Imagen principal
Clave del inmueble
MX-SC-DGSMPC-BI-000672
Nombre del Inmueble
Señor Santiago
Periodo legal del inmueble
Circunscripción eclesiástica
Época
Siglo XVII
Siglo de creación
Antecedentes históricos
La capilla del Señor Santiago de Charapan se ubica oriente-poniente, corresponde a la típica capilla de barrio que tiene sus orígenes en el siglo XVI, reminiscencia de una traza calpular que en Michoacán está regida por Uretis, o Viejos de Barrio.
Estas pequeñas capillas carecen de torres y campanario, así como de servicios parroquiales, ya que solo asisten a los vecinos que conforman el barrio en las ceremonias dominicales y ciertas festividades propias del vecindario, esa es la razón por la que el conjunto solo consta de atrio, nave y sacristía.
Inicialmente el terreno era de mayores dimensiones, quedando la capilla centrada en el terreno, hoy invadido en sus lados oriente y poniente.
El atrio originalmente constituía el remate de la calle, que al continuarse pasó a través de él amputando un terreno considerable del espacio abierto, la cruz atrial que un día se encontraba centrada y hoy casi colinda con la barda perimetral, nos muestra a que grado el área fué invadida por la nueva vialidad.
Este importante elemento, consta de una peana de mampostería, sobre basamentos escalonados de reminiscencias prehispánicas, de las pocas que aún subsisten en la entidad, en el cuerpo bajo vemos tres piedras talladas, sumamente interesantes:
Al centro, en el recuadro central vemos al apóstol Santiago, montado en su caballo que parece galopar hacia el lado poniente, su actitud es beligerante con la mano derecha enarbolando la espada y la izquierda sosteniendo la brida del caballo, a su espalda el estandarte parece estar fijo a la silla del caballo, viste con sombrero de plumas y chaquetón, al estilo del siglo XVII, en una actitud que nos recuerda al Santiago Matamoros, la piedra con talla de relieve tipo sello se enmarca en una doble moldura con un marco de doble tablero, en la parte inferior tallada vemos la fecha D-1676 integral a la talla, que nos recuerda una posible reconstrucción en este siglo de la capilla que nosotros datamos un siglo antes. Encima de la figura del apóstol, vemos una flor de cinco picos en medio de dos guirnaldas roleadas.
A su diestra, la representación de Santa Ana, madre de la virgen María nos la muestra vestida con túnica, y un manto que le cubre la cabeza, parece sostener algo en la mano derecha que por el desgaste de la talla es irreconocible, con la izquierda se apoya sobre un cayado de peregrino, los pies separados en actitud de caminar, dan un efecto de movimiento a la pequeña figura, a sus pies podemos leer "MATERANE".
En el extremo opuesto, a espaldas del Señor Santiago una tercera talla, también en bajorrelieve, dentro de un recuadro vemos al Arcángel San Miguel, príncipe de las Milicias Celestiales, imagen cuya iconología no podía faltar en nuestra capilla. La talla es sumamente ingenua, el rostro de facciones francamente indígenas se cubre con un casco emplumado, la coraza corta termina en tres piezas semicirculares ondulantes. La figura se encuentra de pie, con las piernas separadas con una inesperada ligereza, el brazo derecho se levanta blandiendo la espada flamígera con que venció a lucifer, la capa ondeando a sus espaldas permite ver una de sus alas emplumadas. Con la mano izquierda sostiene una lanza.
Sobre el recuadro esgrafiado en la piedra puede leerse ESTE DIA y en la parte interior GELUS, acompañado de un grafití muy borroso consistente en un círculo con cuatro aspas, que nosotros reconocemos como símbolo prehispánico del movimiento.
Sobre el primer cuerpo que sirve de basamento se encuentra una sección moldurada, coronada con pináculos que soporta un segundo cuerpo que forma la peana, en forma de pirámide alveada trunca, y sobre ella la base de la cruz con el rostro de un angel con alas en roleo.
La cruz, de diseño reticular se decora con una greca de elegante trazo y ramificación foliada geométricamente en los extremos de los brazos, está realizada en piedra brasa volcánica de diseño y manufactura francamente prehispánico.
El piso del atrio está cubierto con una placa de cemento, de la cual desplanta una rampa hacia el acceso de la capilla, se encuentra totalmente desforestado, y se limita por una barda de tabique aparente diseñada en ondas invertidas y una reja metálica.
La fachada de la capilla está hecha por un solo paño con remate triangular, al centro la portada está conformada por un acceso de medio punto formado por piedras de cantera tallada, las impostas molduradas muestran dentellones, y de ellas desplanta el arco formado por dovelas labradas con técnica planimétrica, tipo sello, en la que aparecen flores en marcadas con guirnaldas enmarcadas por dos molduras perimetrales.
Al centro, ocupando el lugar de la clave se encuentra una flor de la que se desprende una hoja de acanto. En el intradós del arco una flor de cuatro pétalos a cada uno de los extremos se extienden hojas de acanto, hacia los ángulos contenidos en un marco formado por un discreto alfíz rematado por una sencilla moldura recta.
Sobre este remate se encuentra una piedra cuadrada con una talla similar a la de la cruz atrial donde Santiago Apóstol se representa de manera similar, la posición de esta cantera nos habla de la reconstrucción posterior del imafronte.
Sobre la imagen del Señor Santiago, se ve la ventana del coro, enmarcada a base de molduras rectas, en su interior está la campana, y sobre ella un nicho de piedra en forma de venera flanqueada con dos columnas chaparras de capitel corintio con friso labrado de remate, nos muestra el busto de San Antonio a que se refiere la leyenda.
Encima del nicho, una piedra circular que pudo ser la peana de la cruz de remate nos desconcierta, pues desconocemos su orígen y significado. Rodeando esta superposición de elementos una secuencia de platos de cerámica nos indica que el sitio estuvo ocupado por cerámica más antigua, que conocimos hace pocos años y que hoy ha desaparecido substituída por cerámica industrial y hasta por platos de importación hechos en Taiwan.
El paramento se encuentra recubierto por aplanado de mezcla terciada y pintura a la cal.
La iglesia es de una sola nave de planta rectangular de 9 m de ancho por 16 de largo, medidas típicas de una capilla de barrio, el trazo dista mucho de cumplir con la escuadría propia de nuestros cáñones arquitectónicos de trazo, ya que los ángulos de sus esquinas no son de 90°, ni los muros tienen la rectitud y planimetría de escuadra y cordel a la que estamos acostumbrados.
Los muros respetan un sistema constructivo muy michoacano a base de núcleo de lodo y chapeo de piedra volcánica brasa unida con barro a base de topure y charanda, (material chicloso propio de la zona), desplantan de un basamento escalonado que pudiera ser un vestigio prehispánico, pero que al ser reparado por los vecinos en un afan de remodelar el atrio, ha perdido su originalidad.
Los muros y los cimientos de desplante de piedra muestran al exterior, franjas verticales de diferentes tratamientos, lo que indica serias reparaciones, en el panel del altar hay dos castillos de concreto que amarran la trabe perimetral de cerramiento.
En el muro poniente se encuentra un par de piedras de talla con símbolos prehispánicos (ollín-movimiento). Las ventanas son contemporáneas forjadas en tabicón con hojas de madera, carecen de aplanado a excepción de la fachada.
Por el interior están recubiertos de enjarre de lodo con pintura a la cal, se conserva un acceso tapiado de medio punto formado con canteras talladas en forma de dovelas, a un lado se encuentra un vano de reciente apertura que comunica a una habitación construída últimamente con adobe y piso de tierra, techado con vigas de madera y cubierta de placas de lámina de asbesto acanalada que hace las veces de sacristía.
El piso de la nave es a base de cemento amarillo, que al romperse en algunos sitios del altar, deja entrever el material original a base de piezas de barro.
El altar posiblemente data del siglo XIX, en el cual se han reutilizado elementos más antiguos, como son las columnas de diseño inspirado en las columnas candelabro de orígen plateresco con diseño localista muy suigeneris, ya que están decoradas en colores de tierras en rojo y aplicaciones en oro de 23 1/2 kilates. Se divide en dos nichos que albergan a la imagen del Señor Santiago y a la virgen de la Soledad, que a decir de los encargados la visten de colores"...para que no se vea tan triste, siempre de negro, pobrecita...". El remate superior del altar nos muestra al padre eterno, con el mundo a su izquierda y haciendo el signo de la bendición con la derecha. Dos palmas rodeadas lo enmarcan. La base del altar está hecha con tablones que indican su reutilización, está fechado: Aguilar, mayo 6-1978, sin embargo, las tablas son una muestra de la policromía que debió usarse en el artesón. La técnica es a base de tierras al temple, similar a la usada en la imagen del padre creador, los vestigios de oro fino están recubiertos por oro votivo de mala calidad. A los costados del altar, dos recuadros están cubiertos por una gran cantidad de piezas plateadas de milagros entregados por los fieles.
El artesón debió tener el fondo azul recamado de estrellas que hoy vemos en los tablones del altar, y en medio de este cielo debieron flotar los medallones que enmarcan a los apóstoles.
El techo está construído por tijeras de madera soportadas sobre arrastres horizontales que a su vez se apoyan sobre tirantes transversales, líneas de fajillas soportan láminas de asbesto acanaladas, material que substituye al tejamanil, (hoy muy escaso) y que ha terminado por mimetizarse con el edificio, ya que el mismo homgo que se fija en el tejamanil, se adhiere a la placa de asbesto.
Por el interior las tijeras coinciden con los tirantes formando así un triángulo que proporciona estabilidad a la estructura. Por el interior se oculta la armadura con un artesón de media batea en el cual se representa la corte apostólica, sin ser uno de los más relevantes que han llegado hasta nuestros días, es representativo de los artesones de mayor tipicidad por su temática. La representación de los apóstoles era común en algunos artesones, y este es uno de ellos, que hoy ha perdido su importancia por la patética remodelación que le fué hecha.
Hoy el fondo que debió ser azul y estrellado, es de un pálido color amarillento, donde el brillo de la pintura de aceite nos hace extrañar la suavidad del colorido de los temples y las tierras. La imaginería ha desaparecido de la media batea y desconocemos que santos pudieron haberla ocupado.
D ESCRIPCION DEL ARTESON:
El artesón de media batea está formado por 7 calles, separadas por cerchas de medio cañón, rematado en media naranja que cubre el presbiterio. Está diseñada con piezas de corte irregular, tres centrales en curva de pirámide trunca, dos laterales y una triangular que sirve de ajuste y desplante sobre un pancupé a 45° que ocupa la esquina y que favorece la curvatura a base de superficies regladas. Las cerchas de soporte están decoradas a manera de cordón, lo que nos recuerda la presencia de la orden seráfica único vestigio que indica su colaboración en la fundación del sitio.
Iconográficamente observamos la representación de los apóstoles, enmarcados por óvalos, y acompañados de los símbolos de su martirio, algunos de ellos sostienen un libro en la mano. Nos sorprende la ausencia de San Pablo y San Lucas. La temática indica el seguimiento del Credo, que se leía y oraba siguiendo la secuencia marcada por la techumbre. A pesar de haber sido repintado, nos muestra el sentido religioso que justifica su existencia.
INSTALACIONES:
La instalación eléctrica del edificio, es precaria a base de cables aparentes y focos con soquets de porcelana atornillados a la viguería corriéndose el riesgo de un accidente que pueda destruir el artesón.
INVENTARIO:
Muy pocas son las piezas que se encuentran en la capilla, los vecinos nos informan que algunas fueron vendidas por los agraristas en la población de Chilchota, entre ellas la del Patrón Santiago.
Otros dicen que se lo robaron los cristeros, el caso es que actualmente ocupa el altar una copia en yeso del Santiago Caballero sin ningún interés artístico.
VIRGEN DE LA SOLEDAD: Imagen de pasta de caña.
SANTA ANA: Se describe como de aproximadamente 0.60 cm., de alto, carece de ojos.
Se encuentra en casa de una de las encargadas del templo.
INMACULADA CONCEPCION: Imagen de madera y caña.
SANTA MARIA MAGDALENA: Imagen de pasta de caña.
DAÑOS:
El estado del edificio en general es bueno, siendo el daño principal el repinte del artesón, ordenado hace aproximadamente por el entonces párroco del lugar. Este repinte a base de aceite, ha modificado substancialmente su originalidad aunque no así el sentido iconográfico donde podemos seguir la secuencia del culto a través de los textos. Falta la imaginería del artesón, pero extramos la presencia de Santiago Caballero y de San Miguel Arcángel.
Fractura de la cercha del panchpé provocada por la caída de un rayo.
La tablazón se encuentra desprendida y desfazada, debido a los fuertes cambios de temperatura, generados por el calor de la techumbre de asbesto y lo frío de la región, que provocan contracciones de la madera, a tal grado que se desprende de las cerchas.
Falta de juntas entre los tablones, por la carencia de juntas de lino que provoca el deslizamiento de las piezas.
Fracturas en los riñones de las cerchas (intradós).
Vano original tapiado.
RECOMENDACIONES:
Por tratarse de una capilla representativa de la temática apostólica, tradicional en la decoración de los artesones, se consideró conveniente su registro planimétrico. Sin embargo dada la fuerte alteración de la técnica pictórica, no se considera recomendable intervenir en una restauración, ya que pensamos que los vestigios originales además de escasos, deben estar tan dañados, que se duda lograr una adecuada recuperación, y por tratarse de una temática de relativa singularidad implicaría un gasto injustificado.
La portada fue remodelada en el siglo XIX recolocándos e piezas de la original escalonadamente. La capilla del Señor Santiago es la única de las capillas del barrio que aún subsiste en el pueblo de Charapan, poblado cuyo toponímico significa "cosa que tiene alguna hinchazón", según Gilberti (1559) Charani quiere decir "reventar algo". Estuvo sujeto al Señorío de Peribán y por lo mismo formó parte en tiempos de la conquista de la encomienda de Antón Caycedo, mozo de caballería de Hernán Cortés calificado en la Relación de Michoacán como hombre de bien. El pueblo de Santiago y toda la región que incluía el Señorío fueron evangelizados por los religiosos de la orden de San Francisco quienes los congregaron en un sitio dejando cada grupo avecindado su propio barrio en cuyo centro estaba la capilla con distinto patrón cada una de ellas, hoy apenas se recuerdan cinco pueblos congregados en sus respectivos barrios: Santiago, San Lorenzo, San Esteban, y San Andrés, San Miguel, y San Bartolo casi todos han perdido su identificación como provenientes de distintas comunidades al destruirse las capillas que lo congregaban, quedando sólo la de del Señor Santiago como único testimonio, en un espacio urbano dividido en cinco cuadras
por Fray Juan de San Miguel. Cada barrio tenía un uhcambecha encargado de contar las casas y de los vecinos que las habitaban.
En lo religioso dependieron de la Parroquia de Peribán, aunque los de Charapan también podían acudir a Tancítaro; aunque desde antes de 1586 cuando llegó el Padre Ponce visitador general de la orden de los descalzos, según Antonio de Ciudad Real:
"...llegó muy lleno de polvo y fatigado del sol al pueblo y Convento de Charapa..." en el vivía un religioso solamente que atendía el pueblo y seguramente asistía las capillas de los pueblos congregados como en el caso del Señor Santiago.
La ubicación de la capilla de Santiago es al extremo norte del pueblo, la calle que hoy atraviesa lo que fue el atrio se prolongó a raíz de una nueva traza urbana que rompe los remates visuales planteados inicialmente por Fray Juan de San Miguel quedando el espacio considerablemente mermado, de igual modo el resto del terreno se ha reducido al extenderse los colindantes invadiendo la propiedad; la cruz atrial quedó muy cerca del actual lindero indicando con su excentricidad el grado del pérdida que sufrió el predio.
La barda de mampostería que conocimos hace varios años ha desaparecido, siendo suplida por otra de tabique cortada en pirámides truncas que se refuerza con castillos de concreto al centro rematados por ollas de barro simulando almenas; el resto del atrio que aún se conservaba calle de por medio es actualmente una propiedad delimitada por un pórtico de concreto que protege una reja metálica.
La cruz atrial reviste una autentica importancia, consta de una basa de mampostería cúbica coronada por una cornisa moldurada que aún conserva una almena en una de las esquinas, desplanta sobre un basamento de concreto del que emergen cuatro escalonamientos de reminiscencias prehispánicas. Sobre la cornisa vemos una pirámide trunca que sostiene una peana cuadrada con los símbolos del Calvario de la que surge la cruz de brazos foliados, con la imagen de Jesús tallada y los símbolos del Calvario. En el cubo de desplante vemos tres piedras talladas sumamente interesantes: Al centro, vemos al Apóstol Santiago ecuestre en un galope de norte a sur, con la espada en alto y el estandarte a sus espaldas, viste con sombrero emplumado y
chaquetón, vestimenta del siglo XVI que se conservó todo el siglo siguiente, en la parte inferior leemos D-1676 que nos permite pensar en una posible reconstrucción del inmueble que nosotros datamos un siglo antes. Encima del Apóstol vemos una flor de cinco picos en medio de dos guirnaldas roleadas. A la derecha del apóstol está la Señora Santa Ana en actitud de caminar y apoyadas sobre un cayado de peregrino; a sus pies leemos MATERANE (Madre Ana); en el lado opuesto otra talla nos muestra al Arcángel Miguel, cubierto con un casco emplumado, y blandiendo espada y banderín, tras él puede verse una de sus alas emplumadas; sobre el recuadro está esgrafiado el siguiente texto: STE DIA y en el interior GELUS; además de un círculo con cuatro aspas, símbolo prehispánico del movimiento; el piso del atrio se cubre con cemento y se tiende rampante hacia el acceso de la capilla.
La fachada está formada por un solo paño con remate triangular siguiendo la inclinación de la pendiente de la techumbre; a eje de la misma portada está conformada por un acceso que se delimita por un vano de medio punto formado por piedras de cantera con tallas geometrizantes y doble listel enmarcándolas que se cortan por una hoja de canto que constituye la clave; se apoya sobre impostas dentadas, las jambas se forman por piedras cortadas mal pegadas. Sobre los riñones del arco se ubican flores de cuatro pétalos de las que surgen hojas de acanto, remata en una sencilla moldura a la manera de cornisa en pecho de paloma, encima de la cual vemos una piedra cuadrada similar a la de la cruz atrial donde Santiago Apóstol está representado de similar
manera. Apoyada en este recuadro está la ventana del coro con indudables muestras de haber sido recolocadas por anastilosis igual que el resto de la portada, el marco es cuadrado con tallas de molduras rectas y dintel con corte al centro alberga una pequeña campana, ya que por tratarse de capilla de barrio carece de torre. Sobre el marco de la ventana se ubica una hornacina de venera flanqueada por dos achaparradas columnas de capitel corintio con friso labrado de remate, en su interior se alberga el busto del patrono al que se refiere la leyenda.
Encima del nicho, está una piedra cuyo orígen desconocemos; rodeando la superposición de elementos de cantera que no permiten dudar en una recolección sin orden ni sentido, una secuencia de platos de cerámica contemporánea substituye a los que conocimos hace pocos años de origen virreinal, cuyo sitio ocupan piezas de pasta hechas en Taiwán.
La nave es de planta rasa, rectangular, de 9 m. de ancho por 16 m. de largo, el trazo no obedece a escuadra y cordel, ya que los muros no se ubican a 90º como estamos acostumbrados, están aparentes por el exterior exceptuando la fachada que se recubre por mezcla terciada y pintura a la cal, y enjarrados por el interior al talochazo con un agradable color arena producto del tono natural de los materiales usados; los muros respetan el típico sistema michoacano a base de núcleo de lodo y chapeo de piedra de malpais (volcánica brasa) única con barro charandoso.
La capilla desplanta de un basamento escalonado en la cima de un montículo desde el cual se domina la barranca que nos trae a la memoria fuertes reminiscencias de un posible enclave prehispánico; aunque las remodelaciones actuales han eliminado en el espacio atrial la presencia de los originales basamentos. En el exterior los paramentos modifican sus técnicas de edificación indicando serias reparaciones, en el muro del altar podemo s ver dos castillos que amarran la trabe perimetral de cerramiento que se colocó en los años setenta; vemos un vano tapiado con arco de medio punto formado con dovelas de cantera a su lado, una puerta nueva comunica a la sacristía hecha con muros de adobe, piso de tierra y techumbre de viguería sobre la que se pusieron láminas de asbesto acanaladas.
Los pisos son de cemento pintado de amarillo, se colocó tapando un enlosado de piezas de barro.
En el muro testero vemos un altar que data de fines del siglo XVIII, en el cual se reutilizaron elementos más antiguos como son las columnas que imitan las obras platerescas pero de mano popular y diferente proporción; están decoradas con tierras y oro de hoja. Se compone de dos nichos uno alberga al Señor Santiago y el otro a la Virgen de la Soledad. Un entablamento separa este cuerpo del remate mixtilíneo en que se inserta un frontón trunco con una pintura rerpresentando al Padre Eterno.
La base del altar está hecha con tablones que fueron recolocados y que provienen seguramente de otra parte, tiene la leyenda: Aguilar, mayo 6 de 1978, pese a ser reciente sus tablas son una muestra de la policromía que debió tener el artesón. La técnica es al temple con pinturas de tierras, el oro fino se recubrió con oro votivo.
La cubierta tiene forma de media venera en la parte correspondiente al presbiterio, jerarquizando de esta manera el área sacra, está construida a base de vigas maestras soportadas por tirantes empotrados en los muros, las esquinas se apoyan en cuadrales sobrepuestos para dar el efecto de curvatura y a lo largo del cañón cerchas de sección de arco sirven de apoyo a gruesas tablas en las que se pintaron los apóstoles en medio de marcos ovalados con la leyenda del credo, facilitando así su lectura.
Algunas cerchas muestran talla acordonada en recuerdo a la presencia seráfica. Sobre el altar se reproduce el rostro de Jesús hecho hace poco tiempo,la venera carece de representaciones litúrgicas y no se conserva el recuerdo de lo que pudo haber tenido.
El artesón que es el elemento más relevante de la capilla, ha sufrido repintes y tiene daños por desfazamiento de los tablones y fracturas en el cuadral del altar a causa de un rayo, la techumbre es una armadura de madera de par e hilera recubierta con láminas. Encontramos en el interior algunas imágenes de pasta de caña como son: la Virgen de la Soledad, Santa Anna (carece de ojos), Inmaculada Concepción, Santa María Magdalena y Santiago Caballero.
Planta arquitectónica (original)
Una Nave
Categoría arquitectónica
Estado, Municipio, Localidad
Nombre de la vialidad o calle
Emiliano Zapata
Número y/o identificador de la vialidad o calle
s/n
Nombre del tipo de asentamiento humano o colonia
N/A
Código Postal
60240
Otra localización
Charapan
Tipo de uso del inmueble
Uso actual del inmueble
Orden religiosa (original)
Sin Identificar