Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003222
Nombre del Inmueble
San Pedro
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVI
Siglo de creación
Antecedentes históricos
UBICACION:
La población de Tarecuato se encuentra a 36 kilómetros de la ciudad de Zamora hacia el suroeste en una desviación que entronca con la carretera que conduce de Jacona a Tinguindín y los Reyes
ANTECEDENTES:
En el pueblo de Tarecuato se construyó un convento de la orden de San Francisco bajo la advocación de Santa María de Jesús, al sur del mismo se edificó un hospital con su capilla dedicada a La Inmaculada Concepción de María. El pueblo, cuyo toponímico Tarecuato deriva del Tarasco "taracua"; "Tare", viejo y "cuato", cerro o sea, Tarecuato, "cerro viejo" , data al parecer de tiempos anteriores a la conquista, a la llegada de los primeros frailes de la orden franciscana correspondió a fray Juan de San Miguel la evangelización de los naturales a quienes congregó fundando los cinco barrios que aún subsisten y las capillas que los presiden:
Capilla de San Miguel Arcángel
Capilla de San Juan
Capilla de San Pedro
Capilla del Señor de la Salud
Capilla de las Vírgenes
Capilla del Señor Santiago.
Se debe al danés Fray Jacobo Daciano la construcción del templo y ex convento entre los años de 1543 a 1566; Jorge Kubler habla de una reorganización del pueblo efectuada antes de 1604 hecha por fray Juan de Espinoza quién fue residente del lugar por más de 40 años, agregando que a él se debe la fundación de un hospital y una escuela.
El pueblo fue parte de la encomienda de fray Antón Caicedo y de sus descendientes conservándose en estas condiciones hasta la primera mitad del siglo XVII en que pasó a manos de la corona.
La capilla del Señor San Pedro es similar al resto de las capillas del pueblo, de cortas dimensiones y sin pretensiones artísticas, ocupa el centro del barrio del mismo nombre y solo abre sus puertas cuando el patrón celebra su fiesta. El terreno se ubica formando una esquina ante calles de tierra que aún conservan algunos vestigios de empedrado carente de banquetas.
La construcción está conformada por un reducido salón rectangular con un anexo adosado al paramento izquierdo, al cual se le agregó hace poco tiempo un segundo nivel. Esta precedida por un atrio encementado que se delimita del lado del anexo por una construcción nueva que indica la invasión del predio original por parte del colindante.
El atrio consiste en una plancha de cemento carente en su totalidad de vegetación que se aísla de la calle mediante una malla ciclónica que está soportada por una cadena de desplante que se apoya sobre un corto murete de mampostería adherida con mezcla terciada de la cual emergen castillos de concreto armado, la puerta es tubular y se refuerza por un sencillo enrejado de varillas soldadas.
La fachada es plana, sin intención artística alguna, a ella se adosa una pilastra de concreto armado a la que se fijó un tablero con su respectiva canasta de basquet, dicha pilastra está pintada de azul y rojo colores que comparte con el resto del paramento y que disimulan un poco su presencia. El vano de acceso es rectangular, con jambas y dintel de madera, está precedido por una reja metálica pintada también en rojo almagre. Sobre la entrada se localiza una ventana rectangular que sirve para iluminar el tapanco y que a su vez funge como campanario albergando la única campana cuyo cordón sujeto al badajo pende sobre la puerta.
El remate superior del paramento es triangular y en el borde del muro destacan los morillos que sirven como soporte del tejado; la mufa de la instalación eléctrica recibe un cable sin protección alguna proveniente de un poste cercano que se enreda en uno de los morillos de carga del techo y se entuba adosándose al muro junto a la puerta quedando la caja de controles a la altura de la gente, poniendo en riesgo la seguridad de la capilla.
La planta es rasa, rectangular y de escasas dimensiones como corresponde a este género de edificios, está delimitada por muros de adobe enjarrados con lodo en ambas caras y pintados en color azul por el exterior y en verde por el interior, ambos con guardapolvo almagre; se ilumina a través de dos pequeñas ventanas rectangulares protegidas por marcos de madera y vidrio corriente.
La cubierta es de viguería de holladero soportada por canes labrados que atraviesan el muro hacia el exterior y que se unen a media madera sobre un arrastre horizontal, sobre las vigas se extiende un entablado que al igual que estas últimas es de madera aparente. La estructura de la techumbre sobre el holladero consiste en pares que se unen en la cumbrera sobre un caballete que corre entre los dos piñones de los muros testeros, todas las piezas son de morillo o sea madera sin labrar; se refuerza por cuerdas también de morillos paralelos colocados en los tercios del tramo.
En el interior no hay altar, sobre un basamento de mampostería que hace las funciones de tal, está la imagen en bulto de San Pedro, portando un báculo de plata y vestido a la manera indígena con satines y terciopelo; junto a él, un espléndido Cristo de caña está colocado sobre una cruz que alguna vez fue estofada.
El piso es de mosaico corriente y sube un escalón hacia el presbiterio en cuyo extremo, a tercios del claro desplantan dos pies derechos de madera sobre basas toscanas de cantera que soportan mediante zapatas la viga que separa el área sacra de la de los fieles. La nave carece de coro, la puerta principal es de madera de considerable antigüedad, consiste en dos hojas que se protegen por una reja metálica también de doble batiente que abre hacia el exterior.
El anexo es una habitación rectangular que se alinea al paño de la fachada, tiene la entrada en su parte media en donde se ubica una puerta de madera sencilla, los muros son de adobe y el entrepiso de vigas con un entablado encima se extiende hacia el atrio para formar un balcón delimitado por un barandal torneado en el que tres pies derechos sirven de soporte a la techumbre de una habitación que fue agregada creándose un segundo nivel que rebasa la escasa altura de la capilla. En la planta alta, los muros son de tabique y están techados por una estructura a cuatro vertientes formada por morillos y fajilla recubiertos por teja.
El conjunto es extraño, ya que el paramento de la nave y los dos niveles del anexo están pintados en colores distintos restándole unidad a la composición, características bastante usuales en las comunidades indígenas y que la carencia de vegetación en el atrio hace más evidente.
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Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Domicilio conocido
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
N/A
Otra localización
Tarecuato
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar