Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-000564
Nombre del Inmueble
San Juan Evangelista
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVIII
Siglo de creación
Estudio Monográfico
Estudio Monográfico
Antecedentes históricos
La obra es uno de los edificios más importantes del centro de Toluca; por lo menos es el inmueble sede de las referencias de su barrio y vecino de uno de los mercados más activos de la capital estatal. Se trata de una iglesia de pequeñas dimensiones que ocupa una esquina que ha sido modificada en la medida en que la ciudad ha sido objeto de adecuaciones y modernizaciones sobre todo en el área del mercado.
En la esquina de dos calles importantes para el centro de Toluca se extiende pues el atrio de la iglesia. Se trata de una muy pequeña explanada de no más de 100 metros cuadrados a la que protege una barda mixta, de mampostería y reja con una sola puerta central. Desde el atrio se tiene acceso a la iglesia y a un edificio lateral, reciente, que ha sido construido para alojar una serie de dependencias sociales de la parroquia.
El atrio es pues sólo una mínima plaza confinada que también ha cambiado para ser sólo un pavimento de cemento sin vegetación, mobiliario o cualquier otro objeto que recuerde su origen o sus funciones. La obra fue construida con distintas variedades de piedra, material que ha quedado aparente en algunos paramentos, como el del cubo de la torre del campanario y en tramos de las fachadas laterales y en el ábside, muros todos que ahora están en contacto directo con las otras zonas de la obra incluso de la nueva parroquia.
La fachada principal está integrada por la portada de acceso al recinto y por el cubo de la torre. La portada es un elemento de primera importancia pues se trata de un solo cuerpo que lleva un remate. En vista de que el templo es relativamente poco ancho, resultaba más fácil trazar la portada entre los muros que en el sentido alto: se trata de una composición en la que la puerta, la ventana de coro y un remate desempeñan los papeles de mayor importancia. La primera va inscrita en un arco de medio punto y éste lleva dos pilastras estípites a sus lados; la segunda se apoya en el entablamento que cubre la puerta y el tercero inicia sobre la ventana de coro y se incorpora al pretil del edificio.
En el extremo norte de la portada va un contrafuerte que resuelve la esquina mientras en el lado opuesto se alza el cubo de la torre. Entre esos dos elementos extremos y los estípites que flanquean la puerta se encuentran cuatro nichos, dos de cada lado, que permanecen vacíos pero que contribuyen de manera destacada a crear efectos de claroscuro en el paramento, que mira al poniente. Los nichos de la sección alta llevan frontones triangulares muy apuntados y arriba de todos aparecen una serie de flores labradas en piedra que incluso llegan hasta el nivel mismo del remate, es decir, al paño que se encuentra justo debajo del pretil.
La fachada del templo, así, es un ejemplo de creación popular ejecutada con la influencia de las propuestas cultas del siglo XVIII, como los estípites y, sobre todo, la búsqueda de efectos de claroscurismo en el paramento. La torre del campanario también es un elemento gracioso y era una obra que aportaba varios tonos de equilibrio a la composición general del volumen: desde que se autorizó la construcción del edificio anexo en el costado sur del atrio de hecho se condenó la existencia de la torre pues su colindancia y hasta sus propios muros quedaron en posición verdaderamente comprometida. Es una lástima que las expansiones necesarias de la instalación religiosa resulten en atentados contra la integridad de la obra que determina la aparición de nuevas demandas.
El interior del recinto es también muy importante si bien ha sido objeto de varias intervenciones y ahora, paradójicamente, de algún olvido. La planta de la nave es de forma rectangular e incluye, desde luego, evidencias de su sistema estructural pues son ostensibles las pilastras que refuerzan los muros laterales así como un arco triunfal un tanto producto de un accidente formal.
Los muros laterales, la fachada y el testero son de piedra y reciben, mediante las disposiciones habituales, vigas de madera. Sobre las vigas debió haber habido un tablado y luego un terrado y finalmente un enlucido capaz de desalojar las aguas de lluvia; ahora, sin embargo, entre las vigas se muestra una bóveda catalana a base de tabique en un estado verdaderamente comprometedor de su estabilidad.
Las malas condiciones de esa estructura se deben a varias circunstancias entre las que conviene destacar el desuso, circunstancia que también se hace evidente en algunas acumulaciones de polvo y de pequeñas suciedades en el coro, en las partes altas de los muros y desde luego en las obras de arte que conserva la iglesia.
El presbiterio, que tendría que ser el objeto principal de la composición en el interior, está también fuera de uso y sólo conserva una sección de un retablo desde luego muy posterior a la época de construcción del templo. La iglesia es ahora un espacio lateral de la parroquia que la ha sustituido desde el punto de vista de las funciones. En esa condición quedan cerca de nuevos estados de deterioro varios objetos además del resto del retablo: entre las piezas más expuestas a sufrir algunos menoscabos importantes se encuentran, desde luego, las dos esculturas que ocupan los nichos que se abrieron en el muro lateral norte.
Planta arquitectónica (original)
Rectangular
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Manuel Gómez Pedraza
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
N/A
Otra localización
Toluca
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar