Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-003956
Nombre del Inmueble
Virgen de la Medalla MIlagrosa
Tipo de Monumento
Época
Siglo XIX y XX
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La capilla de la Virgen de la Medalla Milagrosa es una obra con la que se atendieron las necesidades espirituales de un barrio en la localidad de Teocutitatlán. Se encuentra fuera de los ámbitos del centro del poblado y desde luego no sólo su vocación sino sus rasgos son de linaje popular como suele ser en sitios similares. Esta pieza del patrimonio cultural de la población, además, fue un importante factor de desarrollo en el sector oriente del complejo urbano.
La capilla se encuentra en un predio de muy reducidas dimensiones, lo que significa que tiene un espacio atrial también muy pequeño. Por su ubicación en la esquina suroeste del terreno, su atrio, como se encuentra en la actualidad, adquiere la forma de una L, condición que permite tanto apreciar una de las fachadas laterales -la oriente- como tener acceso a la observación de sus materiales originales.
El atrio, como se apuntó, es estrecho y si bien está todo pavimentado con losas de cemento aloja una relevante cantidad de plantas a las que debe sus sombras y desde luego una espléndida relación con el medio casi semirural de la zona donde se encuentra. La portada del atrio es sencillamente un arco de medio punto que interrumpe el paramento de piedra y la reja que confinan ese espacio.
La fachada principal de la capilla está formada por una portada sencilla y por una espadaña que hace las veces de campanario. La primera consta de un arco -el de acceso- y por los dos pares de pilastras adosadas que lo flanquean para luego soportar un entablamento de linaje popular que revela, desde luego, la existencia de un modelo que sus autores trataron de imitar. El arco es de medio punto y se alza sobre impostas que descansan en jambas de piedra aunque las dovelas y el muro del fondo de la portada se muestran aplanados y terminados con pintura en dos tonos. El entablamento, a su vez, congrega todos los elementos tradicionales, incluso los triglifos que decoran su friso; en la cornisa se incluyeron dos paños, uno sobre los capiteles de las pilastras y otro, menos profundo, que da lugar a la apertura de la ventana de coro, un vano de trazo rectangular que va enmarcado por una aplicación de aplanado del tipo más sencillo.
El remate de la portada es una espadaña de tres vanos en el primer cuerpo y uno solo en el segundo. Los fragmentos de muro que soportan la composición asumen las formas de pilares, al centro, y de apoyos como roleos, los de los extremos. La fachada principal va aplanada y pintada de color blanco, no así el paramento lateral, en el que se advierten tanto los materiales como el sistema constructivo del edificio: una combinación de mampostería de piedra y aplicaciones de tabique rojo hicieron posibles los muros, incluidos desde luego los contrafuertes que contribuyen a soportar los tres tramos en que se dividió la estructura del inmueble.
El estado de conservación de la obra es bueno si bien, como se observa en el interior, fue necesario practicar algunas labores de mejoría a las que ahora debe la capilla las principales de sus características. El espacio de culto del recinto, en efecto, acusa una de esas intervenciones justamente en sus cubiertas, que están resueltas con losas planas a base de bóvedas catalanas y que ocupan los sitios que debieron ocupar bóvedas o viguerías en el pasado de la capilla. Por lo demás, la planta en forma rectangular dio lugar a un espacio bien proporcionado y ciertamente bien apegado a las formas y soluciones tradicionales en estos espacios de culto.
La capilla lleva pues muros recubiertos de aplanado que se resuelven, en cada uno de los tramos, con una ventana que ilumina el espacio. También son de notar la puerta que conduce a la sacristía y, desde luego, el presbiterio que preside la imagen de María en su advocación de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, pieza que procede de una escuela popular aunque suficientemente respaldada por el trabajo artesanal.
La imagen y el arreglo a manera de retablo que la aloja demuestran, en medio del principal eje de composición, que a pesar de las obras de adecuación, o de modernización, del espacio y de las funciones modernas de la capilla, todavía perdura la tradición plástica que concede a los rasgos del neogótico un cierto valor simbólico en las organizaciones de los espacios dedicados al culto. La disposición interior del templo, en suma, no podría ser más sencilla: ello se debe a que el recinto está al cuidado de grupos de vecinos y a que ellos mismos se encargan de promover y llevar a cabo las labores que consideran necesarias.
En el templo sobrevive el área del coro, espacio que se usa cada vez menos pero que de muchas maneras contribuye a caracterizar la vocación del edificio así como a subrayar la importancia simbólica de algunos elementos de la arquitectura incluso más allá de su intensidad de uso. La capilla abre todos los días y recibe a fieles y a oficiante una vez a la semana. Esa es su vida y aquellos son sus actores principales.
Planta arquitectónica (original)
Rectangular
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Jalisco > Teocuitatlán de Corona > Teocuitatlán de Corona (140920001)
Nombre de la vialidad o calle
Guadarrama
Número y/o identificador de la vialidad o calle
174
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Centro
Código Postal
49250
Tipo de uso del inmueble
Uso inicial del inmueble
Culto público
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Clero Secular