Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-000513
Nombre del Inmueble
San Diego
Periodo legal del inmueble
Registro Federal Inmobiliario (RFI)
16 1796 7
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVII
Siglo de creación
Estudio Monográfico
Estudio Monográfico
Antecedentes históricos
El Santuario de Guadalupe o templo de San Diego, sirve como remate a la calzada fray Antonio de San Miguel, es uno de los lugares que mejor conservan su tipicidad en la ciudad de Morelia.
Se inició en 1708 y se terminó en 1716, de 1729 a 1737 el obispo Escalona y Calatayud edificó al lado norte una casa de ejercicios que serviría de retiro a los obispos antes de iniciar sus funciones en la diócesis; para su fácil acceso, ordenó la construcción de la que hoy conocemos como calzada de fray Juan de San Miguel; llamada así por el fraile que la construyó.
Diez años después, los franciscanos descalzos de la rama de San Pedro de Alcantara, decidieron asentarse en Morelia.
Considerando la humildad de los miembros de la orden, el cabildo eclesiástico, el Dean, el ayuntamiento y el obispo, aceptaron donarles terreno del clero anexo al santuario para facilitar sus funciones como confesores de las monjas de Santa Catalina y de las novicias de las Rosas.
El apoyo económico para la construcción provino de don Pedro Carriedo, rico vecino que fincó la casa.
En 1760 por cédula real se autorizó el convento y en 1761, el virrey Marqués de Cruillas, dió el pase correspondiente, en 1769 se concluyó la obra por el maestro Diego Durán; sin embargo, el edificio se amplió con el crucero y el presbiterio; el altar se construiría a poco de la gesta revolucionaria por el arq. don Nicolás Luna.
En 1778, Pio VI concede las indulgencias y prebendas de la matríz, San Juan de letran en Roma, al convento de Nuestra Señora de Guadalupe, para cuya celebración se colocó una placa en el sotocoro de la nave.
Durante la exclaustración los dieguinos fueron expulsados cediéndose el edificio al gobierno, quién lo dejó sin ocupar, por lo que pasó a manos del clero secular. En 1869 el gobierno lo retomó y cuatro años después lo cedió como escuela de artes que no prosperó, inaugurándose en el la primera exposición agrícola, industrial y artística de Michoacán en el año de 1877.
El uso cambió constantemente, fué hospital, hospicio, internado y por último escuela de derecho, mismo al que actualmente se le tiene destinado.
El templo se convirtió a raíz de la decoración hecha por Joaquín Orta Menchaca inaugurada en 1915, en el más solicitado de Morelia para los eventos sociales, el atrio desapareció en 1859 para convertirse en calle y en plaza, colocándose en la misma una escultura de don José Ma. Morelos.
El fuerte auge económico del templo, actualmente en manos de los franciscanos ha propiciado su constante renovación que ha repercutido de manera negativa en los bienes muebles ya que muchas imágenes han sido alteradas de manera irreversible con encarnaduras, repintes, empestañados, etc..., haciendo que pierdan gran parte de su interés artístico.
La iglesia colocada de oriente a poniente, conserva al sur el convento dieguino remodelado en el siglo XIX y al norte, restos de la casa de ejercicios, tan modificada que tiene aspecto de mimetización urbana muy lejano a la monumentalidad del conjunto.
La fachada de gran sobriedad hecha en pañería, remata en frontón piramidal peraltado en el cual está un nicho que alberga a la Virgen de Guadalupe en medio de un rectángulo con lacerías y una cruz labrada con tres clavos, el remate central es un pináculo esférico. Al centro se concentra la portada, con acceso de medio punto flanqueada por columnas toscanas estriadas sobre base entablerada, que soportan un triple tablero moldurado en el que desplanta la venta na del coro de medio punto con pilastras laterales acanaladas que cargan un tablero liso enmarcado por dobles molduras.
Al lado norte está la torre de tres cuerpos, el inferior liso separado del segundo por doble cornisa. En este último se abren vanos dobles de medio punto en cada una de sus caras: una bulaustrada divide al tercer cuerpo de vanos piramidales remarcando su planta octagonal. Doble tablero separado por cornisas en saledizo carga el cupulín gallonado, del que salen molduras curvas y que se unen en la cúspide para servir de base a la cruz de remate.
Sobre el crucero se levanta la cúpula, también octagonal con tambor peraltado y con ventanas alargadas en cada una de sus caras. Los gajos están separados por nervaduras de cantera que arrancan de almenas tipo ánforas que rematan en una linternilla cubierta con media naranja y una cruz en su cumbrera.
La nave de planta de cruz latina con cúpula en el crucero esta techada con bóvedas de arista. La cúpula es de tambor circular desplantado sobre pechinas formadas por arcos torales con pilastras. Las ventanas del lado sur están tapiadas.
El interior es excepcional, la decoración vegetal concebida por Orta, difiere de todo lo conocido en la historia del arte religioso, grecas de barro y estuco policromadas decoradas con flores de origen popular, mezcla todas las corrientes artísticas readoptadas por el porfiriato, el ecléctico afrancesado, los pinjantes moriscos y el art noveau mezclados en un barroco aterrado por el vacío, creando un vergel de gran colorido.
Los muros se cubrieron por enormes pinturas referentes a los franciscanos evangelizadores, en los cruceros hay sencillos altares neoclásicos que contrastan con la nave.
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Avenida Tata Vasco
Número y/o identificador de la vialidad o calle
s/n
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
58000
Otra localización
Morelia
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar