Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-000592
Nombre del Inmueble
San Martín Obispo
Periodo legal del inmueble
Registro Federal Inmobiliario (RFI)
15 11070 6
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVIII
Siglo de creación
Estudio Monográfico
Estudio Monográfico
Antecedentes históricos
Este inmueble ocupa el predio principal en el centro del poblado. Su contexto inmediato incluye, desde luego, el espléndido atrio que infortunadamente ha sido convertido en una gran plaza -o explanada- en la que predominan los pavimentos de cemento combinados con acabados de adocreto.
El atrio es, en efecto, un espacio de grandes dimensiones en cuyo arreglo fueron incluidos algunos arriates para los árboles mayores, únicas especies vegetales que sobrevivieron a las obras de modernización. Las portadas del mismo atrio, así como los otros elementos tradicionales de este tipo de espacios, dejaron su lugar a las condiciones urbanas y de uso actual que también atendieron aquellos trabajos en el pasado reciente, como la obra a manera de capilla abierta que ocupa la esquina sureste del atrio, justo frente a los accesos a la casa parroquial y a la notaría. Desde otro ángulo, es un hecho que el atrio desempeña papeles de la mayor importancia en la disposición urbana de Ocoyoacac, lo que, desde luego, constituye un reconocimiento del valor de la parroquia.
La obra, por ello, tiene una presencia verdaderamente importante en los perfiles de la población. Y no sólo por su ubicación en el centro, o por las dimensiones de la torre de su campanario sino, sobre todo, por la continuidad de sus espacios a través de las calles más ocupadas y, en general, de las áreas comunes más estrechamente vinculadas con las costumbres, las usanzas y las circulaciones de los miembros de la comunidad.
Como ocurrió en otros muchos edificios de su género, en esta parroquia los muros y en general la superestructura fueron construidos con piedra, un material ciertamente abundante en la zona pero del que debieron hacerse algunos procesos de selección para definir las piezas que serían destinadas a la estructura y las que serían empleadas para convertirse en elementos ornamentales y simbólicos. Las fachadas del conjunto, en esa perspectiva, están formadas por muros de muy considerables dimensiones en los que la piedra asume el papel protagónico. Hay, sin embargo, grandes lienzos del mismo material a los que se terminó con aplanados de cal y arena -los más antiguos- y de cemento y arena -los nuevos- a los que, a su vez, se pintó de diversas maneras y con distintos colores y tonos. Las fachadas, en general, son de piedra aparente al exterior y de aplanados y decorados al interior.
La fachada principal está compuesta, como es habitual en este tipo de recintos, con elementos que se organizan alrededor y a ambos lados de la portada: en esta parroquia, en efecto, la portada va flanqueada por dos cubos, uno que es de piedra aparente y que soporta al campanario, y otro que presenta aplanados y que termina en una moldura, sin torre ninguna; el primero es el del lado norte y el segundo el del sur.
La torre del campanario es una obra masiva de un solo cuerpo de planta cuadrangular en el que se abren pequeños vanos para las ventanas a los que se terminó en arcos de medio punto. Sobre él, va el remate, que incluye un reloj y luego asume la forma de una campana. El primer cuerpo se resuelve, desde un ángulo estructural y de ornamentación, con una sucesión de pilastras adosadas que cambian de paño hasta encontrarse en las esquinas; el remate es una muestra de austeridad.
La portada aloja, como también es un rasgo de este tipo de elementos, al arco de acceso al templo, en el primer cuerpo, y a la ventana del coro, en el segundo. Los rasgos principales de esta portada se encuentran en la disposición de sus dos cuerpos, zonas de composición a las que divide un entablamento en el que la luz y la sombra desempeñan papeles tan importantes como sus propios elementos. En el cuerpo bajo la estructura fue completada con dos pares de pilastras adosadas que luego se continúan en el segundo cuerpo para soportar un nuevo y más alto entablamento sobre el que se desplanta el remate del conjunto, un frontón curvo en cuyos extremos se advierte el paso de las pilastras centrales hasta la moldura que toma la curva del pretil. Sobre el arco de medio punto que inscribe la puerta de acceso se dispuso una cartela muy interesante en la que inscribieron las fechas importantes en la vida de la iglesia: 1750 y 1910.
Las fachadas y la portada principal son objetos que desde luego completan y hasta representan el espacio que contiene el volumen: éste es el resultado del aprovechamiento de la planta en forma de cruz latina, esquema que, de varios modos, deja constancia de las aportaciones de las varias etapas de construcción por las que ha atravesado el conjunto.
El interior de la iglesia es de una gran riqueza plástica y cromática. Ello se debe, entre otras cosas, al color magenta que sirve de fondo a los varios motivos del retablo; a la profusión de acabados en oro y, sobre todo, al color blanco de los muros, recurso que permite reflejar la luz natural -y también la artificial- en prácticamente todos los sentidos.
La planta, como se anota, sigue el esquema de una cruz latina. Y como corresponde a una obra que se debe a una figura geométrica regular, además de ser un modelo de buena construcción, la nave está dividida en tramos estructurales; el crucero se resolvió con una cúpula muy importante; los brazos del crucero cumplen sus funciones como apoyos de la gran estructura, y uno de ellos, el del lado norte, se resuelve en una capilla lateral que está dedicada a la veneración del Santísimo. La cubierta del templo fue diseñada a base de una sucesión de bóvedas de arista a las que ahora distinguen sus ornamentaciones populares. La cúpula va soportada en pechinas que dan sentido a los arcos torales -todos de medio punto- y lleva un tambor y luego gallones que facilitan su estabilidad, todo lo cual deja ver el apego que sus constructores por las soluciones estructurales que tanto se ensayaron en diversas regiones del territorio virreinal de Nueva España.
La nave también incluye el espacio para el coro. En esta iglesia no se conserva órgano pero el área de complemento litúrgico se encuentra en muy buen estado, circunstancia que debe destacarse porque después de las reformas del Concilio Vaticano II muchos de estos sectores cayeron en un estado muy próximo al desuso. El otro elemento básico en la composición del espacio de culto es la capilla del Santísimo, recinto lateral que remata la composición del brazo norte del crucero: se trata de un salón que también se alza sobre un esquema de planta en forma de cruz latina y e cuyo crucero también se encuentra una cúpula; en su presbiterio de dispuso un altar al que completa un ciprés de planta circular rematado por una bóveda semiesférica a la que se acabó en dorado. La caja del ciprés va vacía pero a su pie se encuentran los arreglos que protegen la custodia.
Seguramente por tratarse de un recinto de mucho menores dimensiones que la nave principal, en la capilla se ensayaron formas de ornamentación algo más delicadas, como lo muestran los decorados de las bóvedas, de las pechinas de la cúpula y el interior en general en su conjunto.
El objeto más importante del templo es, sin duda, el retablo que remata y preside el presbiterio: es una creación de aliento popular en la que destacan, sobre todo, los estípites que forman su estructura de un solo cuerpo y remate. En el centro de la composición se abre un nicho terminado en concha que lleva la imagen de San Martín Obispo; más arriba, e interrumpiendo el entablamento que concluye el único cuerpo, se halla otra escultura, la que representa a Cristo en la Cruz, pieza que termina un poco más allá de la mitad del tímpano del remate que afecta una forma semicircular adecuada desde luego a las formas arquitectónicas de la bóveda que aloja a la pieza.
Los estípites van pareados y, entre los pares se encuentran nichos, en la parte baja, y medallones, en la sección alta. El diseño de los medallones se repite después lo mismo en las caras geométricas de los propios estípites que en el principal elemento del remate, la cenefa que recorre la parte alta de la curva del remate. En los escenarios que proponen los medallones se encuentran relieves de personajes vinculados con la heráldica del santo titular así como otros relacionados con la evangelización.
Planta arquitectónica (original)
Cruz Latina
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Doctor José Guadalupe Serrano
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
N/A
Otra localización
Ocoyoacac
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar