San Agustín

Descripción del bien mueble

Donde brilla, dice la inscripción que sale hacia el rompimiento de gloria que se encuentra en el lateral derecho. Donde arde, dice el corazón que San Agustín sostiene en la mano. Donde brilla la verdad de Dios, donde arde el corazón por amor a Dios. Con esta brevedad se condensa la enorme doctrina filosófica de Agustín de Hipona, que ha influído en todo el pensamiento occidental durante siglos. El santo aparece en un tipo de representación que no es común, pues aunque se sabe que murió anciano, generalmente se lo representa de mediana edad, como en muchas de las obras de este convento. Está sentado frente a un escritorio y esto sí es generalizado durante el siglo XVII. En el escritorio cubierto por una carpeta verde, están abiertos varios libros. Otros están tirados en el piso a los pies del santo y llevan los nombres de Pelagio, Donato, Fausto, las doctrinas que San Agustín combatió de manera implacable. La silla de baqueta tachonada que ocupa, oculta una parte del librero donde está abierto otro libro a espaldas del santo. El está vestido con el hábito negro de la orden y de su pecho pende una cruz con piedras. La cabeza es de gran calidad, el pelo y la barba están pintadas con gran esmero, con pinceladas finas y cortas, creando una textura y un brillo inusuales. La mirada es clara y firme y la apariencia joven del rostro desdice la edad que otorgan las canas. Es una obra valiosa, importante.