, techado cada uno con una bóveda vaída, o sea la formada por un hemisferio cortado por cuatro planos perpendiculares entres sí. Los dos rincones del corredor poniente conservan encasamentos para imágenes, los tímpanos del muro y el intradós de las bóvedas fueron trabajados a base de una decoración de argamasa con cuatro escudos de la Orden de Santo Domingo, un florón central y, en los tímpanos, pinturas de Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Siena. Las bóvedas están separadas por arcos fajones que descansan en impostas y fondos de lámpara, tanto en los muros como en los pilares compuestos que forman la arquería del patio, de cuatro vanos en cada frente y planta. Los arcos son de medio punto con arquivoltas, impostas y pilastras que descansan en el antepecho de la planta alta. En el primer nivel los pilares son de sillares hasta el nivel de impostas, después de mampostería aplanada y pintada a la cal; la dos medias columnas y el núcleo del contrafuerte están recibidas por un zócalo moldurado común. El contrafuerte, en toda su altura, es de forma triangular del tipo llamado de tejamar.
La planta alta del convento que, originalmente, estaba compuesta de biblioteca y celdas para los frailes residentes y visitantes, en la actualidad está convertido en casa cural, soportando la adición de tabiques o paredes delgadas, en todas las crujías para formar pasillos de acceso a los nuevos locales. Probablemente el portal del peregrino fue una adición muy cercana a la construcción de este convento y es de un solo nivel. Parte de la primera crujía fue demolida cuando se restauró el convento. Los antiguos techos de viguería, terrado y enladrillado fueron sustituídos por bovedillas de ladrillo sobre viguetas de concreto armado.
5.-DESCRIPCION DE OBRAS DE ARTE
Aun cuando el templo no conserva los antiguos retablos contemporáneos a su construcción, sí se conoce que connotados artistas cumplieron contratos con los frailes dominicos, como Juan de Arrúe, contratado por Fray Pedro de la Cueva, Vicario del establecimiento, para pintar las tablas y lienzos del retablo principal, de los colaterales y de la capillas. Entre ellos un lienzo de seis varas cuadradas para el altar mayor con El Martirio del Príncipe de la Iglesia. Por otra parte Toussaint menciona al pintor Miguel Mendoza nativo de la mixteca, cumpliendo encargos de pinturas en Etla, Teposcolula y otras iglesias de la región.
Independientemente del altar mayor, descrito en el capítulo anterior, conservan las siguientes esculturas y pinturas. En el respaldo del muro de fachada dos pilas bautismales de cantera. En las capillas del muro de la epístola, del ingreso hacia el altar, virgen del Rosario, Cristo de la Pasión, San Martín de Porres, Señor San José, Sagrado Corazón de Jesúsç. En el muro del evangelio, pintura de la Virgen del Perpetuo Socorro, Virgen de la Soledad, San Antonio de Padua, Virgen del Carmen, pintura de La Divina Providencia y el Señor San Pedro. En el altar mayor un Señor de las Peñas, que es un simbolismo.
En el corredor del claustro, en los encasamentos del fondo conservan dos esculturas en talla de madera policromada, seguramente del primitivo retablo y representaciones de los santos de advocación del convento: San Pedro y San Pablo.
En la capilla del Sagrario, dedicada a la Virgen de Guadalupe existe un retablo neoclásico, asentado sobre un sotablanco, con dos pares de columnas corintias muy esbeltas, que reciben sus entablamentos y éstos, a su vez, una arquivolta con recuadros y, a los lados, dos macetones. Al centro guarda un lienzo de La Guadalupana y, en los intercolumnios, la Virgen del Rosario y el Divino Preso. La Sala de Profundis conserva restos de una pintura mural a base de follajes en varios colores.
6.-BIBLIOGRAFIA
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Vocabulario Arquitectónico Ilustrado. Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas. México, 1980.
ELABORO: ARQ. MIGUEL PAVON
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