Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-000022
Nombre del Inmueble
San Francisco
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVII - XVIII
Siglo de creación
Estudio Monográfico
Estudio Monográfico
Antecedentes históricos
Los franciscanos llegaron a territorio potosino hacia 1570 venían de Zacatecas, donde habían fundado el convento, y considerando que hacía varios años que se encontraban trabajando por la zona, no fue difícil que pronto dieran atención a los dispersos grupos de huachichiles de este valle, por ejemplo un poco más al norte de la región de San Luis, en el sitio minero de Santa María de las Charcas, que ya era atendido por la orden desde antes de 1583 (1), y es por esos años en que se piensa que llegaron algunos frailes e iniciaron su labor evangelizadora.
Entre 1588 y 1589 se logra la paz, después de casi cuarenta años que duró la guerra a sangre y fuego, una vez establecida la región en pacificación con los grupos chichimecas hostiles en la zona, se facilita la labor de los religiosos, que empeñosos construyen la ermita de la Vera Cruz, en donde además construyen la casa provisional, y cerca de los terrenos donde un poco más adelante en 1625, los jesuitas construirían su Colegio, templo y convento, lamentablemente no hay datos que describan la construcción de la antigua ermita de la Vera Cruz, ni relación de dimensiones, técnicas constructivas, pero sí, antecedentes como que resistió el uso y el tiempo durante veinte años para la orden franciscana y otros sesenta para la orden jesuita (2), aunque para algunos historiadores dicho templo se conservó hasta 1713, pues la ubican en el terreno donde existe actualmente la capilla dedicada a la virgen de Loreto del conjunto del sagrario o la compañía, y no estorbada a la construcción del ya mencionado colegio Jesuita. (3)
El 2 de marzo de 1592 se descubren los ricos yacimientos de mineral en un lugar muy próximo al sitio de San Luis, conocido después como Cerro de San Pedro, motivo que atrajo a mucha gente por la existencia de los minerales, al paso del tiempo y por carecer del líquido vital en esta nueva población minera, vuelve su atención al valle cercano, donde el 3 de noviembre de ese mismo años, se funda la población hispánica de San Luis.
Junto a la primitiva ermita de la Vera Cruz y sus pequeños anexos, que tenían lo elemental para albergar a dos o tres frailes, se habían congregado dos comunidades de indígenas, por un lado de huachichiles, y por otro el de tlaxcaltecas, traídos desde sus lugares de origen en 1591 para que ayudaran en la aculturación de los chichimecas.
Al darse cuenta los españoles que requerían de terrenos en donde se tuviera más oportunidad de obtener agua para las necesidades básicas, como prever para el futuro la ubicación de algún sitio para el tratamiento de los minerales; asimismo contar con terrenos planos para la construcción de fincas de administración, servicios y viviendas; se habló con los frailes franciscanos para pedirles que movieran a los grupos indígenas a otras áreas, y así ocupar el puesto de San Luis con un asentamiento español, alrededor de la zona con ojos de agua.
Los tlaxcaltecas se instalaron al norte de la ermita junto al río, donde fundaron un nuevo asentamiento el 15 de agosto; con los franciscanos todavía como guías, y donde enseguida iniciaron la construcción del templo y convento dedicados a la virgen de la asunción y el pueblo de indios de Tlaxcala; mientras que la población Guachichil se instaló un poco más al poniente, pero también cerca del río Santiago, un 8 de septiembre bajo el auxilio de nuestra señora de los Remedios. (3)
El investigador Rafael Morales Bocardo señala que para 1590, los franciscanos sin descuidar la ermita, ya estaban previendo otro sitio para la construcción de un templo y convento más definidos; indica que debido a ello, se tiene dicho año como el que marca el inicio de la fundación franciscana en San Luis Potosí, asentada a cuatro cuadras al sur del sitio donde se encontraba la ermita.
El insigne historiador potosino Don Primo Feliciano Velázquez, señala que en 1595, el convento de San Francisco se estaba renovando (4), indica que sus muros eran de adobe y los techos de viguería; es muy posible que esta remodelación implique la ampliación de algunos recintos, como el templo, pues la población que atendían estaban en aumento, debido al auge minero y pronto el recinto sería demasiado pequeño.
En aquellos años de 1589 a 1594 entre los franciscanos destacó por su labor de organización y atención a la población indígena, Fray Diego de la Magdalena, quien participó de manera importante en la construcción de la ermita de la Vera Cruz, además también apoyó al capitán mestizo Miguel Caldera, que ocupaba el cargo de justicia mayor en la zona, y cuyas gestiones realizadas en la ciudad de México, eran para lograr concesiones a la población indígena y así poder lograr la paz en la región, también participó en la decisión tomada por el Virrey Don Luis de Velasco, de permitir que se trajera a la zona, a varias familias tlaxcaltecas para que ayudarán con el ejemplo a aculturar a la población Huachichil. (4). A Fray Diego de la Magdalena lo apoyaban varios frailes más, entre ellos estaba Fray Juan de Ayala.
Hacia 1616, esta provincia franciscana de Zacatecas tenía ya veintitrés conventos bajo su administración.
Un aspecto muy importante es la definición del trazo del templo y convento franciscano, fue la orientación del mismo, pues las normas indicaban que el eje principal del templo debería de ubicarse en la dirección oriente-poniente, y se basaba en aspectos litúrgico, místico y en algunos puntos de su regla.
Su convento quedo ubicado al sur del templo y lo fueron ampliando poco a poco, en 1651 reciben la visita pastoral del obispo de Michoacán, el franciscano Fray Marcos Ramírez de Prado, quien se alojó en el convento y visitó los diferentes recintos en ese tiempo ya construidos, y sobre todo hizo hincapié en constatar el estado en que guardaban la pila bautismal, los vasos sagrados y los santos óleos. La iniciación de la obra definitiva del convento, se realiza en 1686, y empezaron a remodelar las fabricas franciscanas, de esta fecha se interviene la fachada del templo de San Francisco.
Gracias a la investigación realizada por Rafael Morales Bocardo, en su documento señala como era el templo y convento a mediados del Siglo XVIII (5), comenta que sus construcciones presentaban menores dimensiones a como se encuentran actualmente; el templo era de una sola nave cubierto de viguería y terrado, la fachada posiblemente se componía con una espadaña para albergar las campanas. En el interior, en su costado, pasando por el sotocoro se ubicaban dos recintos de reducidas dimensiones, uno de ellos funcionaba como bautisterio y el otro como capilla. Además señala que también a lo largo de la nave debieron de existir por lo menos cuatro retablos barrocos además del principal.
Con relación al convento, este tenía su portería reglar al sur del templo, inmediatamente se ubicaba un pequeño recinto que servía para que un religioso estuviera como portero; posteriormente se disponían oficinas, el despacho del padre guardián, y un poco m ás al interior el acceso al patio, que antiguamente era denominado como el "Patio de las Higueras" (5); alrededor del cual se ubicaban oficinas, un pequeño oratorio, la cocina, alacena, refectorio, la disciplina, los comunes, la lavandería el pozo y un poco más separados, los corrales, caballerizas, la huerta, la puerta del campo, la puerta falsa, etc.
El convento se comunicaba con el templo por la antesacristía y por un costado de la nave, en la planta alta del convento se ubicaban celdas, la enfermería, la biblioteca, el archivo, aulas tanto para el noviciado como para el coristado y teólogos, celdas de visitantes, la capilla de los novicios, los comunes y una pequeña sala capitular.
Al templo se accedía por el sotocoro o antecoro, pues el recinto del coro es un área muy importante en las actividades cotidianas de la comunidad, en este espacio se asistía a los principales oficios propios de la religión.
Con el paso de los años el convento de San Luis, se erigió en casa sede de la provincia franciscana, de Zacatecas, esto es, se el nombró casa capitular o casa de los provinciales, con ello adquirió una gran importancia, que después se iba a expresar en los inmuebles, también directamente bajo su jurisdicción quedaron las doctrinas de los pueblos, de la santísima Trinidad, de Santiago del Río, de nuestra señora de los Remedios de Tequisquiapan y del pueblo de nuestra señora de Tlaxcalilla.
Para 1670, se demolieron partes importantes del templo, para iniciar la construcción de uno nuevo, de mayor dimensión, carácter y elegancia que además contó con una expresión dentro del lenguaje barroco, tan importante para el gusto arquitectónico de la época. Templos, capillas y convento, formaron el conjunto arquitectónico más grande de la ciudad.
En 1686 se nombra ministro provincial a Fray Juan de Lazcano, originario de San Luis Potosí, a partir de él, siguieron una serie de siete ministros provinciales que apoyaron enormemente al convento, entre ellos figuran Fray Francisco de Zamora, Fray Jerónimo Martínez, Fray Andrés Sánchez, Fray Luis Hermoso, Fray Lucas del Castillo, Fray Luis Atanasio y Fray Juan de San Miguel. (5)
Durante la gestión de Fray Juan de Lazcano se construye la escalera principal y la enfermería; el recinto donde se ubicaba dicha escalera estaba rematado por una cúpula, además de ésta, existían otras cúpulas de menor tamaño e importancia, que se ubicaban en las áreas de servicio.
La construcción del templo que actualmente conocemos es iniciado en 1686, durante el periodo de Fray Juan de Lazcano, pero es en la gestión de su sucesor Fray Martín de Urrízar en 1686 y se termina en 1692, cuando realmente se dan la mayoría de las actividades constructivas que definen el inmueble, entre ellas levantan los muros de la nave, disponen la fábrica de las bóvedas, el coro y la capilla de nuestra señora de la consolación, considerando que sobre ésta se dispondría el cubo de la torre.
En 1692 se concluye la fachada del templo que conserva en esencia del patrón anterior, pero es complementado incluso con un tercer cuerpo, que desde luego presenta detalles escultóricos, aún así, no es la fachada que actualmente conocemos.
Por esta época se erigía el templo de la tercera orden, en el costado sur del gran atrio, se encuentra la construcción terminada en el año de 1694, su fachada no era la que actualmente podemos apreciar, el inmueble es de planta de cruz latina, rematada en su crucero por una cúpula sin tambor, en los b razos de su transepto había varios retablos en madera labrada y sobredorada; en el presbiterio se ubicaba el retablo principal que estaba dedicado a nuestra señor a de la Paz. Presentaba una fachada lateral hacia el oriente, ya que el templo contiguo (de nuestra señora de los Remedios) no existía, al oriente del presbiterio se ubica una pequeña capilla y al poniente la sacristía, la cual presenta otra salida hacia el patio, mediante el cual se comunicaba con el resto del convento franciscano.
Volviendo a la remodelación del templo de San Francisco, debe señalarse que también se inicia la construcción de la capilla dedicada al Santo Entierro, no se conoce la fecha exacta de su inicio, sin embargo debe ser en el periodo de 1692 a 1694, pues para 1700 ya se tiene información de su existencia y es construida después de la capilla dedicada a Nuestra Señora de la Consolación ya mencionada, la cual se ubicaba en la esquina nororiente del templo y la del Santo Entierro, justo al poniente de ésta, dicha capilla actualmente ya no es un recinto cerrado sino un pasillo, que permite el acceso del exterior al templo, pues el muro norte de la capilla fue transformado en un acceso lateral a la nave (5).
Antes del año de 1697, Fray Domingo de Villerías dirige la construcción de las bóvedas para el refectorio y la sala de profundis en la planta baja; a partir de 1698, el nuevo ministro provincial era Fray Andrés Sánchez dirige la construcción de una sección del nuevo dormitorio. (5)
Se inicia en 1696, la construcción de la capilla dedicada a Nuestra Señora de los Dolores, ubicada al poniente de la capilla del Santo Entierro, colindando con la calle por el norte, y quedó concluida en 1705, siendo el fraile guardián del convento Francisco Robles, el mencionado recinto tenía acceso desde la nave, sin embargo cuando se construyó el transepto, se le abrió entrada desde él, en el muro poniente, su eje corre paralelo al de la nave principal del templo, de oriente a poniente.
En 1705 también se inicia la construcción de la torre, que es terminada dos años después y es renovada en 1709, siendo ministro provincial Fray Lucas del Castillo, el cubo de la torre alcanzó una altura de veinticinco varas en cuadro rematado por un entablamento de cantería, el primer cuerpo alcanzó una altura de diez y media varas, rematando a su vez con otro entablamento en cantería, el segundo cuerpo consta de nueve varas y dos tercias de altura, mientras que el tercer cuerpo se trazó ochavado, con una altura de siete varas, y rematado de igual modo con entablamento y sobre éste una cúpula ochavada con una altura de cuatro varas, terminada con linternilla y en la intersección una veleta de hierro forjado.
En el interior de la torre, se edificó una escalera de ladrillo en el primer cuerpo, y en los otros dos, una escalera de madera para permitir el acceso hasta el nivel de la cúpula. Una vez terminada la torre fueron colocadas las campanas, que han ido cambiando conforme ha pasado el tiempo.
En esta misma época se manda hacer la reja para la capilla de Nuestra Señora de la Consolación se levanta la cerca para la huerta y se disponen los enladrillados en las azoteas.
En 1710 se inicia la construcción de la fachada que actualmente se le conoce al templo, iniciando los trabajos de adecuación desde los cimientos, y se levantó un muro completo en mampostería, hasta la ventana antigua del coro, lo cual les tardó diez meses y medio; se le añadieron las puertas de acceso hech as de madera de ayacachuite y cedro, con una altura de seis varas y cuarta, y un ancho de cinco. Después terminaron el resto de la fachada, culminando estos trabajos en 1712. (6)
En forma alterna a los trabajos descritos, se modificaban los transeptos del templo y se levantaba una cúpula en el crucero, pero era diferente a la que existía actualmente, tal vez de menos altura y desde luego la expresión del barroco estípite actual no la tenía, ya que la actual cúpula, se desarrolla después de 1725 en otras partes del país, en exteriores y a la región llega más tarde.
El investigador Rafael Morales Bocardo señala que en el extremo del brazo sur del transepto, se ubicaba un acceso especial denominado como la "puerta de la porciúncula", indica que aún se aprecian algunas irregularidades en el aplanado del muro que testimonian su existencia. (5)
Entre 1715 y 1717 se realizó la portería del convento, ubicada al sur del templo y con acceso por el cementerio o camposanto (hoy jardín guerrero); en su parte superior se construyó una celda, trascelda y dos oficina, complementadas con ventanas de hierro y puertas de madera; asimismo se construyen el antecoro y el recinto debajo de él, ambos con muros de cal y canto, en éste último se realiza una oficina y en el otro recinto contiguo se dispone el bautisterio, ambos espacios estaban cubiertos con bóvedas.
Otra de las construcciones que se realizaban en esa época eran dos celdas para los ministros provinciales, en la planta alta, además otras cuatro celdas que va al antecoro, de un lado y del otro una celda pequeña, un refectorio y una cocina; asimismo se hizo el pasillo que comunicaba con el coro del templo de la tercera orden; además de una librería que presentaba vanos o ventanas hacia el cementerio.
Constantemente se realizaron obras de albañilería en el convento, algunos recintos se ampliaban, se modificaban, complementaban o cambiaban de función.
Durante 1717 y el siguiente año se realiza la construcción de una nueva sacristía y antesacristía, ya que donde estaban antiguamente, se había dispuesto el transepto; estas se ubicaron al poniente y surponiente del presbiterio, pero no eran las que conocemos actualmente, eran menos altas y sencillas.
Con relación a los exteriores, el llamado cementerio o atrio, en el año de 1721, es enlosado completamente, además nuevamente son construidas cuatro celdas para el noviciado ubicadas encima de la sacristía, esto confirma que dicho recinto era bajo y diferente al actual. (5)
En 1727 siendo ministro provincial Fray José de Arlegui se le dio atención a las habitaciones de los prelados, pues en el convento vivían los ministros provinciales y exprovinciales, esto señala la importancia del conjunto en la región, incluso las celebraciones de los capítulos provinciales eran presidios por los comisarios generales de la orden.
El citado provincial dirige la construcción de una celda, con su trascelda, dos alcobas y un pasillo, para el comisario general de ese tiempo, y se ubicaba en planta alta, justo abajo se dispone la oficina, cocina y secreta, todo ello localizado frente a la huerta, además de un oratorio con altar, con piso de ladrillo y puerta que comunicaba a la huerta y hacia la escalera que conducía a la celda.
Junto al templo de la tercera orden, hacia el oriente, se levanta el templo de Nuestra Señora de los Remedios, y queda también hacia el atrio, los dos templos menores forman escuadra al espacio del cementerio o atrio, y e l eje principal de esta nueva edificación es de norte a sur y colinda con un patio con tercera orden, y al oriente con la calle (vallejo) y hacia el sur con los terrenos del convento; fue construido por iniciativa de Fray José de Arlegui, el 8 de septiembre de 1727; debido a las pequeñas dimensiones no le fabricaron la cúpula, ni transeptos, y la fachada se diseño de una manera austera que remata en espadaña con tres vanos campaniles; tiene en el techo de la nave cuatro bóvedas de arista, en el interior justo en el sotocoro a mano derecha se dispuso la capilla dedicada a la virgen de aranzazú; sin embargo actualmente la advocación ha cambiado y es para Nuestra Señora de las Tres Aves Marías y la advocación del templo se agregó a la dedicación del Sagrado Corazón. (6) El templo se realizó con una longitud de treinta varas y un ancho de nueve, los muros tienen una cimentación de vara y media de profundidad y un grueso de una vara y tercia; la altura de los muros quedó en trece varas y media a nivel de los muros, con cuatro ventanas en el costado oriente y dos por el poniente. En 1730 se terminaron de construir las bóvedas sobre la nave y el coro, y fue concluida la edificación el 5 de febrero de 1731.
En 1748, estando ya jubilado Fray José de Arlegui, se decide a petición de él, sean anexadas cinco pilastras de vara y cuarta de ancho y lo mismo de grueso a modo de contrafuertes en el costado oriente de la capilla renovando también las planillas y enlucidos en la azotea.
En 1749, en 8 de diciembre, se inició la remodelación de la sacristía y antesacristía, cuando el barroco alcanzaba su máxima expresión, fue iniciada por Fray José de Arlegui, quien era el guardián del convento.
En el centro de este espacio de la sacristía se presenta una cúpula poligonal que descansa sobre un tambor del mismo trazo, el cual uno de los ocho lados esta adosado con el pretil del presbiterio, debido a ello una de sus ventanas esta inutilizada; en el intradós de dicha cúpula se dispuso una decoración en estuco que presenta escudos de las diferentes órdenes religiosas, uno en cada gajo.
En el muro norte de la sacristía se localizaba antiguamente tres vanos, el central más amplio y cerrado con una reja, daba acceso al pequeño camarín de la Virgen María en su advocación de la inmaculada Concepción. Al sur de la sacristía se conformó la antesacristía a la que se le construyo una magnífica portada en un lenguaje barroco en cantería, así como en el costado poniente del recinto con el aguamanil también realizado en cantería y con el mismo lenguaje.
La obra de la sacristía fue concluida en 1753, cuando se colocan las pinturas en la parte superior de los muros o en los tímpanos, en 1754 se acomoda el mobiliario respectivo, en ese tiempo, el piso era de piedra.
Por los mismos años de la construcción de la sacristía se inicia la fabrica de la capilla de Aranzazú, fue realizada por el capitán Erreparaz y un grupo de españoles vascos para rendir culto a la virgen, cuya construcción fue mas lenta que las otras áreas, fue concluida hasta 1760, ya con toda la decoración y en ese lenguaje tan especial de un barroco estípite, pero con pilastras estilizadas.
Esta capilla fue edificada en el segundo piso, es uno de los ejemplares más valiosos del barroco estípite en México, capilla diseñada con el empleo del lenguaje arquitectónico que estaba presente en esa época los ideales expresivos de la sociedad, el barroco estípite que en la antesacristía y en la capill a de Aranzazú se da en dos modalidades, la tradicional que utiliza como elemento principal en las pilastras, un prisma triangular en su mitad inferior, y una segunda, en la que ese prisma se convierte en un cono de sección polígonal; la planta arquitectónica de la capilla es en forma de cruz latina, su eje principal se dispone de oriente a poniente, a su costado sur se abren dos accesos que le comunican con sus recintos de apoyo, el del extremo poniente nos lleva a la sacristía, donde aún queda el aguamanil de cantería.
Al centro del transepto de la capilla, se levanta la elegante cúpula con tambor de base circular, aunque en el exterior es de forma poligonal, presenta ocho vanos en sus costados y decoración en estuco, argamasa y cantería realizada con lenguaje arquitectónico del barroco estípite.
Un elemento muy interesante por su trabajo de cantería labrada y argamasa, además por su lenguaje arquitectónico empleado también con pilastras estípites, es el gran ventanal que queda a espaldas del presbiterio de la capilla, la luz que entra por la tarde baña de luz al altar, esta capilla con el tiempo y ante la prosperidad del convento fue destinada para sala capitular.
La capilla, tiene una hermosa fachada en cantera labrada con el atrio cubierto con una gran cúpula, el interior presenta una rica decoración con pilastras estípites y hermosas bóvedas. El ventanal exterior esta bellamente labrado en piedra, según Manuel Toussaint "uno de los ejemplos más raros y valiosos de nuestro arte".
La obra se dedico en 1755, y nuevamente el capitán José de Erreparaz, ayudo generosamente a la construcción (él y su familia aparecen en un óleo de Francisco Martínez, titulado la comunión de Santa Teresa), el capialzado de la puerta que lleva a la sala de profundis, es una bella obra de arte barroco potosino. Mientras que el convento se extendía hasta lo que hoy es la calle de independencia hacia el poniente, hasta la avenida universidad hacia el norte, al sur la calle de comonfort y al oriente se encontraba el atrio limitado por la actual calle de vallejo. Estaba conformado por portería y oficinas con acceso directo por el atrio, internamente se componía de otras áreas como la cocina, el refectorio, la disciplina, las caballerizas, la huerta, el oratorio, la capilla de San Antonio, la sala de profundis, el cementerio, etc. en la planta baja, mientras en la planta alta se encontraban los pasillos claustrales, las celdas, la enfermería, la biblioteca y la sala capitular entre otros recintos.
En el templo de San Francisco se inicia la construcción de la torre chica que albergaría las campanas y el reloj en 1760 y se terminó en 1762, con un lenguaje arquitectónico similar a lo que ya existía en la fachada.
La cúpula del templo se construyó tardíamente pues en los documentos encontrados por algunos investigadores como la "carta cuenta" del convento, señalan que se estaba iniciando apenas en 1799 y fue terminada en el año siguiente, con base octagonal y un tambor con un vano en cada uno de sus costados, así como un lenguaje arquitectónico en barroco estípite muy fuera de tiempo. (6)
Posterior a 1800 se realiza la construcción de las espadañas que tuvo la capilla de Aranzazú, que más tarde le serían retiradas, una de ellas, es la que se ostenta aún en el templo de la tercera orden, desde luego la influencia del pensamiento neoclásico esta presente en ellas.
En 1810 se inicia la independencia de México, participando activamente los religio sos juaninos como Fray Luis de Herrera y Fray Juan de Villerías quienes inician la insurrección en la zona, así también se encontraba en la región Don Felix María Calleja, comandante de la 10a. brigada de las fuerzas armadas de la corona, quien sale al encuentro de las tropas insurgentes. Finalmente se proclama la independencia de México en 1821 y en 1824 se conforma el estado libre y soberano de San Luis Potosí, siendo gobernador Don Idelfonso Díaz de León.
En 1828 se dio una segunda expulsión de españoles aún radicados en México y entre ellos varios religiosos franciscanos, por ello bajó el número de frailes para atender los conventos. En 1856 se expide la ley de desamortización de los bienes del clero y poco después las leyes de reforma que vienen a retirar a los religiosos del edificio, sólo el templo quedó atendido por un número reducido de frailes.
El conjunto de San Francisco, para 1860, era una plaza cerrada por el convento, formada por una ciudadela religiosa con los templos de San Francisco, tercera orden y de Nuestra Señora de los Remedios y del Sagrado Corazón. Con la ley de desamortización de bienes eclesiásticos el conjunto fue modificado. En 1867, el gobernador Juan Bustamante consigue que el gobierno ceda al estado el antiguo convento de San Francisco para abrir la calle de la tercera orden y que los lotes de ambas aceras se dedicaran al fomento de la instrucción secundaria.
CONTINUA EN OBSERVACIONES...
Planta arquitectónica (original)
Cruz Latina
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
San Luis Potosí > San Luis Potosí > San Luis Potosí (240280001)
Nombre de la vialidad o calle
Universidad
Número y/o identificador de la vialidad o calle
80
Código Postal
78000
Otra localización
Por el Jardín Vicente Guerrero
Orden religiosa (original)
Orden Franciscana