Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-000023
Nombre del Inmueble
El Carmen
Periodo legal del inmueble
Registro Federal Inmobiliario (RFI)
24 421 0
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVIII
Siglo de creación
Estudio Monográfico
Estudio Monográfico
Antecedentes históricos
La orden reformada de los carmelitas llegó a la nueva España tardíamente, fue la última en arribar por estas tierras entre las ordenes mendicantes, en el año de 1585, su intención inicial era de no radicar en la Ciudad de México, sino alcanzar la región de nuevo México para realizar su labor evangelizadora; sin embargo la sociedad y autoridades conociendo su dedicación y seriedad en el desarrollo de sus actividades, facilitaron que se instalaran, procurándoles alojamiento inmediato y después de un tiempo cediéndoles la ermita de San Sebastián, así en 1586 quedó fundada la primera casa de la orden en la Nueva España.
En los años siguientes se fundaron otras más, en juicio de 1586 el convento de Nuestra Señora de los Remedios en Puebla, en 1589 el de Nuestra Señora en Atlixco, en 1593 el de Nuestra Señora de la Concepción en Guadalajara, en 1597 el de Nuestra Señora del Carmen en la entonces Villa Celaya, todas con construcciones sencillas debido a lo inmediato de su fundación, pero con el tiempo cada una fue objeto de reconstrucción para lograr su ampliación y definición. (1)
En los primeros años todos estos conventos fueron organizados jurídicamente desde la provincia de Andalucía, pero durante la celebración del capítulo general celebrado en 1590, se acordó que con la fundación de dos conventos más en la Nueva España, bastaba para constituir una nueva provincia, que vendría siendo la sexta de la orden reformada, lo cual se logra, erigiéndola bajo la advocación de San Alberto.
Hacia el año de 1600, había en los diferentes conventos de la orden en la Nueva España, un total de noventa y dos frailes. Cuatro años después los carmelitas se deciden a complementar, las casas o conventos de la provincia con la construcción de un convento con la característica de ser un "yermo o desierto" ubicado en una zona alejada de la ciudad. El cual sería nombrado como "Santo Desierto de Cuajimalpa" edificado por el fraile carmelita Andrés de San Miguel, en la nueva fabrica se podía practicar la oración la vigilia y la perpetua mortificación.
En 1615 se inicia la construcción del convento Colegio de San Ángel en la ciudad de México, con diseño y supervisión de Fray Andrés de San Miguel con un lenguaje arquitectónico sencillo, sobrio, sin torre, así se hicieron la mayoría de los conventos de ésta época constructiva de los carmelitas y hasta en el siglo XVIII, es cuando cambia esta manera de pensar y de construir.
También en 1615, fue aprobada la fundación del convento en Querétaro, donde además serviría como enlace entre las casas ubicadas en Celaya y Morelia con la ciudad de México. De igual modo es autorizada en 1644 el convento de Salvatierra, que en ese mismo año es apenas fundada y enseguida son requeridos los carmelitas para que instalen su casa en esa ciudad.
La Orden Carmelita llegan a la ciudad de San Luis Potosí, en 1743, Fray Nicolás de Jesús María quien encabeza al grupo como comisario de la provincia de San Alberto, para atender lo relacionado con la fundación del templo y del convento de la orden del Carmen. Los jesuitas alojan a la recién llegada orden, durante el periodo en que realizan las gestiones para el establecimiento, además para cumplir los trámites de la herencia que les dejaron con la petición de que fundaran el convento en la ciudad; en 1738 llegan más frailes carmelitas con la intención de buscar un terreno para la fundación, mientras tanto adquieren unas casas detrás del convento de San Francisco, para establecer un improvisado hospicio; se instalaron por un tiempo, hasta que les fueron cedidos y cambian los terrenos ubicados al oriente de la ciudad, conocidos como las tierras de "la alfalfa y la laguna", cuya propiedad era de Don Bartolomé López de Meza, quien al saber de la necesidad de un área para la construcción del templo y convento, les donó los terrenos por el año de 1740, a su acción se agregan otros bienhechores como Don Manuel Fernández de Quiroz, Don Francisco de Villanueva y Velasco, el bachiller Don Santiago Sánchez de Alvear, y el prior de Querétaro Fray Francisco del Espíritu Santo; en este lugar es donde decidieron ubicar su convento, el cual se iba a construir gracias al apoyo del matrimonio Torres Maldonado, y por su legado económico, surge una de las grandes obras de estilo barroco. Que pudo ser construido gracias al testamento de Nicolás Fernando Torres y su esposa Gertrudis Maldonado Zapata, cuyos restos se encuentran enterrados en el presbiterio.
Los carmelitas inician la construcción del hospicio por el año de 1743, sobre las antiguas lagunas del oriente de la ciudad. El constructor del Carmen fue el alarife José Lorenzo de los Ángeles y sobrestante, E. Pedro de la C., el proyecto del templo y del convento era muy sencillo, tasada en $ 35,000.00, en esta actividad, trabajaron los tasadores Bartolomé de Rojas, Domingo Hernández, eligió de Santiago y José Lorenzo.
Los trámites para la aprobación por parte del obispado de Michoacán y del rey Felipe V, fueron muy lentos y difíciles, y es hasta el 26 de abril de 1746, cuando por fin se firma la cédula real de fundación del Carmen Potosino.
Es importante señalar que con la ubicación del nuevo convento de la orden Carmelita; ubicado al oriente de la ciudad, contribuye a cerrar la traza procesional en torno a la parroquia, por ello y por el gran significado que tenía para la población, fue motivo de interés en determinar esos terrenos.
El proyecto del inmueble era inicialmente muy sencillo, fue presentado por Fray Juan de Santa Teresa ante dos peritos valuadores, Bartolomé Rojas y Domingo Hernández, quienes habían sido enviados por el alcalde Luis de Velez de la Cueva, para la tasación de la fabrica del templo y convento, a quienes se unieron los "peritos maestros en arquitectura" llamados por los carmelitas: Eligio de Santiago y José Lorenzo, dictaminando juntos que el costo de la obra sería de $ 35,000.00 pesos; aunque este precio no incluía la torre, sino una espadaña, tampoco la cúpula, ni el tambor, sino que estaba cotizado una cubierta de cañón corrido, en cuanto a la fachada el diseño se presentaba muy austero.
El 29 de enero de 1749, se inicia la cimentación del templo por Fray Juan de los Reyes, quien inició la excavación, aunque algunas casas estorbaban para el trazo, se realizaron negociaciones y fueron adquiridas para su demolición por los caminos legales; al provincial Fray Nicolás de Jesús María y al provincial franciscano Fray Antonio Rizo, les corresponde colocar la primera piedra y el llamado "tesoro" en la construcción del templo.
Para 1750, ya se habían concluido los muros del templo, el camarín y el cubo de la torres hasta cuatro varas de altura, además el lenguaje arquitectónico empleado en este cuerpo fue el barroco salomónico. En octubre de este año, los trabajos se detuvieron para iniciar el convento que debería ser muy austero, en ese entonces era el superior Fray Fernando de la Cruz. Dos años más tarde, el convento tenía mucho avance, pues entre otros recintos destacaban el ubicado a un costado del templo de sesenta y cuatro varas, con bóvedas ya construidas de la sacristía con veinte varas, las de la antisacristía de dieciséis por ocho, las de la procuraduría de veintitrés y de la antiprocuraduría diez. El claustro tiene levantados los muros a más de cuatro varas y se encuentran terminados casi todos los cimientos de los demás recintos. El convento era en su totalidad rectangular, solo la portería se ubicaba hacia el poniente, pero su fachada iba apaño del cubo de la torre, hasta la columna extrema del sur del pórtico del hoy teatro de la Paz. Al oriente llegaba hasta lo que hoy es la calle constitución, de aquí doblaba al norte, para volver al poniente, hasta llegar al costado del templo.
En 1758, el prior Fray José de San Ambrosio, describe el avance de la construcción final del convento, constituido por 35 celdas, varias oficinas, un recinto de cinco bóvedas al sur del templo, que puede ser utilizado para la celebración de la misa mientras tanto, ya que como se venía realizando, es un recinto muy pequeño, por lo que el 14 de octubre de dicho año se dio la orden para mudarse al nuevo convento, además señala que sobre este espacio que puede ser utilizado como capilla se encuentra sobre este mismo, la sala del profundis, el coro, la fachada principal veía al poniente, era un paño liso de cantera, con varios enmarcados sencillos de cantería y no tenía más adornos que las canales de cantería labrada, al frente de los carmelitas se encontraba el prior Fray José de San Ambrosio, en este año también se terminó de construir el oratorio el cual contaba con un retablo dorado, dedicado al Niño Jesús.
En el mismo mes de octubre de 1758, estuvo en la ciudad viendo la obra, el arquitecto de la catedral y del real palacio de México, Miguel Espinosa de los Monteros, quien acompañaba al provincial de los carmelitas, el mencionado arquitecto aunque estuvo poco en la ciudad en esa época, conocía la obra del sagrario metropolitano y otras más, que se edificaban con una variante nueva del barroco, "el estípite", por lo que se piensa que tal vez él influyó de alguna manera, para continuar la construcción del templo, con la expresión nueva del lenguaje barroco, pero ya no con la variante "salomónica", sino que se utilizara "la pilastra estípite", al frente de la obra continúa como encargado el maestro José Lorenzo.
En 1763, la obra del templo estaba terminada y el prior era Fray Andrés de la Santísima Trinidad quien logró casi terminarlo, y se había propuesto la dedicación del templo; para el siguiente año, la obra la concluye José Lorenzo, así como muchos peones del pueblo de San Sebastián. Como la provincia Carmelita era quien manejaba el total de la herencia legada por Don Nicolás Fernando de Torres, les había prometido $65,000 pesos para la construcción de la orden, ya casi se habían gastado, viendo esta problemática económica, Fray Andrés solicitó ayuda a los potosinos.
La obra fue concluida en el 15 de septiembre de 1763, y en este año, el 13 de octubre, se bendice el templo y convento, celebrando la misa, el prior del convento de San Francisco, Fray Joaquín de Bocanegra, a quien cedió el honor el provincial Carmelita Fray Juan de los Reyes. El día 14, en una solemnisima procesión con las principales órdenes religiosas, las autoridades civiles y el pueblo, a la celebración de la dedicación del templo fue invitado como padrino de las fiestas, el Lic. Silvestre Alonso López Portillo, quien era esposo de una sobrina nieta de Don Nicolás Fernando Torres. Además de manera especial fueron invitados el pueblo de San Sebastián quienes habían trabajado en la obra, destacándose como buenos maestros canteros y de arquitectura: como José Lorenzo. Y el día 15 de octubre se realizó la dedicación del Carmen, y la misa es celebrada por el fraile franciscano.
En escritos de este año, Fray José de Santo Domingo, comenta que el convento cuenta con dos salas de profundis, la de arriba que aún existe como capilla y la de abajo, que actualmente sirve como sacristía, también se termina la construcción del retablo mayor del templo.
La torre se termina de construir el 24 de noviembre de 1767 (2), se señala en una inscripción en el cubo, Fray Joaquín de la Concepción era el prior en esta época.
Un año después, se colocan en el claustro, cuadros con excelentes pinturas para las estaciones de las procesiones, a la fecha no se conoce los temas y estos cuadros ya no existen, para la capilla doméstica en el oratorio, se realiza el cuadro de los cinco señores y una cómoda para los ornamentos. La cubierta del oratorio tiene una gran venera y una cúpula con tambor almenado y cupulín, el prior era Fray Manuel de San Geronimo.
En 1774, el prior Fray Manuel de San Joaquín, mandó construir dos pilas, la del claustro y la del patio. La huerta ocupaba todo lo que ahora es la alameda Juan Sarabia, había probablemente una ermita y un tanque grande para recoger el agua proveniente de Tequisquiapan, que era un barrio ubicado al poniente de la ciudad, y que servía para gasto del convento y riego de la huerta (2)
Se edifica una librería en 1782, por iniciativa de Fray Francisco de San Pedro, y se construye la portería al poniente, haciendo escuadra con la fachada del templo, con una anteportería adjunta, después de un año, Fray José de Santo Domingo, ordena que se arreglen los asientos de la sala de recreación que ya existía, se desconoce del dato de la ubicación del espacio y cuando fue destinado, además había una área que funcionaba como peluquería, desconociendo de igual modo, su ubicación.
Lamentablemente el convento no duró mucho, en 1810 se inicia la independencia, en el movimiento participan los legos Juan de Villerías y Juan Herrera, y el convento es abandonado, permaneciendo sólo cuatro frailes, en 1821 se proclama la independencia; y en 1824 tenemos además del alcalde la autoridad estatal quienes con la ley de desamortización de bienes eclesiásticos en 1856, los conjuntos conventuales y templos fueron modificados por promoción del gobernador Anastacio Parrodi, en 1853, el convento del Carmen, fue mutilado, con la demolición de los arcos, la balaustrada del atrio y las bardas, para abrir la calle de Villerías. Un año más tarde, la huerta fue adjudicada al ayuntamiento.
En el estado de San Luis Potosí, se publican el 24 de julio de 1859, las nombradas leyes de reforma, donde se establece la nacionalización de los bienes eclesiásticos, la supresión de las ordenes religiosas, así como las archicofradías, congregaciones o hermandades anexas a las comunidades religiosas, catedrales o parroquias.
El 31 de julio se publicó la ley, por la cual se secularizaban los cementerios, el 11 de agosto la ley que apoyaba la asistencia de parte del gobierno a las ordenes religiosas, también fue derogada, y el 4 de diciembre se decreta la libertad de cultos.
Durante el periodo de gobierno de Vicente Chico Sein, por su promotorí a, la huerta se convierte en la alameda, por 1859, se demolieron las bardas y las diferentes entradas que se encontraban en la huerta, además del secreto, los estanques piscícolas y otras construcciones ubicadas en ella; en julio de ese mismo año, (4) los carmelitas abandonan el templo y convento, se inicia entonces la transformación del uso del inmueble, por solicitud realizada al ministro de guerra y general en jefe del ejercito el Gral. Santos Degollado, quien en ese entonces se encontraba de paso por San Luis, y autoriza concediendo que el inmueble sea transformado y sus espacios son ocupados como el palacio de justicia y la penitenciaría; en octubre, se inician los trabajos con gran desorden en el convento, y ocurrió un enorme saqueo de muebles, pinturas, esculturas libros y documentos, siendo responsables los miembros de la administración del gobernador; en este año, también se demuele el altar principal y Francisco Eduardo Tresguerras construye el actual de estilo neoclásico. Siendo el prior Fray Gregorio de la Asunción. En las áreas que fueron demolidas, se construye una plazuela para ubicar una pila y en ella una estatua de Mariano Arista.
La construcción del Carmen, que antes se hallaba en el extremo oriental, se mira por las fechas de 1862, al centro de la ciudad, separada por tres calles que pronto formaran un barrio y paseo. Por esta época nuevamente son demolidas la parte que ocupaba la penitenciaría y las áreas destinadas al palacio de justicia, por autorización del general Santos Degollado.
Una vez más, los carmelitas abandonan el templo y el convento en 1870, dejando todo en manos de las autoridades, desde el 29 de julio de 1859; Fray Manuel de Jesús María, fue el último carmelita en San Luis.
En aquel entonces, la ciudad de San Luis Potosí, en 1864, es ocupada por el ejercito francés con el archiduque Maximiliano de Austria en el poder en la Ciudad de México, y es hasta el año de 1867 cuando Benito Juárez regresa a las funciones plenas a su cargo, a la caída de Maximiliano.
La cárcel que se encontraba en el edificio de palacio del estado, al exconvento del Carmen, al que se le efectúan arreglos para tal efecto, en la mayor parte del edificio principalmente en la zona sur que funcionaría como penitenciaría, el traslado de los presos fue el día 25 de noviembre de 1875.
Para 1880, es ocupado el convento como cuartel; haciendo uso del inmueble por los soldados de infantería y artillería de las fuerzas de San Luis en 1881, nuevamente se altera el conjunto, esta vez, entre los claustros para dar paso a la calle de Iturbide.
Debido a las malas condiciones que se encontraba la parte intermedia del convento en 1881, y con el pretexto de continuar con la calle de Iturbide se inicia la demolición de este tramo del convento, quedando en pie, una pequeña parte al sur.
El obispo Ignacio Montes de Oca y Obregón, en 1886, manda construir junto al templo el colegio del Sagrado Corazón (hoy México), y quedan bajo el resguardo de las Madres Josefinas; quienes con el apoyo de Pbro. Don Idelfonso Rodríguez, desde 1883 habían remodelado el patio de servicio, ubicado al oriente del patio principal; además el obispo Montes de Oca recupera lo que queda del convento, con algunos recintos ubicados alrededor del primer patio, y se construye un segundo nivel y manda remodelar la fachada de la construcción donde se maneja el lenguaje del neoclásico tardío, además el mismo obispo manda decorar la capilla, encomendándosela a Don Jesús L. Sánchez.
En 1889, el área que quedó cercana a la calle de Iturbide, fue demolida en tres lotes y vendida. El templo y convento quedó en forma aislada ya que se iniciaron los trabajos de demolición que aún quedaban en la parte sur, para iniciar la construcción del teatro de la Paz.
La edificación es un monumento excepcional durante el siglo XIX, el conjunto tenía su atrio al frente y el claustro a la derecha, el cual fue confiscado durante la reforma y lamentablemente destruido en su mayor parte atrás del convento se extendía la huerta (actual alameda), que era regada con agua que provenía de un acueducto subterráneo que venía de Tequisquiapan.
La portada de acceso al camarín de la Virgen, llamada "de la Madre de Dios, de los carmelitas y de los siete príncipes", fabricado en argamasa y coloreada, es una de las obras más exuberante del barroco., según Don Alfonso Martínez Rosales, "es todo su conjunto un derroche de esplendor".
La colección de pinturas de Francisco Antonio Vallejo, en la sacristía. De 1764, el óleo con el tema "patronato del santísimo sacramento sobre la comunidad de los carmelitas descalzos de San Luis Potosí, ubicado sobre la ventana del coro, la portada "Josefina", es uno de los mejores ejemplo de cantería potosina del barroco.
En acta del 1o. de marzo de 1923, la casa cural se entrega a la delegación federal de salubridad pública, se destinó la planta baja para sus oficinas, por contrato del 6 de octubre de 1928, se rentó el segundo piso a la logia Mariano Arista No. 2.
Nuevamente en acta del 6 de octubre de 1928, se entrega al gobierno del estado, el colegio del Sagrado Corazón para que se formara el asilo infantil, el decreto presidencial es publicado con fecha 9 de julio de 1946, para este fin.
El decreto anterior fue derogado y se enajenó gratuitamente para el uso mencionado, la donación condicionada se llevó a cabo mediante la escritura No. 13, de fecha 7 de julio de 1949, ante la notaría pública No. 49, del Lic. Manuel González, quien informa lo anterior al gobierno del estado, en el oficio No. 8122, de fecha 12 de agosto de 1968. Durante el periodo de Antonio Rocha Cordero, la plaza fue remozada, en 1973, se coloca una fuente monumental realizada Don Joaquín Arías, el palacio federal, luce su nueva fachada hacia la plaza, y es inaugurado el 25 de agosto de ese año.
De 1993 a 1996, se realizaron los trabajos de restauración de las azoteas del camarín, templo, oratorio y sagrario, también las cúpulas fueron intervenidas.
Con relación al convento, el tercer nivel es agregado por las monjas Josefinas, continúa en custodia desde la segunda década del presente siglo, además de la mitad oriente del primer nivel, mientras que en la planta baja y segundo nivel es ubicado por las oficinas de la Secretaría de Salud hasta 1993, que al ser reubicada, los recintos quedan sin uso, hasta que el 11 de junio de 1998, que es publicado en el diario oficial de la federación, el acuerdo secretarial (Secodam), que tiene por objeto destinar al servicio del gobierno del estado de San Luis Potosí, el exconvento del Carmen, a efecto de que sea utilizado como un museo de arte virreinal.
Las áreas concedidas al uso del museo, actualmente las ocupan para exhibir las esculturas de la procesión del silencio. Y en planta baja del convento sobre el tramo que ocupa la última cuarta parte del mismo, es ocupada por la sacristía y áreas anexas del mismo, cuya propiedad es federal, y el uso es para apoyo del templo del Carmen.
Descripción del templo:
La portada que forma la fachada del templo del Carmen, es llamada por el historiador Alfonso Martínez Rosales como la portada "decoris carmeli y hortus conclusi" o "de la hermosura del carmelo del huerto cerrado" y describe que el labrado de cantera de la portada principal está trabajado con sabiduría.
En su composición se forma con tres cuerpos horizontales, con remate triangular, y cinco calles bien definidas, del lado derecho se enmarca con un lienzo circulado con adarajas y a su derecha el cubo de la torre, también con la base decorada con el mismo diseño. Que hace resaltar que la portada está un tanto rehundida, además se nota que toda la composición se halla rodeada de arriba hacia abajo de una moldura bocelada que corre en forma de greca, cuya significación trata la cerca del monte carmelo, huerto cerrado.
El basamento y las bases de las columnas o pilastras, presentan un rectángulo formado con una ceja vegetal o geométrica, conchas que aparecen de espaldas y oráculos representados por cuatro rostros ubicados en el frente del basamento, los cuales presentan diferente expresión de estado de ánimo, con el pelo rizado, de la boca salen lengüetas vegetales con flores hacia los lados, que significa el paganismo.
En el primer cuerpo, delimitado por columnas salomónicas tritóstilas, el fuste se diseña con dibujos en líneas paralelas formando petatillo en el primer tercio, en la siguiente parte forma el torzal o espiral del salomónico, de donde cuelgan filaterías que presentan guías de frutos que se dan en el altiplano potosino y el capitel de la columna corresponde al orden corintio; en los extremos del primer cuerpo se presentan pilastras tritóstilas, en el primer tercio del fuste, se forma con tableros y rombos, el del medio con formas en zig-zag, y el último en estrías, el capitel de la pilastra se forma con el mismo orden corintio.
Las calles primera y quinta, se presentan tableros o lienzos con relieves vegetales diseñados en relieves con frutos mexicanos, como el maíz, chile y varios mas. En la segunda y cuarta calle se ubican nichos formados por arcos de medio punto con capialzado en diseño de concha, con peana decorada con ornamentación vegetal y unida a un relieve realizado por listones que se cruzan, como también se presenta en la parte superior de la hornacina pero en mayor tejido y dimensiones y que Martínez Rosales llama "lacería", que significan la palabra, y donde se ubican las esculturas de San Elías, vestido con el habito carmelita, con su espada de fuego y un libro cerrado, del lado derecho encontramos la escultura de San Elíseo también con habito y un libro cerrado. La concha capialzada de los nichos donde se encuentran los profetas, se le da el significado de la gracia de yavé.
En la calle central, se ubica el acceso principal, las jambas del nivel basamento de la fachada y del primer cuerpo, por el intrados se presentan tableros y sostiene un arco mixtilíneo, con dovelas que forman ornamentación vegetal y por el intrados se presenta una flor, que hace que, ópticamente se vea como un arco angrelado; sobre la clave entre motivos vegetales se encuentra la mano con la espada de fuego de San Elías, y en el intrados se forma una flor de florecimiento triple, interpretado como la Santísima Trinidad o a los profetas San Elías, San Elíseo y San Daniel quienes realizaron una fuerte apología defensiva con relación a la orden debido a la virtud de su virginidad y por ende prefigurativas de Cristo; las flores son siete elementos que recuerdan el número cabalístico, la entrada principal al templo significa el acceso al jardín de las delicias, con la naturaleza divina y la humana.
En las enjutas encontramos dos querubines y ornamentación vegetal; que recuerdan a yavé cuando ordena a Moisés pusiera sobre el propiaciatorio, y eran de oro batido y estaban en los extremos con las alas extendidas. Las cuatro columnas que forman el primer cuerpo, tienen un significado múltiple, las leyes de indias mandaban que no se permitiera a los religiosos llevar bienes ni derechos a los monasterios de la orden de San Francisco, San Agustín, Santo Domingo, y el Carmen, y la representación de las mismas aluden a la interpretación de las cuatro órdenes mendicantes. Además de aquella en la que se comprende a los carmelitas respecto a que la iglesia es el paraíso del que habla el génesis, y las religiones mendicantes con sus cuatro ríos capitales: pisón, guijón, tigris, y el eufrates, de igual modo en la significación especial de contemplación de la Orden Carmelita: la soledad, oración, silencio y quietud, por ello se persiste el número cuatro en los diferentes cuerpos de la fachada principal.
El significado del primer cuerpo, es la apoteosis de la existencia de la orden del Carmen desde los tiempos antiguos de los profetas, sus fundadores, idea que siguiendo su línea de razonamiento concuerda en advertir el capítulo de los reyes relativos a San Elías y San Elíseo, además de concluir que este cuerpo es ley escrita.
Desde el punto de vista arquitectónico este primer cuerpo, construido inmediatamente después de la colocación de la primera piedra, y el desarrollo de la misma hasta alcanzar cuatro varas como lo narran Fray Juan de los Reyes y Fray Joaquín de la Concepción.
El entablamento presenta una rica variedad vegetal, con flores y follaje en el friso, la arquitrabe presenta varios relieves y una serie de volutas, de aquí se vierten cuernos de la abundancia encontrados que rebosan las flores sobre las pilastras y las columnas salomónicas del primer cuerpo; la cornisa se ve decorada por ménsulas o pequeñas zapatas, de donde nacen las bases del segundo cuerpo, interpretado como el "tiempo de la ley de gracia" "después de la venida de Jesucristo"; en los extremos que forman pilastras y las tres caras de los pares de pilastras estípites presentan manojos de flores y follajes que forman guardamalletas, en la primera y quinta calle continúa el lienzo que dan la impresión de ser estolas colgantes o cenefas con un bordado rico y abundante con ornamentación vegetal, floral y frutal de la región, en la segunda calle se encuentra la escultura de Santa Teresa de Ávila con el hábito carmelita, con un libro y le falta la pluma; y en la cuarta de San Juan de la Cruz; las peanas donde se encuentran estas dos esculturas son mucho más elaboradas que en el primer cuerpo, pues las repisas están labradas por medio de conchas que muestran sus convexidades, y el capialzado del nicho en forma de concha o venera, se encuentran ribeteados por una línea que al llegar al centro se enrollan contraposición y apuntan como si fueran un arco conopial o flamígero. Arriba de las hornacinas el espacio se cubre con juegos de vegetales que en su centro dejan un hueco a manera de escusón, sin que aparezca la continuación de la ceja del rectángulo donde va inscrito, lo que hace alusión que hay una "comunicación con el tercer cuerpo".
CONTINUA EN OBSERVACIONES:
Planta arquitectónica (original)
Cruz Latina
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
San Luis Potosí > San Luis Potosí > San Luis Potosí (240280001)
Nombre de la vialidad o calle
Manuel J. Othón
Número y/o identificador de la vialidad o calle
410
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Centro del poblado
Código Postal
78000
Otra localización
Por la Plaza del Carmen
Orden religiosa (original)
Carmelitas