Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-000330
Nombre del Inmueble
San Juan Bautista
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVI
Siglo de creación
Estudio Monográfico
Estudio Monográfico
Antecedentes históricos
En tiempos prehispánicos Coixtlahuaca fue importante centro religioso, sitio del celebrado templo de Quetzalcóatl, la Serpiente emplumada, de la cual deriva el nombre de xoixtlahuaca.
Cuando los dominicos llegaron aquí en 1540, se apropiaron del elevado templo para construir su monasterio. El fraile arquitecto Fray Antonio de Serna elaboró los planos y la construcción estuvo en curso por el final de la década, sin embargo no fue terminado hasta 1570.
El monasterio se alza sobre la antigua plataforma, la cual estaba laboriosamente tallada en el lado este de la colina y construida en el oeste. El alargado atrio llena por completo el sitio, sin embargo las construcciones del monasterio están agrupadas hacia el sur.
Siguiendo un arenoso camino rodeado de árboles que corta a través del atrio desde la discreta puerta del norte, la primera estructura a la que llegamos es la elegante capilla abierta.
El Convento.
Desde la modesta portería hay esculpida una entrada que nos da acceso al convento de distribución irregular. A pesar de ser mas modesto que las réplicas en Cuilapan o Yanhuitlán, el claustro tiene una satisfactoria simpleza. Únicamente el nivel de abajo está intacto, sus arcos acanalados recargados en pesados pilares sobre simples y cuadrados contrafuertes, ligados a medias columnas. Una larga espina dorsal moldurada corre a lo largo de las bóvedas de los pasillos del claustro unida a intervalos por poderosas nervaduras brotando desde la enorme ménsula.
Tiene una variedad de puertas decorativas: algunas molduras enmarcas con alfiz y arcos ojivales Isabelinos están dispersos en todo el convento. Una puerta del claustro está complejamente tallada con dibujos en relieve de volutas y follaje. Su portal acompañante, arriba subiendo la escalera para el coro, está coronada por un pronunciado candelabro alfiz, encerrando un sinuoso dibujo de cardo. Nótese el fino pliegue de hilo de la puerta.
Aunque las arcadas del nivel superior del claustro se han perdido, el visitante puede explorar todavía este nivel escalando la señorial escalera del lado sur. Mucho de lo que resta del monasterio se encuentra en ruinas. En el sur nada queda pero las catacumbas parecen cámaras debajo de las desmoronadas arcadas.
De todos los monasterios de Oaxaca, Coixtlahuaca es el menos alterado a pesar de su descuidado interior.
La ornamentación del templo está estrictamente confinada a la fachada oeste y a la portada norte.
Aunque ambas fachadas están clásicamente compuestas con largas puertas y rosetones, sus programas esculturales son diferentes y sus efectos globales totalmente distintos.
PORTADA PRINCIPAL. Mientras se encuentran motivos platerescos en la portada norte, la portada principal es más clásica. Basado en diseños renacentistas del arquitecto Sebastiano Serlio, las pronunciadas formas de su retablo tienen autoridad clásica, especialmente cuando la intensa luz del día se refleja en ellas.
Arcos y pilastras artesonados ricamente grabados en relieve con rosetones en lugar de diamantes enmarcan la imponente puerta. La inscripción en latín del friso data de 1576, probablemente para conmemorar la terminación de la fachada. El frontón triangular de arriba encierra un magnífico bajorrelieve del escudo imperial de armas español, enmarcado por el águila bicéfala de Habsburgo.
El rosetón de arriba es casi idéntico que el de la portada norte y está flanqueado por dos calles que alojan nichos dispuestos en forma ascendente en ambos lados de la fachada. Cada nicho está esculpido con alados querubines y cruces espinosas en algunas variaciones, enriqueciendo enormemente la textura de la fachada.
La grada de arriba fue tal vez añadida después. La estatua decapitada del centro representa a Santo Domingo cargando la iglesia. Arriba de él vuela la paloma del Espíritu santo, ahora también sin cabeza, de quién las alas extendidas recuerdan las águilas del intradós en la capilla abierta.
Grandes medallones renacentistas con estilizados bustos de eminentes dominicos, llenan los compartimientos exteriores.
La única torre del sur es típicamente oaxaqueña, ornamentada con una cúpula tejada y pilastras aplicadas en un estilo jónico.
PORTADA NORTE. Esta es la más antigua y original de las portadas; un tapiz plateresco en piedra, tejido por hábiles manos indígenas.
La enorme puerta es convencionalmente dominica, y su arco biselado está perfilado por un revestimiento de cantera en punta de diamante. Cruces de flores de lis, idénticas a las de la capilla adyacente, sobresalen en altorrelieve desde los tímpanos.
Un trío de figuras no muy comunes en relieve ocupan el frontón arriba de la puerta. Juan el Bautista, con una inscripción identificándolo como el Santo Patrón de Coixtlahuaca, está en el centro; San Pedro y San Pablo se encuentran a ambos lados. La rígida postura, estilizada vestimenta y pies doblados hacia delante sobre las peanas de soporte dan a las figuras una apariencia medieval, semejando los relieves de la puerta norte de Huaquechula. Esto puede reflejar su origen común en la influencia flamenca.
El rosetón en la parte alta de la fachada es raro en las iglesias mexicanas. Aquí ha sido modificada la forma básica del gótico por detalles geométricos en motivos clásicos. Rosetones en bandas artesonadas rodean las aberturas y adornan los doce pétalos exteriores del diseño.
Pero la característica más interesante de la portada norte son los relieves que flanquean el rosetón. Estos representan los instrumentos de la Pasión arreglados en una composición de códice.
El sol, la luna y las estrellas rodean el crucifijo central con complementos de objetos asociados con la crucifixión: la corona de espinas, el látigo, la escalera, el gallo, el velo de verónica y detalles menos frecuentemente pintados, como las 30 piezas de plata extendidas en una banda en lo alto, y conversaciones que salen de las bocas de dos soldados romanos.
El Interior de la iglesia. El espacioso interior de Coixtlahuaca hace pareja a la grandeza de Yanhuitlán. Magníficas bóvedas en forma circular cubren los cuatro tramos. Sus radiantes nervaduras -moldeadas, grabadas y pintadas con diseños florales- crean colorido a lo largo de la nave. La crucería está delicadamente esculpida con cruces dominicas blancas y negras, santos y escenas diminutas de la Crucifixión, detalles mejor observados desde el elevado coro.
La bóveda de sotocoro es más fácil de examinar. Aquí podemos admirar la festiva y barroca puerta a la Capilla de la Virgen de Guadalupe (formalmente, el bautisterio), su intradós pintado se lanza contra un par de columnas en espiral.
En vez del angosto santuario artesonado que está en Yanhuitlán, Coixtlahuaca puede vanagloriarse de tener un extenso ábside techado por una gran bóveda acanalada, proporcionando una ideal colocación al magnífico altar principal.
EL ALTAR PRINCIPAL. El deslumbrante altar principal es el foco artístico y religioso de la iglesia. La ornamentación barroca de su estructura en blanco y oro elevan cinco niveles, con molduras de un exuberante follaje y roleos, está dividido en cinco calles por complejas columnas estípite.
Como en Yanuitlán, el altar o retablo principal es un escaparate de varias pinturas y esculturas de un retablo más viejo del siglo XVI. Unas pocas columnas renacentistas sobrevivientes del armazón más antiguo pueden ser identificadas por su estampado, acanalados fustes y capiteles jónicos.
De los catorce entrepaños pintados, once son atribuidos al maestro del siglo XVI, Andrés de la Concha. A pesar de su abandonada condición, tiene trabajos mayores, considerado ser de entre los mejores del grupo de los pintores Manieristas en el Nuevo Mundo.
Ocupando los compartimientos exteriores de los tres entrepaños más bajos, están ilustrados muchos de los mismos episodios de la vida de Cristo, que vimos en Yanhuitlán: La Anunciación, La adoración de los Pastores, La adoración de los Reyes Magos, La presentación en el Templo y la Resurrección.
Las composiciones son sorprendentes, con figuras animadas en el estilo de Tintoretto, realzadas por frescos azules, verdes y violetas.
La anunciación está en el entrepaño inferior a la derecha y es particularmente conmovedor: el Arcángel Gabriel se inclina y se aproxima a la graciosa virgen, quien modestamente baja la mirada. En el lienzo de la Ascensión la imponente angular y el fondo morado.
Simón Pereyns, el maestro flamenco quien colaboró con de la Concha en Yanhitlán y creó el altar de Huejotzingo, pudo haber esculpido varias figuras en Coixtlahuaca. Varios santos, apóstoles y doctores de la iglesia están representados en poses autoritarias con elocuentes caras y exuberantes vestimentas. Juan el Bautista, al centro, es un santo con porte heroico y expresivas facciones.
Algunos otros detalles de interés se ubican a los lados de la nave a lo largo de ésta. Cerca de la sacristía, al lado sur, hay un altar de un estilo de transición entre el renacentista y el barroco.
La Virgen del Rosario está junto a escenas de la Pasión en un enmarcamiento clásico de columnas acanaladas.
Nótese también el pronunciado revestimiento de madera de los paneles en rojo y oro de las paredes del púlpito, montado en un molde de base mensulada.
Una amplia arcada encuadra la capilla delantera como una embocadura, creando un dramático escenario para ceremonias religiosas y misas al aire libre.
Como en Teposcolula, la capilla está reforzada en el frente por ensanchados arbotantes. Desafortunadamente, las elegantes columnas acanaladas que sostenían el arqueado contrafuerte han sido llenadas con burda mampostería, tanto, que el altísimo efecto de la capilla original ha sido enormemente disminuido.
La majestuosa bóveda poligonal, que una vez coronó al santuario, ha caído; sus rotas nervaduras melladas contra el cielo abierto.
En una escala menor, el recientemente renovado techo de la sacristía adyacente nos da una idea de la grandeza de la bóveda del santuario.
En contraste a su arquitectura clásica, la escultura en relieve de la capilla tiene un fuerte sabor indígena. Aquí en Coixtlahuaca encontramos símbolos usados en temas prehispánicos por artistas indígenas en Oaxaca.
Los nativos escultores de piedra -tequitqui- tallaron un relieve plano en donde predomina el escultórico detalle.
El curveado friso de águila con las alas extendidas entrelaza con bordes de serpientes emplumadas todos el intradós. Imágenes que traen a la mente el culto a Que tzalcóatl, cuyo santuario estuvo de pie en este sitio.
angeles primitivos, usando coronas y togas medievales, encabezan los capiteles de soporte, mientras medallones blasonados con la cruz de Alcántara decoran los tímpanos.
Planta arquitectónica (original)
Criptocolateral
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Oaxaca > San Juan Bautista Coixtlahuaca > San Juan Bautista Coixtlahuaca (201760001)
Nombre de la vialidad o calle
Domicilio conocido
Número y/o identificador de la vialidad o calle
N/A
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
Centro del poblado
Código Postal
N/A
Otra localización
Coixtlahuaca
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar