Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003684
Nombre del Inmueble
Santa María
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
Esta obra es una propuesta de carácter popular de la mayor importancia pues se trata no sólo de un conjunto completo sino de un caso único: aquí se conserva la primera iglesia que se construyó y a la que se ha dado el trato de una capilla auxiliar pues s encuentra en el límite poniente del atrio.
El conjunto está formado, como fue habitual que ocurriera en su época, por un atrio de dimensiones excepcionales, de seguro destinado de origen a cumplir las funciones que se atribuyeron a esos espacios durante el periodo de evangelización de las primeras etapas del virreinato. Aparte esas calidades de gran importancia, el atrio conserva sus tres portadas, elementos resueltos a base de arcos sobre cuyos muros y apoyos se dispusieron trabajos en argamasa que recuerdan la más comprometida participación de la comunidad: ahí se muestran las interpretaciones de motivos vegetales que tanto se utilizaron durante la etapa barroca de la historia de la arquitectura en el país.
La portada principal del atrio conduce al camino central y a la portada de la iglesia. Las dos portadas laterales, en el norte y en el sur, comunican el espacio atrial con calles de la localidad. La primera es, desde luego, la más importante e interesante pues lleva tres arcos, a la manera de las arcadas reales de Papalotla, uno de los cuales, el central, es de trazo mixtilíneo y al que flanquean otros dos de medio punto. Los elementos del muro que recibe a los arcos son sólo sus conexiones con la barda atrial, en los extremos, y las columnas que cargan a los arcos. En las enjutas de esas aperturas, y en el entablamento que va sobre la composición se dispusieron otros temas de decoración también de ascendencia vegetal. Sobre la clave del arco central, y en un minúsculo murete, se encuentra un nicho flanqueado por dos columnas medias muestras de trazo helicoidal y capiteles de influencia corintia que podría pasar por ser una de las piezas más importantes del conjunto.
Las portadas laterales también responden al mismo patrón de diseño y de acabados aunque llevan un solo arco cada una. El conjunto de las tres crea una sensación de intimidad en el atrio toda vez que sus fachadas interiores fueron trabajadas de manera similar, lo que puede advertirse desde el centro del atrio y probablemente desde ningún otro lugar interior o exterior.
En el extremo poniente del atrio, como se indicó, se encuentra la parroquia rematando el camino central. A su lado, es decir, unos cuantos metros hacia el norte, se alza la más temprana iglesia del conjunto, una obra de escasos 30 m2 a la que se adosaron varios elementos en algún momento de su historia. Esta primitiva capilla, ahora dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe, es quizá la sección de mayor interés popular en el complejo pues se trata de un recinto de planta rectangular que lleva el ábside reducido a su mínima expresión y con envolvente circular en planta y en un cuarto de esfera, en volumen.
La parroquia preside pues el final del camino central: su fachada está compuesta por los anexos, al sur, el cubo de la torre del campanario y la portada de acceso al templo. Los anexos tienen la apariencia de una casa como hay tantas en el pueblo y en la zona, pero destaca por los tratamientos que se dieron a los nichos que se integraron a su muro. El cubo de la torre es sólo un muro sólido y ciego y la portada de la parroquia es un conjunto en verdad admirable: se trata de una composición sobre un eje vertical que relaciona la puerta de entrada con la ventana de coro y con un remate. La primera va inscrita en un arco polilobulado formado por piezas de cantera expuesta que destaca del fondo del muro, que está aplanado y decorado; la ventana del coro es de trazo cuadrado y su ornamentación fue resuelta con un grueso marco de argamasa también decorado que se apoya en el entablamento del primer cuerpo al tiempo de servir de sustento al remate, más arriba. Los elementos más distinguidos de esta portada son, sin duda, la escultura del Padre Eterno que se encuentra en el entablamento del primer cuerpo y la escultura que ocupa el nicho en el remate.
Las fachadas en general de la parroquia fueron terminadas con formas sencillas, es decir, con verdaderos recubrimientos de los componentes estructurales y luego aplanados a la cal acabados en el blanco de ese material.
El interior de la nave es el de un recinto como se anotó de planta rectangular y al que se practicaron intervenciones en el ábside, con la anexión de una capilla lateral, al sur, y con la decoración del baptisterio, en el lado del Evangelio y la capilla de Jesús Nazareno en el lado de la Epístola, ambos espacios, estos últimos, que se acondicionaron al pie de la nave, en las áreas de planta baja del cubo de la torre y con accesos desde el sotocoro.
El coro es uno de los espacios parciales más interesantes del templo tanto porque su sección baja vestibula el acceso a dos capillas como porque el sotocoro es un local que va cubierto por viguería de madera, el conjunto de materiales que recibe al coro. Y arriba, sobre el coro propiamente dicho, se extiende una versión peculiarísima de una bóveda de arista que debió ser ajustada para cubrir el espacio de coro de la mejor manera a pesar de que tuvo que producirse un ajuste que a la postre resultó una aportación a la comprensión geométrica de la estructura.
La nave de feligresía es casi cuadrada, y sólo se amplía más allá del arco triunfal, en la zona del presbiterio. Se trata, así, de una sección para la asamblea que va cubierta por una sola bóveda de arista. En los muros laterales se advierten dos condiciones particulares de interés: en el lado del Evangelio se encuentra el acceso a la capilla de Guadalupe, que se resolvió como un ámbito de aliento neoclásico mientras en el del lado de la Epístola se colocaron tres lienzos al óleo de muy buena calidad.
A la entrada del templo, como se anotó, se encuentran dos espacios, el baptisterio y la capilla del Nazareno. El primero es un espacio vacío y el segundo es sólo un pequeño espacio dominado por un altar, una pintura al óleo sobre tela que representa el momento de la crucifixión de Jesús, y un Cristo en la Cruz, escultura también popular e igualmente de muy buena factura.
Santa María Tulantongo es, pues, un monumento que congrega ejemplos de la actividad popular en la época de construcción de recintos de visita que se utilizaban para ampliar la capacidad de atención a las localidades desde los templos parroquiales de Texcoco. Su conservación es una obligación.
Planta arquitectónica (original)
Rectangular
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Carretera Texcoco - Chiautla
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Diocesano
Responsable del levantamiento del inmueble
Fecha del levantamiento del inmueble
1 octubre, 2005