Época de construcción o modificación: Siglos XVI, XVIII y XX
Se dice que: "Existió en Tizapán una ermita de los carmelitas cercana al Olivar, que fue hacienda dedicada a cultivar olivos, concesión especial dada por el rey de España a los frailes, dado que para proteger la producción de aceite en la metrópoli se prohibía la explotación en las colonias. Las aceitunas del Olivar se molían en el convento de San Ángel y el aceite producido servía para proveer a todas las casas de la Orden en la Nueva España".
Resulta interesante apreciar como el friso clásico de la fachada lleva en lugar de elementos clásicos, como las metopas, relieves en forma de cabezas de buey. Esto -se comenta- en recuerdo de que una carreta de bueyes sirvió para acercar los materiales para su construcción. La Comisión de Monumentos y Bellezas Naturales dictaminó que se declarase monumento el templo de Guadalupe Tizapán el 30 de noviembre de 1933.
Como descripción general, diremos que el conjunto consta de una barda atrial de piedra con tres arcos de acceso, en la cual está ubicada su cruz y un templo moderno. El templo antiguo colinda con una casa cural modernizada y al lado de ésta existen unos dispensarios médicos contemporáneos. El templo presenta una nave con crucero y cúpula octogonal. Éste posee dos portadas: la principal, con cerramiento de arco de medio punto, que tiene en la clave un relieve de San Antonio con el Niño Jesús y, la lateral, más sencilla, conserva su torre que es de un solo cuerpo, rematada con cupulín. Como detalle complementario, conserva una portada neoclásica que fue realizada a finales del siglo XVIII.
Sobre la portada principal, se puede apreciar que está constituida por un arco de medio punto, sobre el cual hay una clave ornamentada por un relieve que representa a San Antonio y al Niño Jesús. Asimismo, el acceso está flanqueado por dos pilastras de capitel corintio sobre las que se apoya un dintel de cerramiento; en las enjutas presenta relieves con motivos vegetales y la portada se complementa con una cornisa moldurada de la cual emergen dos roleos con pináculos adosados, los que a su vez flanquean un óculo octogonal que ilumina el coro. A la fachada, la corona un nicho con la escultura de la Virgen de Guadalupe y una cruz de piedra. Cabe hacer mención que el portón de acceso, de madera, es el original.
Sobre el costado Norte se levanta la torre de un solo cuerpo, con columnas adosadas, campanario y cupulín con linternilla de remate. La fachada lateral del templo posee dos pilastras adosadas y un arco de medio punto; en su friso se pueden apreciar los relieves, en estuco, de las figuras de dos cabezas de toros y dos flores. En la parte superior de esta portada hay un vano de ventana, flanqueado por pilastras que soportan un arco rematado por un frontón con roleos.
En el interior, la planta arquitectónica es típicamente de cruz latina, cubierta por bóvedas de lunetos; la nave está dividida por arcos de los llamados "fajones" decorados por medio de casetones y motivos florales dorados al igual que la bóvedas. El crucero está cubierto por una cúpula de gajos de tambor octogonal con lucernas; sus pechinas carecen de decorado y, al fondo, se localiza el presbiterio, cubierto por una bóveda de lunetos ornamentada por medallones pintados con motivos alusivos a la aparición de la Virgen de Guadalupe.
En este último espacio arquitectónico se ubica un retablo tallado en madera, con pilastras barrocas de tipo estípite con ornamentación floral y herbal; la madera está barnizada en color nogal sin dorados; conserva pinturas de principios del siglo XX en sus entrecalles. En el área del coro, existe una balaustrada de modesta talla. Como integración contemporánea, a mediados del siglo XX se le integró en el costado izquierdo del templo la construcción de un templo moderno de reservada opinión artística; felizmente, el monumento conserva su barda atrial de mampostería de piedra.
