San Miguel Tanaquillo pertenece a la zona conocida como la cañada de los once pueblos, comprendida entre Carapan y Chilchota dependientes de la cabecera religiosa de Zacapu. La crónica de 1579 de la Relación Geográfica nos dice: "...Tenaco es sujeto de Chilchota, llámase por otro nombre, San Miguel. No saben los Naguatatos que quiere decir t(e)naco o T(a)naco en lengua castellana fue pacificado igual que Chilchota y sus sujetos por Cristobal de Olid, pactándose su alianza con los conquistadores probablemente en 1522...", el cronista nos dice que tributaban "...al Cazoni y llevaban el tributo a Pátzcuaro, que era su rey y Señor de todo Mechuacan...".
En el siglo XVII la crónica lo describe fuera del control franciscano como "...Doctrina y Beneficio de Clérigos..." dependiente de Chilchota que era partido de indios "...Su administración... [dice el autor]... pertenece a clérigos... todos los indios de este beneficio son tarascos... San Miguel Tanaco tiene (ocho) seis vecinos casados y seis solteros..." resulta casi increíble que tan escasa población pudiera sostener no solo el templo sino el hospital que tenía anexo, el cronista nos dice que los once pueblos de la cañada tenían hospital "... en cada pueblo el suyo, sin más rentas ni propios que un poco de trigo y maíz que los indios siembran...".
La Cédula de Identificación de Bienes Nacionales de 1910 dice: "...Santuario en tanaquillo. 33 mts. de longitud por 12 de latitud...[con] una anexidad compuesta de cuatro piezas...".
En agosto de 1932 la acencia de Hacienda informa "... el templo de San Miguel... fue clausurado al culto público y cedido por la Sría. de Hda. para un teatro a petición del jefe de la misión cultural que radicó en esta...", sólo cinco meses antes el agente de Hacienda indica que "... la ex-capilla no tiene ningún mérito artístico o histórico, tiene buen acondicionamiento y regular higiene...".
En 1945 una comisión de vecinos pide les sea devuelto para repararlo y destinarlo al culto, pidiendo garantías para su uso: "... el anexo [estaba] ocupado con taller de carpintería de la escuela del lugar, y el terreno del atrio ocupado con aparatos para recreo de los niños de la propia escuela... [agrega que] la misión cultural de la Secretaría de Educación Pública que visitó esta región, y que a iniciativa de la misma fueron destruidos e incendiados los ornamentos y objetos varios de culto...".
En 1948 Bienes Nacionales entregó templo y anexos a la SEP, sólo la insistencia de los vecinos logra que se recupere acusando a los ocupantes de "...escarbar... asta en las paredes... hecharón al suelo la Sacristía que buscando que puras ALAZANAS que porqué esa Capilla la construlló un Rico del lugar y que ese dejo ese tesoro...".
Sería hasta 1957 que "...fue entregada al párroco Antonio ... y en 1963 fue invadido el curato...", apoderándose de él los vecinos.
En 1974 el comité de reparación de la iglesia se queja de que los jefes de tenencia empezaron la demolición de un portón que pertenecía a la iglesia llevándose la teja y la madera. Este portón es el que comunicaba al antiguo hospital aún conservaba igual que los restos de éste último hasta ese año.
Hoy en día, el hospital y su respectivo Iuritzio han desaparecido, no se conserva ni el más mínimo vestigio, ya que en el predio que ocupaba se encuentra actualmente una escuela que invadió casi todo el terreno de la iglesia.
El atrio hace muchos años que ya no existe, el paramento de la iglesia quedó alineado a una estrecha calle delimitada por una barda como único vestigio de la amplia y cuadrada explanada que lo conformó quedando casi en su totalidad convertido en patio de juegos para uso de la escuela.
El conjunto consta de nave, torre, sacristía y patio lateral.
La fachada es de un solo paño, tiene como único ornamento la portada, consistente en un acceso de cantera de medio punto sobre impostas y jambas lisas flanqueado por pilastras tableradas que se prolongan para sustentar un entablamento de friso sin decorar, donde alcanzan a verse grabadas algunas letras que no pudimos traducir, pero que suponemos son referencias marianas, en la clave del arco se conservan el monograma de Jesús. La cornisa superior del entablamento se dobla en los extremos formando un frontón trunco que flanquea la ventana del coro adornándose con dos almenas en pináculo casi planas. Esta última fue ensanchada adquiriendo una silueta cuadrada quedando sólo la cornisa moldurada, único vestigio del vano original.
El paramento remata en un frontón triangular que sigue las dos aguas de la cubierta, en su vértice muestra la cuña-clavo que sujeta el caballete de la cumbrera que corona la tijera de la techumbre; los extremos laterales están delimitados por una hilera de sillarejo que han perdido su esquema original y que sirven de marco al paño liso, enjarrado en lodo y pintado a la cal que forma la fachada. La puerta principal es de madera de yarín.
La torre se ubica en la esquina nor-poniente de la nave, está construida en adobe con la parte inferior de piedra y lodo; es un basamento cuadrado al que se ingresa por el lado norte, a la altura de la repisa coral se abre en cuatro pilastras para albergar las campanas, está techada a cuatro aguas con madera y teja. Este elemento es posterior a la nave, y ajeno a la estructura original, ya que esta capilla como el resto de las que se ubican en la cañada, careció de torre desde los tiempos de su fundación.
En la esquina sur-poniente se encuentra una nueva torre hecha de concreto y tabique que substituye el anexo ruinoso que aún se conservaba en 1982.
La nave se ubica de oriente a poniente con la fachada hacia éste último punto como es costumbre en las fundaciones del siglo XVI; es de planta rectangular con ábside plano de muros construidos con adobe que fueron rotos por dos ventanas cuadradas que sirven para iluminar la nave.
Por el interior están enjarrados y pintados a la cal, y por el exterior conservan los paramentos con aplanado de lodo natural. El piso es de mosaico y sube hacia el altar hecho de tabique substituyendo al "antiguo altar dorado" que según los vecinos existía antes del colapso de la techumbre. En él vemos a San Miguel Arcángel de pie sobre el demonio, la talla es interesante a pesar de los agresivos repintes, es de interés para el estudio de la simbólica mentalidad de esta comunidad de profunda raíz purépecha.
Al pie de la nave está el coro de madera apoyado en gruesas vigas y delimitado por un barandal torneado.
La techumbre es una de las características construcciones de la cañada, conformada por una tijera de vigas de madera en triángulo, unidas por un caballete central y largueros de fajilla, cubiertos con teja de barro, la estructura se apoya sobre arrastres perimetrales que forman un marco rígido sobre los muros de adobe. Por el interior se cubre hasta media nave con viguería plana apoyada en canes labrados con pinjante y tableros interviga, decorados con policromía al temple en tonos de azul, algunos tira ntes cruzan hacia el exterior de los muros fijándose con clavos de madera en cuña. La segunda mitad, de mayor altura consiste en un artesón de batea piramidal de corte de alfarje que remata en el presbiterio abriéndose en un ingenioso despliegue geométrico formando una media batea de gajos separados por cerchas.
De este artesón son originales, la concha y el primer tramo, los restantes se reconstruyeron restituyéndose la iconografía apostólica faltante.
La separación de las techumbres tiene tablones verticales que según el Arq. Manuel González Galván decían: "...Se conclullo el día 20 de sectiembre de 1880 a espensas de D. Rafael Casares..." sin embargo los vestigios que alcanzamos a distinguir en los pocos tablones que resistieron el colapso dicen: "...clullo el día 8 SECTIEMBRE A ESPENSAS D. ? LASARO..." el tirante está fechado en 1881.
La sacristía fue reconstruida en base a los vestigios originales con viguería y teja, enjarrándose los muros de adobe al natural. No se conservan en ella elementos artísticos solo cuenta con la "Inmaculada Concepción"; "Cristo Crucificado"; "Arcángel Miguel"; "San Miguel Procesional"; "San Isidro Labrador" y la "Virgen del Nacimiento"; todas ellas repintadas. Cuenta con un armonio de 1900 y un misal de la misma fecha, por lo que consideramos es una de las iglesias más pobres en bienes artísticos en toda la región.
El edificio después de restaurado constituye un orgullo para los vecinos que lo conservan limpio y cuidado, reparándolo además a su costa la calle que le sirve de atrio.
En dictámen emitido en junio de 1988 reportamos el colapso parcial del artesón ocurrido un año antes a consecuencia de las lluvias "que debido a la altura y al mal estado quedó convertido en astillas..." (12), para esa fecha, la techumbre había sido repuesta por los vecinos y "...resta solamente la media concha del presiterio y unas cuantas tablas que penden de uno de los tirantes..." (12), la descripción que entonces hicimos decía lo siguiente: "...el conjunto de nave con una ampliación de la fachada que produce una original torre espadaña sumamente modesta un salón anexo en ruinas y una pequeña huerta. Parte del predio así como el atrio han sido invadidos por vecinos, resultando difícil determinar sus dimensiones originales..." (12) ya para concluir indicabamos que parte del artesón había desaparecido..." restando solo la media naranja que cierra la batea en la que se representa a San Andrés y a Santiago el Menor, así como a dos arcángeles: Miguel y Gabriel..." (12)
La descripción que hoy podemos ofrecer es muy diferente, ya que a través de la Dirección General de Sitios y Monumentos se ha logrado restaurar el edificio.
El atrio original hace muchos años que ya no existe, en él se construyó una escuela, quedando paramento de la fachada queda alineado al reducido espacio que conforma una calle, que ha sido remozada por los vecinos orgullosos del actual estado de la capilla, ya los vehículos no la cruzan, puesto que la han convertido en peatonal, devolviendo parcialmente el predio a la iglesia.
El conjunto ha sido modificado, perdiendo la habitación en ruinas que se ubicaba al lado que fué demolida por los vecinos, para eregir en su sitio una torre de estructura de concreto armado y tabique totalmente ajena al edificio, que a pesar de haberse suspendido por la SEDUE está casi totalmente terminada con recursos de la comunidad.
Los trabajos de restauración permitieron que se recuperara la sacristía, de la cuál solo quedaban vestigios, la labor conjunta de la Secretaría y los pobladores logró su restitución total, así como la consolidación estructural de la nave y la antigua "torrecilla" del campanario.
La fachada de un solo paño terminado en frontón tiene como único ornamento la portada, consistente en un acceso de cantera de medio punto, rematado en un friso donde alcanzan a verse grabadas algunas letras que no pudimos traducir, pro que suponemos se refieren a la Virgen María
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Los muros son de adobe y requirieron una labor de consolidación considerable, por la fuerte erosión, aparente al exterior y enjarradas con lodo y pintura a la cal por el interior, la techumbre esta conformada por una tijera de madera en forma de armadura.
En la piedra clave del arco de la puerta, se conservan las siguientes siglas con la referencia a Cristo IHS; sobre el friso cornisado, al centro, está la ventana del coro, de forma rectangular, de la cual solo queda el dintel de cornisa moldurada, las jambas laterales han desaparecido con el fin de ampliar el vano el resto del paramento carece de decoración y actualmente está pintado en blanco sobre enjarre de lodo.
La puerta principal es de madera de yarín labrada en tableros, en los que están tallados florones con azucenas, originalmente estuvo enlucida con estuco, perdiéndose ya los vestigios de la pintura original, todo el conjunto denota haberse remodelado en el siglo XIX.
Adosada a la fachada, una pequeña torre rectangular, techada a cuatro aguas con madera y teja, sustenta las campanas, este elemento es ajeno a la estructura original, ya que esta capilla como el resto de capillas de la cañada careció de torre desde los tiempos de su fundación.
La planta es de una sola nave, rectangular de ábside plano al cual se adosa un altar de tabique que substituye al "antíguo altar dorado", que según los vecinos existía antes del colapso de la techumbre. Los muros son de adobe, y requirieron una importante labor de consolidación por el alto grado de erosión que produjo que se disgregara el material.
La techumbre está conformada por una tijera de vigas de madera unidas por un caballete central y larguero de fajilla, cubiertos con teja de barro, la estructura se apoya sobre arrastres perimetrales de viguería que forman un marco rígido sobre los muros de adobe.
El interior de la nave se aisla de la armadura de dos maneras distintas:
- La primera mitad desde el acceso se cubre de viguería plana que se apoya sobre canes labrados con pinjante y tableros inter-viga, todos ellos decorados con policromía al temple en tonos de azul, algunos tirantes atraviesan hacia el exterior de los muros y se fijan con clavos de madera en forma de cuña
- La segunda mitad, de mayor altura se conforma de un artesón de batea piramidal, de corte de alfarje, que remata sobre el presbiterio como una media naranja hecha a base de gajos, separado por cerchas.
De este artesón son originales, la concha y el primer tramo del cañón comprendido entre las dos primeras cerchas. Los tramos restantes fueron reconstruidos y restituída la iconografía de los apóstoles, a excepción de los tres recuadros centrales, en los que se encontraba un Sagrado Corazón y la imagen de la Virgen de Guadalupe sobre la tilma, sostenida esta última por cuatro angelitos flanqueada por el sol y la luna así como un elemento que representa las estrellas.
Estos elementos no fueron repuestos debido a que se carecía del dato preciso.
La iconografía es más popular que en otros artesones, las figuras enmarcadas en medallones flotan sobre un tono azul que representa el cielo, las imágenes se reducen a los rostros de los apóstoles con sus símbolos ocupando los laterales del talud. Las únicas originales son los dos arcángeles Miguel y Rafael que ocupan dos gajos de la media naranja, así como dos apóstoles, San Andrés y Santiago el Menor, que ocupan la primera cercha. Los cuatro fueron restaurados por elementos de la Escuela de Restauración del I.N.A.H.
San Miguel de pie sobre el demonio, después de vencerlo, es de gran interés, para el estudio de la simbólica mentalidad de esta comunidad de profunda raíz purépecha.
La separación entr el techo plano y el artesón, donde empieza el almizate, está cubierta por una serie de tablones verticales, que según el Arq. Manuel González Galván, tenían el siguiente texto: "...Se conclulló el dia 20 de sectiembre de 1880 a espensas de D. Rafail Casares..."( ), sin embargo, los vestigios que nosotros alcanzamos a distinguir en los pocos tablones que resistieron el colapso dicen lo siguiente:
CLULLO EL DIA 8 SECTIEMBRE
A ESPENSAS D ? LASARO.
Del tirante fechado en 1881, al que hace alusión el mismo autor, no queda ningún vestigio, consideramos interesante su comentario "...El hecho de que con frecuencia se encuentran en Michoacán techumbres de Iglesias en que se combinan viguería y entablado plano sobre la entrada, con alfarjes más complicados y ornamentados sobre el presbiterio, como en este caso de Tanaquillo y el de Naranja sugiere una jerarquización del espacio por medio de las techumbres, ya que aumentan en compliación estructural y belleza plástica a medida que se acercan hacia el altar..." ( ).
Corresponde a la época de principios del porfiriato la construcción del artesón de Tanaquillo, lo que nos da la pauta de la tradición que existía de representar la secuencia apostólica, simplificando así los diseños más elaborados de siglos anteriores.
La sacristía, fue reconstruída sobre los vestigios originales, en adobe y con techumbre de vigas y teja.
El resto del predio al lado, está invadido por algunos vecinos, y al lado se limpio recuperándose el espacio abierto en donde hoy se ubica una torre de 3 cuerpos que rompe con el conjunto, en la parte posterior el huerto pertenece a otro propietario.
INVENTARIO:
Esta iglesia, igual que muchas en el estado, sufrió el saqueo de las guerras intestinas que han asolado al país, sin embargo no recuperó las piezas artísticas que un día le pertenecieron, hoy su acervo se reduce a los siguiente:
- Inmaculada Concepción.
- Cristo Crucificado.
- Arcángel San Miguel, venciendo al Demonio.
- San Miguel procesional.
- San Isidro Labrador.
- Virgen del Nacimiento.
- Armonio (de 1900).
- Misal (1900).
Por lo que consideramos que es una de las comunidades más pobres en bienes muebles artístico-patrimoniales.
Hoy en día casi todas las piezas escultóricas han sido totalmente repintadas, sin embargo es interesante el San Miguel, patrón del templo, que en talla escultórica es exactamente igual al representado en el artesón de Pomacuarán, lo que nos indica una serie de escultores y pintores populares trabajando lo mismo en la Meseta Tarasc, que en la Cañada de los Once Pueblos.
DAÑOS Y RECOMENDACIONES:
Pudieramos decir que el templo se encuentra en buenas condiciones, ya que la restauración incluyó hasta la instalación eléctrica y hoy presenta un aspecto muy distinto a como lo encontramos en 19 88, consideramos que valdría la pena incluir las 3 imágenes faltantes, ya que hemos logrado recabar los datos suficientes para su restitución.
Sería necesario restituir las ventanas de óculo y la del coro, clausurándose las que se encuentran a media nave y que están fuera de contexto conceptual de volumen original del edificio.
En el exterior debe colocarse un empedrado que canalice las aguas pluviales hacia un dren perimetral que evite el efecto de capilaridad sobre los muros, que deberán ser enjarrados con barro del lugar para evitar su erosión y desintegración por agentes externos.
La restructuración que se llevó a cabo entre la techumbre y el artesón deberá ser vigilada, a fin de que los tensores conserven su comportamiento y se evite el colgado del artesón por dilatamiento de los cables, así mismo deberá conservarse la protección superior para que los daños producidos por lluvia, producto de escurrimientos a causa del desfazamiento de las tejas, no afecten la policromía.
Dado que se trata de uno de los pocos artesones que subsisten con representación de arcángeles y sobre todo con un ejemplo de la demonología purépecha, se hace indispensable su registro planimétrico a fin de que no se pierda nuevamente.
